Uno de los movimientos que dejó el cambio de gabinete, fue la llegada a Cancillería de Alberto van Klaveren (PPD), por Antonia Urrejola (Ind. Socialista).
Aunque en un primer momento la designada en el cargo era la exembajadora ONU, Marta Maurás, pero su nominación se cayó y tuvo que llegar de urgencia Van Klaverman.
El nuevo ministro es abogado de la Universidad de Chile, magíster en relaciones internacionales en la Universidad de Denver y un doctorado en ciencia política en la Universidad de Leiden de Países Bajos, y es reconocido por sus pares como un experimentado diplomático.
«En la política exterior siempre hay elementos de continuidad y elementos de cambios y justamente el encargo que nos ha hecho el Presidente es potenciar los elementos de continuidad que, en realidad, reflejan el alma de la política exterior chilena«, afirmó el nuevo ministro a su llegada.
Aún cuando su nombre causa resquemor en ciertos sectores de la izquierda, porque como abogado formó parte de la defensa de Augusto Pinochet cuando se encontraba preso en Londres. Una de las críticas más sonadas de la nueva izquierda hacía sus pares de la Concertación por haber hecho las gestiones para que el Dictador volviera a Chile.
Tal como queda registro en la prensa de la época, el actual canciller, en ese momento director de Planificación del Ministerio de Relaciones Exteriores viajó a España y Holanda para iniciar los preparativos de una demanda unilateral que presentó el Gobierno de Chile al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, para dirimir la controversia jurídica con España sobre el caso Pinochet.