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Crónica de la marcha contra el acuerdo Corfo- SQM: Las JJCC y l@s Carabiner@s

Publicado: 30.01.2018

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Ayer fue una tarde extraña para mí, que dejé la JJCC en 1979 (tenía 23 años), y pasé a militar en el PC adulto (lo abandoné en 1982). Es una vicaria forma de decirlo, pues el PC (así lo siento), me dejó a mí (véase mi columna en El Mostrador )

Nos juntábamos hoy (29/01/2018) en Plaza Italia, luego en Portugal con la Alameda, a las 18:30 horas, a protestar contra el acuerdo entre CORFO y SQM que le entregó el litio hasta 2030 a Ponce Lerou, ex yerno de Pinochet.

Pues bien, ahí estaba la JJCC,  haciendo la fuerza junto a Revolución Democrática (RD) y el Movimiento Autonomista (MA) y otros más, much@s independientes, jóvenes y viej@s.

Pero la verdad sea dicha, la JJCC dominaba entre los manifestantes con las banderas de la hoz y el martillo.

Lo que más me impactó, más allá del agua de los guanaco, que me mojó hasta los tuétanos (sin lacrimógenas, todo sea dicho), fue el clivaje entre l@s jóvenes comunistas y l@s jóvenes de las fuerzas de Carabineros.

Me acerqué estilando a su barrera, ¿y qué es lo que vi tras sus viseras y uniformes? Jóvenes como l@s de las JJCC. Las mujeres pacas con los labios pintados de rojo (bellas), los muchachos de Carabineros (bellos), con cara de “yo no fui”, como sus compañeras. Tod@s con rostros de “yo no fui”. Pero cuando les ordenaron reprimir, allí estaban reprimiendo tras sus viseras y uniformes de pac@s.

Jóvenes enfrentados, pensé, ¿al servicio de una nueva versión siglo XXI de la Guerra Fría? ¡Qué saben de eso?, me volví a preguntar, mientras me tomaba una chela en una fuente de soda que suelo frecuentar en la Alameda entre San Antonio y Estado.

Mi conclusión es muy simple: juntos, la JJCC y el Frente Amplio (FA), son el futuro. Y que l@s viej@s de la Nueva Mayoría y el PC se retiren a sus cuarteles de invierno. Si no, quienes quieran sumarse, bienvenidos.

Para mí (62 años), ex JJCC, y hoy del FA, volverá a ser un placer volver a marchar y protestar, como hoy, junto a mis compañer@s de la Jota.

El país, intuyo, está a la espera de una nueva izquierda.

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