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Géografo hace llamado imperativo de políticas públicas con fuerza reguladora en áreas WUI

Publicado: 05.02.2024

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El gran incendio ocurrido los primeros días de febrero en la región de Valparaíso impactó a Chile y al mundo por la cantidad de personas fallecidas, de casas destruidas, y de hectáreas quemadas.

Esta catástrofe recordó, una vez más, que nuestro país ha estado marcado por desastres naturales, como terremotos, inundaciones y aluviones, y en los últimos años por este tipo de siniestros que se producen en verano.

Oliver Meseguer, Profesor Asociado al Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas de la Universidad de Tarapacá e Investigador Principal del Núcleo Milenio AndesPeat, señaló que «en el contexto del cambio climático y del calentamiento global vamos a estar, cada vez más, asistiendo a estos fenómenos que se van a dar en un ambiente más seco, con temperaturas más elevadas que provocan que el combustible sea más abundante, que se prepara a lo largo del invierno».

Pero este no es el único factor que incide en la mayor ocurrencia de los incendios forestales, según Meseguer hay que considerar que «los seres humanos cada vez se exponen más a este tipo de fenómenos porque precisamente se asientan en una buena parte en las interfaces urbano forestales».

En 2020, la población urbana expuesta a áreas quemadas superó el 40%

En 2020, el estudio “Incendios forestales recientes en Chile Central: Detectando vínculos entre áreas quemadas y exposición de la población en la interfaz urbano-forestal”, realizado por investigadores de distintas universidades, y en el que participó Meseguer, dió cuenta que en las regiones del Biobío, Araucanía y Valparaíso la población urbana expuesta a áreas quemadas superó el 40%, es decir «son personas que viven en zonas de interfaz urbano-forestal, que es una zona muy particular, que son esas zonas de contacto entre las ciudades o las áreas urbanas y las forestales, que se definen con un ancho particular a uno y otro lado de la zona de contacto».

En el estudio se analizó la ocurrencia de incendios forestales en la estación seca en la región mediterránea de Chile Central entre 2000 y 2017, utilizando imágenes satelitales para detectar áreas quemadas, sus métricas paisajísticas y el uso y cobertura del suelo (vegetal), antes del incendio forestal, para determinar la población que vive en áreas que pueden verse afectadas por incendios forestales.

La mayoría de los usos y coberturas del suelo afectados por los incendios forestales son coberturas terrestres antropogénicas, clasificadas como sabanas, tierras de cultivo, bosques siempreverdes latifoliados y sabanas leñosas, que representan >70% de las áreas quemadas.

Las áreas urbanas muestran solo el 0,6% de la superficie quemada entre 2001 y 2017. Estimamos que 55.680 personas están potencialmente afectadas por incendios forestales, y el 50% de ellas se encuentran en una sola región administrativa.

Estos resultados muestran la necesidad imperativa de políticas públicas como fuerza reguladora para el establecimiento de áreas WUI, con el propósito de identificar el riesgo de incendios forestales en áreas urbanas, como el establecimiento de métodos de prevención como cortafuegos y quemas prescritas.

Las áreas WUI definidas en el estudio, “corresponden a la intersección de áreas urbanas (con un buffer de 200 m) y áreas de combustibles vegetales (con un buffer de 400 m) en base a la normativa aplicada en Europa, en cuanto a las características topográficas, climáticas (principalmente mediterráneas) ) y similitudes en la densidad de población. Sin embargo, en Chile existe una diferencia con el caso europeo ya que las casas se construyen con material combustible”.

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