Experto cuenta qué pasó con el «súper lunes» y anticipa año de «mucha congestión»

Este 4 de marzo se esperaba nuestro ya habitual y respetado «súper lunes»,  jornada en la que se aguardaba una gran congestión vial como consecuencia del retorno de los estudiantes al colegio, además de la reincorporación laboral de miles de personas, asumiendo que los meses habituales de vacaciones, enero y febrero, ya quedaron en el pasado.

Sin embargo, las proyecciones no se cumplieron, dejando abierta la pregunta alusiva a qué fue lo que realmente sucedió, una interrogante que Alberto Escobar, director de movilidad y políticas públicas Automóvil Club de Chile, respondió atendiendo a diversos factores que no estuvieron presentes en el inicio de la semana en curso.

«No hubo súper lunes, porque primeramente no era un ‘súper lunes’, no está toda la gente de vuelta, la gente va a volver aproximadamente de aquí a 15 días, es decir a fin de marzo», comenta dejando claro que el retorno a la actividad no se materializó en la masividad proyectada.

Según Escobar, sólo entonces «vamos a tener un un real diagnóstico de qué tan lenta va a estar la ciudad» dentro de unas semanas, dado que según explica «las ciudades se vuelven 15 minutos más lentas por año, por lo tanto, vamos a tener un año mucho más lento, más congestionado, con mayor demanda de espacio, pero lo importante es que los conductores tengan en consideración que la ciudad está más lenta».

Cómo se puede enfrentar esta complejidad es otra materia que aborda Escobar, quien apunta a que se modifiquen los horarios de traslado. La gente «tiene que salir por lo menos 15 minutos antes y tienen que desplazarse de una manera tranquila para evitar el estrés vial», dice agregando que además se deben «calcular bien» los «destinos».

«La gente salió más temprano»

Para evitar involucrarse en situaciones que generen retraso y estrés, es importante «hacer los recorridos previamente, eso es siempre recomendable, sobre todo los padres que van a dejar niños al colegio, por ejemplo, hacer la ruta antes siempre es mucho mejor, pero eso pasó, no hay súper lunes, sino el comienzo de 10 meses de alta congestión e intensidad vial».

Paralelamente, Escobar evidencia ciertos cuestionamientos con este día y su categorización, apuntando a que «se empieza a agrandar una situación, (se crea) un ambiente que no contribuye a que los actores del sistema vial estén lo suficientemente relajados».

Por lo demás, recalca, esto no ha terminado, «mañana entran algunos colegios más y el jueves entran algunas universidades».

Respecto de ayer, insiste, «se notó que la gente salió más temprano», a lo que se suma que ahora «hay personas que tienen teletrabajo, lo que no existía antes».

No obstante, entrega una poco auspiciosa proyección. «En cinco años más el parque automotor se va a duplicar, actualmente tenemos casi cinco millones de autos, los tacos van a aumentar siempre, la ciudad cada día se congestiona más, pero la congestión es parte de una ciudad como Santiago, que es una mega ciudad», releva poniendo en contexto lo que implica este carácter.

«Santiago es un poco más chico que Londres y París», complementa al tiempo que asegura que además, nuestra capital, «tiene muchos desplazamientos, es una ciudad extremadamente extendida».

Post marzo

Considerando todas las variables de análisis que él mismo pone sobre la mesa, Escobar comparte su proyección tras estas semanas de retorno a las actividades del año. «El escenario post marzo que nos vamos a encontrar, es una ciudad 15 minutos más lenta, vamos a tener mayor congestión hasta diciembre, no sólo marzo o abril comienza a retomar la normalidad, nuestra ciudad es muy grande», tiene concentrado más del 50% del parque automotriz del país, asegura.

«Eso produce una serie de inconvenientes, ¿qué vamos a tener? Mucha congestión, la congestión no se termina. De aquí a 15 días, la ciudad va a andar más lenta, se ajusta» dice al tiempo que apunta al impacto que también genera el habitual cambio de horario, agendado este 2024 para el sábado 6 de abril, día en que los relojes tendrán que atrasarse en 60 minutos.

Pese a que desde algunos sectores este ajuste es resistido, a lo menos hay una ganancia de luz matinal. «Hoy a las 6;30 había mucha gente en la calle, Santiago está muy oscuro», dice relevando que además esta variación también «pasa a ser también un cambio, eso influye en el nivel de atención al sistema vial, siete de cada 10 somos alondra, funcionamos bien de día. Y 30% son búhos, que funcionan de noche».

«Al tener desajustes en el sueño, los conductores se ven alterados», releva apuntando a la incidencia que puede tener este factor en el manejo y, en consecuencia, en la ocurrencia de accidentes.

Finalmente, anticipa que en el transcurso de las semanas, tendremos una capital «con mayor desplazamiento durante el día, podemos tener una hora punta que termine a las 10:30-11:00, y en la tarde hasta las 22:00 horas».