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Resistencia ante el odio y la intolerancia

Por: Constanza Valdés | Publicado: 01.04.2019
Resistencia ante el odio y la intolerancia lgbti | Foto: Agencia Uno
Por mucho tiempo, nos hemos tenido que esconder y vivir de formas que no hemos querido, simplemente por sobrevivir en esta sociedad. Esta oleada conservadora nos quiere decir eso, que vivamos con miedo, que nos escondamos, que desaparezcamos, porque eso es lo que realmente quieren. Este es el momento para decirles que nunca más, que lucharemos por quienes somos, por quien amamos y por como nos queremos expresar, que no daremos ni un pie atrás por nuestros derechos.

En estos pocos meses de lo que va del año 2019 hemos evidenciado un aumento de ataques en contra de personas LGBTI a lo largo de todo Chile en razón de su expresión e identidad de género o su orientación sexual. Esto ha reabierto el debate sobre la necesidad de reformar la ley que establece medidas contra la discriminación (Ley Zamudio) en relación a la prevención de la violencia y discriminación en contra de grupos históricamente discriminados. Asimismo, estos ataques han reafirmado la percepción y cifras sobre el aumento de denuncias sobre discriminaciones y ataques hacia personas de la comunidad LGBTI.

Esta oleada de intolerancia y odio se ha venido dando en el ultimo tiempo en diversos países de América Latina, tales como Brasil, Perú y Argentina. Es por esto que el 14 de marzo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió un comunicado expresando preocupación sobre los recientes ataques violentos contra personas LGBTI en diversos países de la Región. En dicho comunicado la Comisión enfatizó que los Estados deben tomar todas las medidas para prevenir las violaciones de derechos humanos de las personas LGBTI, principalmente cuando se conoce el riesgo en el que se encuentran estas personas.  Lamentablemente, gran parte de los Estados, incluyendo Chile, no ha tomado conciencia de la importancia de la prevención de la violencia en contra de las personas LGBTI.

En esa línea, si bien el respeto e inclusión de las personas gay, lesbianas, bisexuales, trans e intersex ha avanzado en el último tiempo, esto no es el panorama que se vive en todos los sectores de nuestro país. Lamentablemente, gran parte de las personas de nuestra comunidad aun no puede expresar libremente su identidad y expresión de género ni tampoco su orientación sexual por temor a represalias y ataques, exacerbándose esta realidad frente a este nuevo triste panorama que vivimos.

Este avance de grupos conservadores y anti derechos ha provocado un clima de temor en numerosas personas de la comunidad LGBTI. Naturalmente, muchas personas saldrán con temor a la calle o simplemente no lo harán. Es así que, lamentablemente, todo se reduce al odio e intolerancia porque somos diferentes al tener una identidad y expresión de género o una orientación sexual distinta de lo que la sociedad dicta como norma. Muchas de las personas de la comunidad hemos tenido depresión, ansiedad, miedo, ideas o comportamientos suicidas, por ir en contra de la corriente, de lo que nos enseñaron o de lo que nos dicen que es lo correcto.

Por mucho tiempo, nos hemos tenido que esconder y vivir de formas que no hemos querido, simplemente por sobrevivir en esta sociedad. Esta oleada conservadora nos quiere decir eso, que vivamos con miedo, que nos escondamos, que desaparezcamos, porque eso es lo que realmente quieren. Este es el momento para decirles que nunca más, que lucharemos por quienes somos, por quien amamos y por como nos queremos expresar, que no daremos ni un pie atrás por nuestros derechos. En esta lucha, numerosas personas han caído y nos han demostrado que la dignidad y  el respeto no es algo por lo que se mendiga, sino que es algo por lo que se pelea día a día.

Gracias a los pequeños avances que hemos tenido, son cada día más las personas LGBTI que son aceptadas por sus familias, espacios educativos y laborales y que viven sin temor. Lamentablemente, aún existe un gran número de personas que no ha tenido tal suerte. La desprotección y el abandono sigue siguiendo una gran deuda que tenemos con tantas personas de nuestra comunidad y que no podemos seguir ignorando. Por todas estas personas, debemos seguir luchando en todos los espacios, con o sin temor, porque los derechos se conquistan. Al final del día no peleamos solamente por nuestra identidad, expresión ni orientación, sino que lo hacemos para vivir en paz y para que muchas otras personas puedan crecer sin miedo y en tranquilidad por ser diferentes.

Constanza Valdés