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Opinión

Las banderas del arcoíris pintadas con orgullosos e imborrables colores antiimperialistas

Por: Víctor Hugo Robles, El Che de los Gays | Publicado: 14.05.2019
Las banderas del arcoíris pintadas con orgullosos e imborrables colores antiimperialistas che gay 3 | Foto: Día Internacional Contra la Homofobia y Transfobia. Santiago de Chile, mayo 2015
Nada ni nadie justifica ni avala detenciones así como no justificamos ni avalamos que las banderas del arcoíris sean utilizadas por declarados opositores anticomunistas que usan y abusan de nuestras agendas de transformación social-sexual para favorecer e impulsar las actividades de la oposición externa e interna cubana. Resulta reprochable que una legítima manifestación por los derechos LGBTI en Cuba sea manipulada por los detractores de la Revolución Cubana y del Centro Nacional de Educación Sexual esperando –ilusamente- socavar el trabajo arduo, señero e inteligente de Mariela Castro Espín que, enfrentando dolorosas expresiones publicadas contra CENESEX y su liderazgo, dialogó en el programa “Mesa Redonda” de la televisión cubana, reafirmando los principios emancipadores de la Revolución Cubana.

Hace más de 10 años que el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba CENESEX convoca y realiza las Jornadas Cubanas en Contra de la Homofobia y la Transfobia. Se trata de un evento popular e importante que incluye actividades académicas, culturales, sociales, políticas y callejeras, entre ellas la llamada “Conga Cubana” o “Marcha del Orgullo” en lectura neocapitalista, manifestación pública donde la comunidad LGBTI de la isla recorre las principales calles de La Habana para visibilizar sus demandas. Todos los años, la hermosa capital de Cuba y una ciudad de provincia son los escenarios de estas esperadas actividades promovidas por instituciones públicas del Estado cubano, organizaciones sociales, agrupaciones juveniles y redes de la diversidad sexual que trabajan junto al CENESEX.

El CENESEX es el centro coordinador del programa nacional de educación sexual en Cuba, una institución valiosa y reconocida en el mundo que se gestó en la década de los años 70 como una respuesta a la solicitud que hicieron las mujeres cubanas, organizadas en la Federación de Mujeres Cubanas, en su segundo Congreso de 1972. En aquel encuentro las mujeres plantearon la necesidad de educación sexual para sus hijas e hijos. Las cubanas se beneficiaron con los programas de lo que ahora se llama promoción de salud reproductiva o educación sexual. Más adelante, desde los años 90, fue la comunidad LGBTI la que se incorporó en las preocupaciones centrales del CENESEX, particularmente con la realización de las Jornadas Cubanas, celebradas en mayo de cada año en el contexto del Día Internacional en Contra de la Homofobia y la Transfobia.

Históricos avances en derechos LGBTI

Desde un principio se han desarrollado actividades valoradas e inéditas que educan a la población, compartiendo vivencias, sentires e información sobre educación sexual, prevención del VIH/SIDA y derechos de la comunidad LGBTI que busca, pide y demanda derechos civiles. Derechos que poco a poco conquistan. Es destacable y demostrable que el trabajo del CENESEX ha permitido grandes avances tales como la incorporación en la Constitución Nacional de la no discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, siendo el noveno país del mundo en lograrlo, así como la institucionalización de las políticas públicas integrales para las personas LGBTI y la creación de dispositivos de orientación social y jurídica, la construcción de un mecanismo de salud integral para las personas trans que incluyen las cirugías de adecuación genital gratuita, el reconocimiento de todas las formas de familia y la aprobación de una cláusula transitoria en la Constitución Nacional que abre la puerta al matrimonio igualitario al eliminar el binarismo de género, pasando de la definición «hombre y mujer» a «cónyuges». No es poco, más bien mucho, considerando los tímidos avances en derechos LGBTI en sociedades capitalistas neoliberales como la nuestra. La promotora de estas acciones y directora del CENESEX es la reconocida sexóloga Mariela Castro Espín, hija de Vilma Espín y Raúl Castro, la más destacada sobrina del mítico Fidel Castro Ruz.

La foto del Che muerto

Yo estuve presente en las Jornadas Cubanas en Contra de la Homofobia y Transfobia del año 2014. Fui protagonista y testigo de la activa participación de una comunidad diversa y comprometida con los cambios, sumado al refrescante entusiasmo de muchos jóvenes por participar de las actividades de CENESEX, incluyendo la concurrida “Conga Cubana”, que en Chile llamamos “Marcha de la Diversidad Sexual”. En aquella ocasión, recuerdo, buscando correr el cerco de lo posible y simbólicamente permitido, aparecí e irrumpí en la marcha con una emblemática foto del Che muerto rodeado de plumas rojas. Fue un gesto rebelde y atrevido, propio de los actos que busco e intento protagonizar.

