Fiscal Ximena Chong | Fotografía de Agencia Uno
El fiscal Francisco Jacir detalló en la audiencia que los imputados planificaron el delito y distribuyeron funciones consistentes en observar desde distintos puntos de vista el lugar, procurando que una carta con una amenaza de muerte llegara a manos de Chong, mientras intentaban no ser detectados por quienes a esa hora transitaban por la zona donde vive la persecutora.
Se trató de una operación planificada con particular dedicación lo del ataque a la fiscal Ximena Chong que incluso implicó una carta con una clara amenaza de muerte. Los detalles, de hecho, así lo consignan.
Hubo intento de adulterar las patentes, pero las combinaciones de letras y números asociados a las marcas de los vehículos permitieron a la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) de la PDI reconstruir la ruta de la noche del martes 6 de octubre.
Cámaras de seguridad públicas y privadas fueron clave para que pudieran identificar a quiénes se concertaron en esa oportunidad para llegar el domicilio de la fiscal de Alta Complejidad Centro Norte, Ximena Chong a dejarle una carta con una amenaza de muerte luego de la formalización por homicidio frustrado que la investigadora protagonizó horas antes en contra el entonces carabinero Sebastián Zamora Soto, acusado de empujar un adolescente al río Mapocho en medio de una protesta del primer viernes de octubre.
El detalle de la trastienda del ataque a Chong es parte del relato de un reportaje que La Tercera publica este sábado en el que se consigna lo sucedido luego de que este viernes, la magistrado Tatiana Escobar decretara la prisión preventiva de Pablo Martínez Castro, uno de los ocho imputados por las amenazas de muerte a quien además se le acuso de la tenencia de una arma de fuego prohibida.
Lo anterior porque en su domicilio de Quinta Normal la policía encontró una subametralladora UZI. El fiscal regional Centro Norte (S) Francisco Jacir apelará a la decisión que adoptó el tribunal y que sólo decretó la privación de su libertad.
De acuerdo al medio citado, la cantidad de cámaras de seguridad que hay en las comunas de Providencia, Las Condes y Vitacura permitieron reconstruir la ruta de los sindicados como miembros de un grupo de extrema derecha detrás de la operación.
Testigos y las imágenes recopiladas ayudaron a establecer la cantidad de autos y personas involucradas en esta trama. De hecho en medio de la investigación la persecutora y su hijo apuntaron a dos hombres que a bordo de una moto dejaron un sobre en el buzón de su casa tras hacer sonar varias veces el motor de sus vehículos.
No eran dos, sino ocho las personas que ese día vigilaban a escasos metros la casa de Chong. La policía constató la presencia de tres vehículos y dos motos en una especie de caravana que se desplazaba desde el sector oriente esa jornada. En la audiencia el fiscal Jacir pormenorizó al respecto asegurando que el primer auto individualizado fue el del imputado Fernando Hasler, quien ese día manejaba un Hyundai Santa Fe. Adicionalmente, las imágenes registraron un Volvo gris de propiedad de Solange Aravena y un auto Hyundai Veloster blanco asociado a Paula Narváez, también imputada. En el caso de las motos, son de Daniel Goldberger y Pablo Martínez.
Al periciar la ruta, la policía estableció que ese día todos los imputados se juntaron en una oficina de calle Apoquindo a la altura del 6000, en Las Condes. “Ahí se planificó el delito”, dijo Jacir. De la revisión del libro de ingreso y las cámaras de seguridad del lugar se dio con las identidades del resto de los imputados, los copilotos Gabriel Jara, Benjamín Zaragoza y Osvaldo Urcola.
A las 18:00 horas los imputados llegaron a una oficina de Las Condes usada por uno de los comandos del Rechazo a una nueva Constitución en el contexto del Plebiscito del 25 de octubre. Permanecieron en el lugar casi tres horas y a eso de las 20:55 abordaron los vehículos y se dirigieron a la casa de Chong, un movimiento registrado en diversas imágenes de cámaras de seguridad. Al llegar a destino, el grupo de imputados se dividió y cada auto tomó un rumbo distinto.
