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Opinión

Alto Maipo fue aprobado sin contemplar el cambio climático en la evaluación del proyecto

Por: Anthony Prior | Publicado: 03.03.2017
Estamos frente a un escenario en que la construcción del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo viene siendo un agravante y acelerador para este fenómeno de cambio climático que no fue contemplado en ningún estudio de impacto del proyecto a la hora de realizar su evaluación ambiental. Hoy vemos sus consecuencias con absoluta claridad.

Los estudios y proyecciones sobre cambio climático para la región son devastadores y contemplan impactos ambientales que ya hemos comenzado a percibir. Vivimos un proceso de desertificación, disminución de precipitaciones, escasez hídrica y aumento en las temperaturas. Estamos frente a un escenario en que la construcción del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo viene siendo un agravante y acelerador para este fenómeno de cambio climático que no fue contemplado en ningún estudio de impacto del proyecto a la hora de realizar su evaluación ambiental. Hoy vemos sus consecuencias con absoluta claridad.

Los diversos aluviones registrados en la zona central del país este fin de semana han desatado una nueva emergencia sanitaria para Santiago, capital del país donde reside casi la mitad de la población nacional. Hubo consecuencias fatales y enormes pérdidas materiales, despertando una vez más el debate en torno a las consecuencias de la intervención empresarial en el territorio, en la naturaleza, en la geografía, la planificación territorial y los principios preventivos que se debieran contemplar en la institucionalidad chilena a la hora de aprobar proyectos industriales de la magnitud de esta hidroeléctrica de Aes Gener.

En el Cajón del Maipo tenemos registros de violentos aluviones que anteriormente han golpeado con fuerza a nuestra comunidad, pero la memoria colectiva cajonina coincide en que jamás habíamos enfrentado una catástrofe de tan alto impacto como los que han ocurrido en los últimos años.

Por décadas la cuenca del Río Maipo ha venido siendo explotada para desarrollar distintas actividades productivas como minería, hidroelectricidad, extracción de áridos, pequeña ganadería y también el turismo, causando una sobrecarga evidente al territorio, fragilizándolo y causando una desestabilización de la cuenca del Maipo hasta el punto de llevarla al colapso. En este contexto Alto Maipo es realmente inconcebible.

Los estudios y proyecciones sobre cambio climático para la región son devastadores y contemplan impactos ambientales que ya hemos comenzado a percibir. Vivimos un proceso de desertificación, disminución de precipitaciones, escasez hídrica y aumento en las temperaturas. Estamos frente a un escenario en que la construcción del proyecto hidroeléctrico Alto Maipo vendría siendo un agravante y acelerador para este fenómeno de cambio climático que no fue contemplado en ningún estudio de impacto del proyecto a la hora de realizar su evaluación ambiental. Hoy vemos sus consecuencias con absoluta claridad.

Alto Maipo obtuvo sus permisos ambientales sin evaluar cómo los impactos del proyecto hidroeléctrico se conjugarían con los impactos del cambio climático,  Y hoy, en pleno proceso de construcción, están realizando una megaintervención en los afluentes del valle haciendo tronaduras en la alta cordillera, ejecutando grandes movimientos de tierra, amenazando glaciares “protegidos” ambientalmente, e incluso, contaminando las aguas de la cuenca del Maipo que da suministro de agua a gran parte de la región Metropolitana. Ni siquiera ha terminado de construirse y la intervención del proyecto ya ha empeorado la calidad de vida y ha puesto en riesgo el suministro de agua de forma significativa, teniendo como ejemplo los últimos dos cortes de agua que han ocurrido en menos de un año.

La sanitaria Aguas Andinas por su parte, que firmó un acuerdo con Alto Maipo para poner el agua potable a disposición de la hidroeléctrica en caso de escasez hídrica, lleva años de atraso en el desarrollo de la infraestructura que se requiere en Santiago para enfrentar este tipo de emergencias, que sin duda se verán incrementadas si es que el proyecto Alto Maipo termina por construirse.

Las pérdidas humanas son responsabilidad de quienes ostentan los cargos de autoridad que han tenido la capacidad de tomar decisiones y que hasta el día de hoy han permitido e incluso incentivado este tipo de proyectos. Aquí hay responsabilidades políticas que debiesen ser sancionadas penalmente, es urgente terminar con el contrato entre Aguas Andinas y Alto Maipo, pues además de ser irregular, pone en peligro el abastecimiento hídrico de los más de seis millones de habitantes de Santiago.

Por eso, como Red Metropolitana No Alto Maipo hacemos un llamado a la unidad territorial y comunitaria, a continuar con las denuncias de cada incumplimiento que cometa el proyecto, a seguir rechazando este proyecto en cada espacio que podamos, y que exijamos la revocación del permiso ambiental. Agua limpia sí. Alto Maipo No. Aún estamos a tiempo.

Anthony Prior