Marcha en previa del 18-O: «Somos sobrevivientes de violencia del Estado y no víctimas»

«Somos sobrevivientes de la violencia del Estado y no víctimas». Esas fueron las palabras de Roberto Bermúdez, del Movimiento Salud en Resistencia (MSR) a casi cuatro años del estallido social, el cual vio su génesis el 18 de octubre de 2019 como un grupo de desconocidos totalmente autoconvocados que prestaba primeros auxilios en las manifestaciones masivas, y que hoy funciona en una modesta casita que arriendan desde hace un par de meses. 

Ad portas de un nuevo aniversario del estallido social, el MSR forma parte de las organizaciones convocantes a la marcha “Los Ojos del Pueblo acusan al Estado Terrorista”, que busca visibilizar el abandono del Estado que ha “seguido profundizando las desigualdades y reprimiendo al pueblo”. 

Convocatoria pre-aniversario

De hecho, son diversas colectividades vinculadas a la Memoria, los Derechos de los Pueblos y Derechos Humanos, y agrupaciones e individualidades victimas de violencia física, sexual y trauma ocular las que en una intervención urbana buscan dejar en claro que son “supervivientes, no delincuentes”. 

Sobre todo, ante la sensación transversal de abandono estatal acusado por las víctimas del estallido y sus familias, por no recibir los tratamientos adecuados en salud mental, con horas canceladas y pocos profesionales por área para cubrir las necesidades de las y los afectados, y que ha decantado en el suicidio de 4 víctimas de trauma ocular. 

“A veces se cambiaban las horas, las suspendían, pero después todo se vio suspendido por la pandemia. Hubo lapsus en que Jorge demostró su descontento en la casa, nos decía, “pucha mamá voy, me citan, me cambian la hora…”; de primera era muy buena la atención pero después decían que los habían dejado de lado, como que molestaban”, contó la madre de Jorge Salvo, víctima de trauma ocular quien se suicidó el pasado 28 de junio, en entrevista con El Desconcierto. 

 

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124 pacientes y atención autogestionada

Bermúdez explica que para hacer frente a dicha situación a día de hoy siguen funcionando y brindan atención a 124 pacientes que sufren lesiones, violencia, recibieron perdigones o fueron víctimas de trauma ocular, todo de manera autogestionada. “No recibimos plata de nadie”, enfatiza. 

“Nosotros empezamos este seguimiento de heridos en diciembre del 2019, estuvimos un tiempo en la Universidad de Chile, después en un consultorio que tenía la universidad”, cuenta Roberto. Una vez llegó la pandemia sus funciones cesaron, pero como “mucha gente seguía con lesiones, con problemas, nos vimos, digamos, en la obligación de reabrir”. 

Ahí alquilaron la “casita MSR”, como le llaman a la interna al lugar que hoy sigue atendiendo a las 124 víctimas del estallido social por las falencias de los programas dispuestos por el gobierno de Sebastián Piñera y que se mantienen a día de hoy, según testimonios de víctimas y familiares. 

“Nosotros tenemos al menos un 50% de nuestros pacientes en control de salud mental, por patologías derivadas del trauma que significó la lesión, la detención, la tortura”, explica Bermúdez.

Es más, de acuerdo a cifras adelantadas por el Movimiento Salud en Resistencia, atendieron cerca de 1.500 personas heridas con perdigones disparados por Carabineros en el contexto del estallido social. Sin embargo, Roberto explica que pese al cambio de gobierno, la prestación de servicio para las víctimas del estallido social no ha mejorado. «Sigue igual», asevera.