Ministro Muñoz: «Lo peor que podríamos hacer es construir un tren que nadie quiera usar»

«No es tan raro salir un poquito hacia el norte porque Valparaíso está un poquito hacia el norte», plantea el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, mientras repasa el recorrido que tendrá el tren Santiago-Valparaíso con su dedo índice, en un mapa invisible que solo está en su cabeza.

«Pasamos por Batuco, tocamos Tiltil y Llay-Llay que son dos comunidades que tienen un rezago económico que nos gustaría fortalecer. Nos vamos a La Calera, Quillota, Limache y finalmente llegamos a la estación El Salto de Viña del Mar», dice casi de memoria.

El trazado fue anunciado este martes, contempla un trayecto de 172 kilómetros en una hora y media, tendrá un costo de 1.320 millones de dólares y se espera que esté operativo en 2030.

«Lo que se hizo fue revisar la alternativas que estaban arriba de la mesa. Este es un proyecto que se ha analizado mucho, hay muchos estudios asociados, y se optó por este servicio que se instala sobre la faja actual que ocupa, por ejemplo, el tren de carga que sale hacia el norte», cuenta.

– ¿Cuál es el impacto que esperan que genere el tren Valparaíso-Santiago?

Los impactos acá son evidentes. Es un servicio que debiera poder conectar dos grandes ciudades del país en 90 minutos. Y con la confiabilidad del tren, no solamente en el tiempo de viaje, sino que también en la comodidad, con un horario de salida y con la certidumbre de que la mayoría de las veces el tren llega dentro del plazo presupuestado.

Al mismo tiempo, producto de que estamos ocupando la faja del tren, realmente podríamos tener el tren operando en los plazos que estamos planificando, para fines de esta década.

Por otro lado, se podrá beneficiar a todas estas comunidades intermedias que le van a dar vida al tren. Va a haber desarrollo económico e inmobiliario que se puede llevar adelante, con una tremenda conectividad que se le va a ofrecer a las dos principales ciudades del país.

Boric junto a los ministros García y Muñoz. Foto: Ministerio de Transportes

Un tren más barato, para el Estado y para los pasajeros

– Comparado con ir en auto o en bus de Santiago a Valparaíso ¿El tren va a ser una alternativa más barata?

Lo que estamos planificando es un servicio ferroviario que va a necesitar de inversión pública para construirse. Más adelante, esperamos que a través de las tarifas sea capaz de autofinanciar su operación. Eso no significa que las tarifas tengan que ser muy elevadas, tienen que ser tarifas convenientes para que los usuarios lo usen.

Lo peor que podríamos hacer es construir un tren que nadie quiera usar. Por lo tanto, tenemos que tener tarifas que sean asequibles para el público y no se transforme en una situación donde solamente la gente de más altos ingresos ocupe el tren, sino que más bien esté disponible para que muchas personas, que se mueven por este gran corredor ferroviario, tenga vida y las personas la usen.

Si bien no la hemos definido a priori, entre otras cosas porque va a existir en siete años más, tiene que ser una tarifa competitiva con el mercado.

– ¿Por qué se descartó el trazado que iba por Casablanca, paralelo a la Ruta 68? ¿Qué ventajas tiene este recorrido, más allá de que pueda ser de utilidad para estas comunas al interior?

Bueno es que lo que tú dices no es menor y es parte de la discusión. Parte de los beneficios de tener este servicio por el norte es justamente porque logras beneficiar y atraer demanda de todas las comunidades y se puede generar desarrollo económico en una zona que lo necesita.

Lo segundo, que es muy importante, es que los costos de inversión son mucho menores. Un tren directo por la Ruta 68, que tenga que enfrentar los obstáculos geográficos y las pendientes que tiene, significa que hay que llevar adelante obras civiles que nos aumentan el costo de 1.300 millones de dólares, que nos va a costar esto, a cerca de 4.000 millones. Es decir, hay un aumento muy sustancial.

Por lo tanto, nos parece que, por la frecuencia de los trenes y por el volumen de viaje, es más razonable irnos por el servicio del trazado norte. Creemos que es responsable con los recursos del Estado y al mismo tiempo es una tremenda buena noticia para toda la comunidad.

