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Bombero robado al nacer reunió a cinco adoptados ilegalmente en dictadura con sus familias

Por: Nicolás Sánchez | Publicado: 21.02.2024
Bombero robado al nacer reunió a cinco adoptados ilegalmente en dictadura con sus familias Directorio de Connecting Roots | Instagram: @connecting_roots_nonprofit
El domingo llegó a Chile un grupo de cinco adoptados ilegalmente durante la dictadura, entre ellos Tyler Graf, quien fue arrebatado de los brazos de su madre para ser enviado a Houston, Texas, en 1983. Suma tres años al mando de la organización Connecting Roots, que se dedica a los reencuentros familiares. La entidad que comenzó de mano de un colega chileno, ha reunido a más de 36 familias. El Desconcierto conversó con ambos.

Entre la multitud de personas que esperaban a viajeros en el aeropuerto el domingo 18 de febrero, destacaban cuatro familias: Una de Punta Arenas, otra de Chillán y dos de Santiago, todas enfocadas en lo mismo. Contaban los minutos para que sus familiares atravesaran aquella puerta que los reencontraría por primera vez en sus vidas.

En aquel vuelo proveniente de Estados Unidos venían cinco adoptados irregularmente, arrebatados de los brazos de sus madres durante la dictadura, solo una fracción de las más de 20 mil guaguas que fueron enviadas en adopción hacia Estados Unidos y Europa principalmente entre los años 70 y 80, en medio de la dictadura cívico militar, según datos de Ciper.

  • Los hermanos Emily Reid y Sean Ours, adoptados en Virginia por una familia a la que convencieron de que la madre biológica de ambos vivía en la pobreza, mientras que a la progenitora en Santiago le dijeron que habían muerto al nacer.
  • Ben Fruchter fue robado por traficantes de niños en Chillán y enviado a New York; su madre biológica murió 11 años despúes de su nacimiento, por lo que esta vez lo esperaban su padre y sus siete hermanos.
  • María Hastings, de Tampa, nació en 1987 y su madre la dio en adopción con engaños y presiones; se reencontraron este año, y tenía un hermano menor que murió en un accidente de auto solo días después del primer contacto de la estadounidense con su familia biológica.
  • El último pasajero de la tripulación que despegó desde Nueva York prefiere dejar su nombre en secreto, y nació en Punta Arenas en 1981. También fue dado por muerto.
  • En la tripulación también viajaban Tyler y Cristina, quienes ya habían conseguido reunirse con sus familias. También Juan Luis Insunza, todos miembros del directorio de Connecting Roots.

Una de las paradas en el viaje que termina este domingo fue el Museo de la Memoria, recinto que les otorgó un recorrido privado en el que les explicaron las consecuencias de la dictadura en Chile, régimen del que su secuestro y venta al extranjero fue consecuencia directa.

Tyler Graf

Connecting Roots comenzó a operar en 2021, pero la historia que une a sus creadores se remonta a 2012, cuando Insunza, bombero profesional y periodista chileno, viajó a realizar pasantías y planes de entrenamiento a colegas estadounidenses. Fue en Houston donde conoció a Tyler Graf, un joven de más o menos 30 años que le comentó que había sido dado en adopción desde Chile y tenía interés en conocer a su familia biológica. «Él se presentó como chileno», dice Juan Luis en entrevista con El Desconcierto.

«Yo soy periodista y le ofrecí mi ayuda. Nos encontramos con el tema de las adopciones forzadas. A Tyler lo habían dado por muerto, entonces informamos que estaba vivo», dice sobre el hecho que se transformó en el puntapié para la creación de la organización que hasta ahora ha trabajado en más de 60 casos de adopción irregular. 

Tyler comenzó en 2012 con los esfuerzos de reunirse con Hilda Quezada, su madre biológica, en Temuco, misión que no completó hasta 2021, asegura a través de videollamada desde Chillán, lugar en el que se encuentra monitoreando la visita de uno de los adoptados.

A Graf le tocó reportarse con vida ante una madre que pensó por más de 36 años que había muerto al nacer.

«Tristeza, felicidad, todo tipo de sentimientos. Una de las emociones más fuertes es el enojo, pero no es muy productiva. En ese caso, canalicé el enojo y la rabia en la motivación que necesitabna para comenzar con Connecting Roots y así ayudar a otros», admite haber sentido respecto de su propio proceso.

