El tema de la tarjeta para cargar bencina que el Congreso otorga a los parlamentarios para que se desenvuelvan exclusivamente en sus funciones, y que es pagada con los impuestos de todos los chilenos, nuevamente tiene en aprietos al diputado del Partido Republicano Cristóbal Urruticoechea.
Fue en el año 2022 que este caso explotó por un reportaje periodístico y, dos años después, el medio Ciper Chile habló con Tamara Küpfer, expareja del diputado de ultraderecha, quien reconoció los ilícitos.
«Esa tarjeta yo la tuve alrededor de cinco años. La tuve desde el primer periodo que salió electo el 2018, hasta que salió la noticia de ustedes», comenzó.
«Él me la pasó por un tema de comodidad cuando vivíamos en Los Ángeles, para que pudiera echar combustible con la tarjeta y no andar pagando yo, porque era más rápido», añadió para explicar el modus operandis.
Sin embargo, Tamara reconoce que «en ese tiempo, de la plata que me daba para los gastos de la casa, me descontaba un monto que era con el que él iba a pagar la tarjeta«, cosa que el diputado Urruticoechea nunca habría hecho.
«Él me dijo que era un tema de comodidad y que el auto, como estaba a nombre de él, tenía la tarjeta de la Cámara, porque él era el diputado y que él iba a pagar la tarjeta todos los meses, como si se lo hubiera pasado la empresa equis», cerró.
Hasta el cierre de esta noticia, el diputado Cristóbal Urruticoechea no había explicado las razones de esta acción.