– Si bien el tren se comenzará a construir después de este gobierno, sí alcanzarán a realizar el proceso de licitación. ¿Cómo se imagina este tren en el futuro? ¿Cómo será su consumo energético? ¿Será un tren bala o un tren rápido? ¿Tiene algún referente nacional o internacional?

Yo creo que no hay que ir muy lejos. Nosotros hemos ido avanzando como país en ir incorporando mejores infraestructuras ferroviarias. De manera bastante responsable, hemos ido expandiendo nuestra red y con distintos estándares. El tren que va a Nos no es el mismo que va a Chillán. El estándar de confort y de tipo de tren no es el mismo.

En este caso, lo que estamos imaginando es que el tren que va de Valparaíso a Santiago va a ser parecido al que va a Chillán. Es decir, un tren que alcanza velocidades máximas de cerca de 160 km/h, que debiera acercar las dos ciudades en 90 minutos, con un estándar de comodidad.

Quisiera también mencionar ahí que este no es el único tren que vamos a estar construyendo en esta faja. En paralelo se va a estar construyendo el tren Santiago-Batuco, parecido al tren Santiago-Nos, que es de otro estándar, es suburbano, donde sí va gente de pie, que va a tener parada en Quilicura, por ejemplo.

«Yo entiendo la decepción del alcalde Sharp»

– Ministro, imagino que se lo han preguntado en otras entrevistas, pero el alcalde Sharp criticó que el tren finalmente no llegará a Valparaíso…

En todas las entrevistas me lo han preguntado (risas).

– La explicación que se ha dado es que el tren combinará con el Metro. ¿Debiera dejar conforme esa respuesta al alcalde Sharp?

Yo entiendo la decepción del alcalde, porque a lo mejor se había imaginado algo distinto. Pero en una mirada de país, obviamente lo que necesito es juntar a las dos grandes ciudades. Estamos hablando del Gran Santiago y del Gran Valparaíso.

El tren tampoco llega a la comuna de Santiago ni a Providencia, sino que a Quinta Normal. Desde ahí hay una red de Metro y buses que permite conectarse con el resto de la ciudad. Por supuesto que habrán algunas comunas que les va a quedar un poco lejos. Si una persona está Maipú va a decir: «No me conviene, tal vez me tomo un bus en Pajaritos». Puede ser, pero hay otras personas para las cuales esta es una tremenda noticia.

Yo creo que el Metro de Valparaíso es una excelente forma de acceder a la estación El Salto, y de ahí salir en tren hacia Santiago.

– ¿Es inviable que el tren llegue efectivamente a Valparaíso?

La fase siguiente podría ser tal vez que el tren pudiera continuar hacia Valparaíso, pero tenemos que reconocer que eso significa hacer un túnel. No lo podemos hacer a través del Metro de Valparaíso, porque ahí opera el tren en horario diurno. Con la frecuencia y las paradas que tiene, no podemos meter entremedio el tren expreso. Por lo tanto, tendríamos que hacer una faja paralela.

Lo que sí podríamos hacer, es algo que vamos a estudiar, es quizás tener dentro del Metro una extensión al puerto con servicios que puedan moverse fuera de los horarios en que opera el Metro de Valparaíso. Quisiéramos llegar al puerto, no cabe ninguna duda, pero es parte de lo que tenemos que ir trabajando.

-¿Cree que hubo mala intención por parte del alcalde?

No, nada. Es totalmente legítimo. Me parece que cada uno tiene que cumplir su rol. Además, me parece bien el tono al decir que «entiendo que esto es una muy buena noticia, pero dejaron mi comuna afuera».

Es lo mismo que le podría escuchar a la alcaldesa Irací Hassler o al alcalde de Maipú. Puede pasar, y uno tiene que velar por el bienestar de todos. Nos pareció que, dadas las alternativas que teníamos a la vista, los costos que significan, los plazos de ejecución, la conectividad, era una mejor alternativa.

Creo que, y ahí sí discrepo con el alcalde Sharp, es una buena noticia para Valparaíso llegar con el tren hasta Viña del Mar.