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Opinión

Otra maniobra Piñera-Blumel: A la comisión del consenso neoliberal la llaman de “Desarrollo integral”

Por: Leopoldo Lavín Mujica | Publicado: 22.05.2018
Otra maniobra Piñera-Blumel: A la comisión del consenso neoliberal la llaman de “Desarrollo integral” desarrollo | Foto: Agencia Uno
Siempre supimos que Piñera gobernaría para el empresariado y conforme al modelo neoliberal, con bajos salarios, endeudamiento y sindicalismo servil. Lo que no sabíamos era con qué fraseología lo haría y qué fuerzas políticas y sectores se sentirían atraídas por su diseño de neoliberalismo remozado.

La acaban de lanzar el 17 de mayo pasado. Porque suena bonito y punto; pero es para engatusar. Otra maniobra piñerista en el sentido de eso que Gonzalo Blumel de la Segpres llama los “acuerdos nacionales”. Le pusieron el apelativo de “desarrollo integral” esta vez a lo que es una comisión que tiene por objetivo consolidar el modelo neoliberal y sus pilares fundamentales implantados por los Chicago Boys durante la dictadura militar (lea al final la lista de sus conspicuos integrantes).

“Desarrollo” en lugar de crecimiento a secas es el término usado por las izquierdas socialdemócratas auténticas para hablar de un proyecto económico que considere variables sociales y humanas. Pero se lo apropiaron. E “Integral”, de la ideología de la Democracia Cristiana en desuso, del “humanismo integral”. Algo tan vago como el “comunitarismo” DC. Los dos términos juntos conforman una pura etiqueta que sirve para camuflar el neoliberalismo puro y duro que profesa la oligarquía representada por Piñera.

Así gobiernan las derechas neoliberales

Es la manera típica de gobernar de las derechas cuando se ha impugnado el neoliberalismo desde las movilizaciones estudiantiles por una educación pública gratuita y desde los movimientos sociales ambientalistas, el de NO+AFP; por una salud pública y universal de calidad, además de las críticas al modelo extractivista que devasta territorios, empobrece y envenena a comunidades enteras.

Aunque el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, dejó en claro, y en términos de la doctrina neoliberal que de lo que se trata en esta instancia “es buscar un mayor crecimiento, inversión, productividad e innovación …”  lo que persigue la maniobra es reeditar el consenso neoliberal. Y ahora, ante la ofensiva del movimiento feminista cuyos sectores de avanzada cuestionan el capitalismo patriarcal y su forma neoliberal, la oligarquía quiere recuperar e instrumentalizar la demanda de igualdad de género.

No serán los neoliberales los que hablarán de la doble explotación de las mujeres trabajadoras de las industria salmonera y pesquera (trabajo doméstico/trabajo asalariado).

El economista DC Foxley muestra la hilacha neoliberal

Bien sabemos que es la misma retórica empresarial de Swett (CPC), Larraín Matte (Sofofa), Valente, Fontaine y del otro Larraín, el “austero” de Hacienda. Palabras más adjetivos menos, el objetivo del diseño del gobierno empresarial es garantizar que la economía siga funcionando según los parámetros de la economía capitalista de mercado, que consiste en entregarle a los grandes grupos económicos que concentran las ganancias y controlan el mercado de la educación, de la salud (Isapres), de las pensiones (AFP), de la energía, del consumo, de los productos farmacéuticos, de la pesca, forestal, etc. Habrán reformitas (condición para no remover lo esencial) que nunca tocarán la estructura.

Esta vez la maniobra ha sido fructuosa para el piñerismo porque han logrado atraer a la comisión económica a los economistas estrellas de Cieplán. Aquellos que como Alejandro Foxley sostenían la tesis de la “economía social de mercado” defendida por los democratacristianos para obtener el famoso “crecimiento con equidad” de Aylwin, que nunca funcionó puesto que la desigualdad no ha menguado. Así como la famosa “economía social de mercado” tan cacareada por los economistas DC y que no es otra cosa que el ordoliberalismo alemán; una variedad del neoliberalismo donde el Estado crea un “orden legal” que protege a la empresa y fija “obligaciones y derechos” (*). Ahora Foxley acuñó el concepto, tan ambiguo como la tesis anterior, de la “segunda transición”.

En un contexto de corrupción generalizada en el que se mueve el empresariado y los políticos chilenos esto es puro engaño.

