Para fomentar el diálogo y la resolución pacífica de conflictos al interior de las comunidades educativas, en pos de mejorar la convivencia escolar, desde el Ejecutivo lanzaron el decálogo de Gestión Colaborativa de Conflictos.
Este instrumento fue elaborado a partir del programa de mediadores que realiza la Superintendencia de Educación. Con él, buscan potenciar que las comunidades educativas sean espacios protegidos y de bienestar socioemocional.
Además, que promuevan que los estudiantes se sientan parte de esas comunidades y que, por tanto, quieran asistir a sus clases y revincularse con sus compañeros.
Los 10 puntos del decálogo de Gestión Colaborativa de Conflictos:
1. Tener en cuenta que los conflictos son diversos. Diferentes en intensidad, en su origen, en sus alcances, en quiénes son las personas involucradas y en cómo les afecta.
2. Antes de abordar el conflicto es necesario dialogar con las personas involucradas. Antes de aplicar una medida, intenta el diálogo. Explorar y conversar puede permitirnos abrir más caminos para resolver la situación, y darles un espacio para que asuman mayor responsabilidad en la construcción de las soluciones.
3. Define la modalidad más adecuada para gestionar el conflicto. Deberás analizar el conflicto, su intensidad y alcances, es decir, categorizarlo; y con ello podrás elegir una o más modalidades adecuadas para gestionarlo: Sanción, Arbitraje, Conciliación, Mediación o Negociación. Las herramientas colaborativas potencian el diálogo y la participación con el apoyo de personas intermediarias. Todas y todos pueden y deben abordar en primera instancia los conflictos y de esta manera categorizar para una mejor gestión.
4. La GCC requiere la participación de toda la comunidad escolar. No sólo del Equipo de Convivencia Escolar, sino que los distintos estamentos pueden contribuir en que los conflictos sean una oportunidad de aprendizaje, ejerciendo cada persona una tarea. Lo importante es trabajar en conjunto y de forma coordinada.
5. Haz uso de estrategias complementarias. Cuando la GCC no sea lo pertinente, piensa con tu comunidad en otras estrategias que se pueden llevar a efecto dentro de la escuela, o si la situación lo amerita hacer uso de la derivación a otras redes, que pueden ser pensadas ante cada situación en particular o estableciendo un procedimiento ante distintos tipos de conflictos.
6. Se debe contar con un equipo humano para la implementación de la GCC. La GCC implica hacer un buen uso de las capacidades profesionales de la escuela. Procurar que el personal dispuesto sea acorde al número de estudiantes, contándose al menos con Encargada/o de Convivencia Escolar, Trabajador/a Social y Psicóloga/o.
7. La GCC necesita un espacio exclusivo. Contar con una sala de “Convivencia Escolar”. El espacio es concebido como un recurso básico y fundamental para posibilitar la confianza en las personas involucradas en un conflicto, de modo que los procesos se puedan realizar con la confidencialidad que se requiere y sin interrupciones.
8. La GCC requiere recursos materiales. Para una óptima GCC se requiere contar con medios que les posibiliten la ejecución de tareas, como computador, celular, financiamiento de locomoción para visitar a estudiantes y/o sus familias o para acudir a otras instituciones, entre otros insumos.
9. Monitorea el cumplimiento de los acuerdos. Asegúrate de la satisfacción de las personas involucradas ante el resultado obtenido con la GCC. La gestión colaborativa no culmina con la decisión del árbitro o con la construcción de acuerdos, pues es necesario un acompañamiento posterior en la ejecución de los compromisos para apoyar o evaluar con la comunidad educativa si es necesario hacer ajustes.
10. Planifica espacios de coordinación entre profesionales. Sostener reuniones semanales entre las y los profesionales que trabajan en convivencia escolar y/o se desempeñan en otras unidades, con fines de coordinación para abordar las diversas situaciones de conflicto que se dan entre las y los integrantes de la comunidad educativa.