En 2021 se reunió con su madre por primera vez, luego de terminar en 2020 con el papeleo necesario que corroboraba que el encuentro sería exitoso. «Luego de seis meses, ella fue de sorpresa a Estados Unidos a verme», dice el bombero que tuvo un hijo en los años de tramitaciones.

Luego del primer encuentro en persona, la progenitora biológica y su hijo se acostumbraron a verse periódicamente, incluso en algunos viajes Tyler fue acompañado por su madre adoptiva, Carol Graf Carnish, a quien el bombero recalca como un apoyo fundamental en el proceso.

Gracias a que sus padres adoptivos nunca negaron la verdad, recuerda su infancia de manera especial. Los estadounidenses siempre fueron transparentes con el hecho de que Graf había sido adoptado desde Chile; la sorpresa fue de magnitud cuando se enteraron de la verdad de la ilegalidad del proceso. «Tuve una familia asombrosa, ellos me amaban mucho y me dieron todas las posibilidades, me enseñaron la importancia de ayudar a los demás. Crecí para convertirme en bombero», sincera. 

Cuando la madre de Tyler, Carol Graf se enteró de que este estrecho vínculo había sido producto de una adopción al margen de la ley, entró en un episodio complicado; pero sin dejar de estar feliz por su hijo. «Después de que nos enteramos de que había sido ilegal, todo tornó complicado», dice en conversación desde el otro lado de la pantalla.

«Mi madre adoptiva estaba feliz por mí, contenta de que haya encontrado a mi madre biológica, pero al mismo tiempo triste, porque nunca quiso quitarle un bebé a otra mujer. Sintió empatía al ella también ser madre. Se sintió horrible», agrega.

Temuco: principio y fin

Graf fue robado de los brazos de su madre cuando nació en Temuco en 1983. Y fue en ese mismo lugar en el que se despidió por última vez de su madre adoptiva, Carol Graf, cuando lo dejó para devolverse a Estados Unidos luego de acompañarlo en noviembre en una visita a su progenitora.

En noviembre de 2023, antes de la celebración de Acción de Gracias en Estados Unidos, falleció Carol Graf Carnish, cuyo rostro Tyler conserva en el bordado de una polera que muestra a través de la videollamada de WhatsApp. El bombero se encontraba en las mismas tierras desde las que fue arrebatado.

«Mi madre falleció justo antes de Acción de Gracias. Ella fue una mentora para todas las madres del programa de Connecting Roots. Mi historia comenzó con mi madre adoptiva, y la úlima vez que la vi me abrazó en Temuco, la última vez que la vi fue en Temuco. Mi historia hizo un círculo completo», recalca con lágrimas en sus ojos.

Connecting Roots

Motivado por la necesidad de hacer el bien y ayudar a otras personas a reencontrarse con las familias de las que fueron violentamente arrebatadas, en 2020 Tyler Graf le pide a Juan Insunza (ahora vicepresidente de la organización) que lo acompañe en la creación de Connecting Roots, cuya principal misión en palabras de este último es «reencontrar a las familias, reencontrar, que se conecten». 

Desde 2021, cuando entró en operaciones la fundación, se ha logrado reconectar a más de 36 familias. «Es un proceso lento. Estos son solo los casos nuestros, pero son miles de casos entre todas las fundaciones que se dedican a lo mismo«, dice Juan Luis. 

Describe que el proceso se hace a través de matchs de ADN que se contrastan con la información disponible en caso de que alguna de las dos partes involucradas (adoptado o familia biológica) se haya realizado alguna prueba de identidad. «Para poder conseguir el resultado, se debe tirar desde los dos extremos», advierte. Eso sí, desde el inicio de la fundación, alrededor de 24 casos han quedado inconclusos debido a falta de antecedentes. 

Desde el inicio del viaje con la fundación, los dos bomberos han conocido todo tipo de historias, algunas más deseables, pero todas emocionantes. Insunza menciona en la conversación uno de los casos que más le ha roto el corazón. Un caso en que el tiempo les jugó una mala pasada y no pudieron juntar a una madre con un hijo. «Llegamos tarde, a una mamá la encontramos, ella había muerto el día anterior», dice. 

«Es una carrera contra el tiempo. Cada segundo vale», finaliza. 

*Nota: Los que deseen ayudar a Connecting Roots, pueden hacerlo a través de su campaña GoFundMe y https://www.connecting-roots.com/donation/

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