El diseño de la alianza neoliberal: con ex DC y concertacionistas

Siempre supimos que Piñera gobernaría para el empresariado y conforme al modelo neoliberal, con bajos salarios, endeudamiento y sindicalismo servil. Lo que no sabíamos era con qué fraseología lo haría y qué fuerzas políticas y sectores se sentirían atraídas por su diseño de neoliberalismo remozado. Puesto que todos los ministros del sector económico de la Concertación han sido y son adictos al neoliberalismo como Rodrigo Valdés, Andrés Velasco, Nicolás Eyzaguirre, el mismo Foxley y Ricardo Lagos, ahora la maniobra piñerista es dejar sin propuesta económica a los PS, PPD y DC.

El ala concertacionista de la DC rompió por la derecha, liderados por Gutenberg Martínez y Soledad Alvear (miembro de la comisión piñerista). Ambos comparten la visión neoliberal de Foxley, y antes la de Andrés Velasco (quién fue ministro de Hacienda de Bachelet, recordemos) por la que se sintió atraída Mariana Aylwin al punto de inscribirse en Ciudadanos y precipitar el quiebre de la DC (DC por la cual el Partido Comunista se sigue negando a hacer bloque con el Frente Amplio para acusar constitucionalmente a Santelices de Salud).

Esto es y será un acuerdo entre sectores políticos y tecnócratas que profesan una visión compartida del neoliberalismo. Que antes estaba presente en los sectores concertacionistas de la NM, pero cuya transversalidad va en esta comisión de la derecha tecnocrática neoliberal dura, cuyos representantes como lo hemos dicho son Larraín, Fontaine, Valente y Moreno (el del min. De Desarrollo Social) y que se extiende ahora hasta Foxley y un PS como Marfán. Andrés Velasco y Valdés también se identificarían con esta postura. Es el consenso neoliberal el que reedita Piñera II en esta comisión.

Es el mundo de Orwell en su clásica obra 1984 acerca del poder totalitario, que le cambia el nombre al Ministerio de la Guerra por el de Ministerio de la Paz. Se están decantando las posiciones entonces. Sin embargo, como dijo uno de sus miembros, el mismo PS Marfán, la comisión enunciará medidas tendientes a no “desordenar el gasto”, hacer “sacrificios”, para el futuro (la clase asalariada no la empresarial), crecimiento y respetos de los “equilibrios macroeconómicos. Por supuesto “aumento de la productividad” (¡aumento de tasas de explotación!). Esta gente se reúne a conversar sobre esos ejes y se presta para la foto, pero donde las decisiones y la letra chica quedarán en manos los tecnócratas neoliberales.

Cabe insistir que estas fuerzas políticas ideológicas antes se encontraban en Chile Vamos y en la Nueva Mayoría-Concertación. Resumiendo, ante la incapacidad del PS, la DC y el PPD de levantar un plan diferente de corte más socialdemócrata lo que prima es el viejo neoliberalismo remozado con una retórica del “desarrollo integral” que resucita este término de la ideología DC, que ni ellos saben definir.

¿Puede esperarse algo promisorio para las mayorías asalariadas chilenas (seis millones de trabajadores y trabajadoras) de un ramillete como éste? (aquí la lista completa de los integrantes):

1. Sebastián Piñera
2. Felipe Larraín, ministro
3. Jose Ramon Valente, ministro
4. Juan Andres Fontaine, ministro
5. Nicolas Monckeberg, ministro
6. Soledad Arellano
7. Hernan Cheyre (se encuentra fuera de Chile)
8. Klaus Schmidt Hebbel
9. Rodrigo Vergara
10. Alfonso Swett
11. Manuel Agosin
12. Eduardo Aninat
13. Juan Araya
14. Katia Trusich
15. Ignacio Briones
16. Fernando Bustamante
17. Vittorio Corbo
18. Alejandro Foxley
19. Manuel Marfan
20. Alejandra Mustakis
21. Sergio Pérez
22. Patricio Arrau
23. Soledad Alvear (se encuentra fuera de Chile)
24. José Pablo Arellano
25. Andrea Tonkman
26. Oscar Olivos
27. Bernardo Larraín

(*) Nacido en los años 1930, en Friburgo-en-Brisgau, Alemania, resultado del trabajo conjunto de economistas como Walter Eucken y juristas como Franz Bohm y Hans Grossman Doerth, el Ordoliberalismo (Ordnungspolitik=orden o marco institucional que puede asegurar el buen funcionamiento del «orden económico» liberal) es la forma alemana del neoliberalismo que va a imponerse después de la 2a Guerra Mundial en Alemania Federal. El término «ordoliberalismo» viene de la insistencia de todos estos teóricos en el orden constitucional y procedimental que son el fundamento de una sociedad y una economía de mercado. Ver el erudito trabajo de Pierre Dardot y Christian Laval, La nouvelle raison du monde, essai sur la société néolibérale. La Découverte, Paris, 2010.

Leopoldo Lavín Mujica