Los motoristas dejaron la carta en un sobre que simulaba pertenecer al FPMR, mientras el resto de los vehículos se mantenía en permanente movimiento por el sector. Goldberger y Martínez dejaron la misiva. Cumplida la misión, todos tomaron distintas direcciones.
El fiscal Jacir detalló en la audiencia que los imputados planificaron el delito y distribuyeron funciones consistentes en observar desde distintos puntos de vista el lugar, procurando que el mensaje llegara a manos de Chong, mientras intentaban no ser detectados por quienes a esa hora transitaban por la zona.
“En relación a las vigilancias realizadas a los imputados, se estableció que estos participan activamente en las marchas del Rechazo”, ilustra un informe de la BIPE que certifica la existencia de fotos de los imputados en manifestaciones en Las Condes, además de su pertenencia a una facción de Vanguardia, un grupo de extrema derecha.
La investigación por las amenaza contra la fiscal comenzaron dos días antes de consumar el hecho. El 4 de octubre, mientras formalizaban a Zamora Soto por homicidio frustrado contra de un adolescente de 16 años que impulsó al río Mapocho, momento en que la persecutora fue depositaria de un primer amedrentamiento en redes sociales.
En esa oportunidad, el usuario Reimon Reddintong hizo un amenazante posteo. “Que empiece a caminar mirando para atrás mejor” sugirió a Chong, luego de lo cual difundió la dirección de su domicilio particular. Como consecuencia, el fiscal regional Xavier Armendáriz abrió una causa de oficio y se designó a Jacir, quien estableció rondas para seguridad de la abogada y su familia.
Fue entonces donde cuando se desencadenó el hecho formalizado esta semana. Chong en ese entonces seguía sufriendo hostigamientos y amenazas de muerte a través en redes sociales. “Pronto te vas a ir
y vas a caer tú y tu afán de eliminar Carabineros, recuérdate nomas, la vida se te hará imposible”, se leía en uno de los cuantiosos mensajes que recibió.
Lo de la carta, sin embargo, redundó en una vigilancia permanente de personal de la PDI en su domicilio. El 7 de octubre, de hecho, se produjo un incidente que involucró al teniente coronel de Carabineros Fredy Vergara, quien fue controlado en los alrededores de la casa de la persecutora, tras constatarse su presencia vestido de civil en el lugar, a bordo de una moto donde se le vio haciendo un gesto, según la PDI, frente al domicilio de Chong. El policía terminó refiriéndose a lo ocurrido, asegurando ignorar saber que en esa área vivía la abogada.
Interrogado por la PDI, dijo que ese día quería ir a arreglar a su moto y se perdió entre las calles, por lo que decidió devolverse y seguir la ruta habitual de su trabajo. “¿Por qué bajó la velocidad frente a la casa de Chong?”, le preguntaron en la BIPE mostrándole un video. “Debido a que se encontraba un vehículo que me llama la atención estacionado contra el sentido de mi circulación y miré buscando señalización que indicara la dirección de las calles, sin saber el domicilio de residencia de la fiscal”, respondió.
Consultada sus redes sociales, aseguró tener Instagram, Linked In y un Facebook falso con el nombre “Freddy Charles Krueger”.
El 10 de octubre se genera un nuevo incidente registrado por la PDI. A las 2:00 horas y mientras resguardaban el domicilio de Chong, una ambulancia particular transitó por el sector. Posteriormente dos hombres vestidos con ropa de camuflaje tipo militar descendieron y le preguntaron a los policías “¿Acá vive la fiscal Chong?”, “¿Ustedes son los de la Unidad de Derechos Humanos?”.
Frente a este extraño e inesperado episodio, los efectivos de la BIPE controlaron la identidad de los sujetos quienes dijeron que andaban en el sector «por curiosidad». Como no resultaron blancos de la investigación, se les permitió abandonar el custodiado lugar.