La acción no pasó desapercibida y provocó diversas reacciones y comentarios, tanto así que debí subir al escenario principal al terminar la Conga Cubana para explicar las razones de mi intervención, recibiendo el aplauso del público presente. Ahí dije que el desaparecido cuerpo del Che había sido descubierto en Bolivia un 28 de junio de 1997, justo-justo para el Día Internacional del Orgullo Gay. Les expliqué que por eso me hago llamar “El Che de los Gays” y uso la estrella del guerrillero para entrecruzar deseos y revoluciones. En Cuba fue sorpresivo pero comprendido mi actuar, nadie me censuró, aunque la prensa extranjera, particularmente corresponsales de Miami, hicieron un festín con las imágenes de mi performance señalando que “Mariela Castro encabeza marcha del Orgullo Gay con una foto del Che muerto”, buscando así generar repercusiones políticas que pudiesen afectar la imagen de Mariela Castro y el CENESEX. Yo no caí en la trampa de esa prensa mercenaria y compartí mis razones con los compañeros y compañeras que me escucharon con cariño. “La vida es necesaria con irreverencia”, decía en Chile nuestra querida e inolvidable Gladys Marín, valorando generosamente las acciones de “El Che de los Gays”.

Relato este episodio porque puedo dar fe del trabajo respetuoso de los amigos y amigas del CENESEX, especialmente de Mariela Castro Espín que más allá del legítimo dolor e incomodidad que le provocó ver la foto del Che muerto en una marcha pública de la diversidad sexual en La Habana, comprendió el sentido más político y profundo de mi loca puesta en escena, abriendo siempre caminos de diálogo fraterno e internacionalista en una asediada revolución de derechos que se construye y reconstruye cada día. Tiempo después Mariela estuvo en Chile y junto a otros activistas de la diversidad sexual local compartimos con ella estas locas vivencias, proyectando las luchas de la comunidad LGBTI de Cuba y Chile. Desde los años 70 con el presidente Salvador Allende en la Moneda que la amistad entre Chile y Cuba forma parte de nuestra historia política y eso incluye la historia de los movimientos de la diversidad sexual.

La marcha “independiente”

Los lamentables hechos acontecidos en la autodenominada marcha “independiente” LGBTI cubana del pasado sábado 11 de mayo aparecen como contracaras de un complejo proceso de cambios y transformaciones que vive e impulsa la comunidad LGBTI en Cuba. Si bien se trató de una marcha o caminata que podría entenderse como legítima e incluso justa debido a la polémica cancelación de la Conga Cubana oficial, su convocatoria, sus organizadores y la repercusión mediática que animó la prensa internacional nos hacen sostener que se trató de una puesta en escena estudia y preparada, no desde el CENESEX, sino desde la Embajada de Estados Unidos en La Habana, oficina que no trepido en enviar a sus diplomáticos a cubrir y participar de la marcha “independiente”. La misma Embajada de Estados Unidos en La Habana se desenmascaró públicamente escribiendo en su cuenta oficial de Twitter: «Observamos de cerca que #LaMarchaAlternativa comenzó pacíficamente, pero luego hubo detenciones agresivas. El régimen le niega al pueblo cubano sus derechos fundamentales. Estamos con el pueblo de #Cuba».

La descarada declaración de la diplomacia imperialista del gobierno de Donald Trump dice «estar con el pueblo de Cuba» pero omite que los Estados Unidos mantiene y profundiza un condenable e inhumano bloqueo económico de casi 60 años que no castiga solamente al «régimen» cubano, como llaman en USA a la Revolución Cubana, sino a todo un pueblo. Un condenable bloqueo económico que Trump quiere ampliar hasta lo inimaginable, incluyendo un criminal e inédito bloqueo marítimo alrededor de Cuba, la isla mayor de las Antillas.

Desde mis redes sociales hice ver esta operación política transnacional confirmada por confiables chequeos e informaciones recibidas desde La Habana, desatando diversos comentarios, críticas y condenas a mi derecho a la expresión crítica, la misma libertad que exigen mis detractores pero que no aplican ni reconocen para otros. La noche del 11 de mayo, luego de ver diversos videos, fotos e imágenes, estudiar los perfiles públicos de los organizadores y recabar antecedentes desde Cuba, Chile y Argentina, escribí mi legítimo parecer en Facebook, siendo replicado directamente por Mariela Castro Espín. Mi texto, convencido e informado, decía: “Los avances en derechos de las comunidades LGBTI tienen siempre contradicciones. Se avanza sostenidamente, se detiene momentáneamente y a veces parece como que se retrocede. Las imágenes de la marcha de la diversidad en las calles de La Habana de este sábado 11 de mayo de 2019 esconden no solo el deseo legítimo de mayores espacios de derechos para todos y todas sino la puesta en escena de una orquestada operación que busca cuestionar el trabajo señero e imprescindible del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba CENESEX. La libertad que se demanda públicamente aparece hermanada con el apoyo a la invasión de USA en Venezuela y la desestabilización política – mediática de los gobiernos de izquierdas en América Latina y el Caribe. Los imborrables colores de nuestro arcoíris se pintan con brochas orgullosamente antiimperialista”.

Escrito con información certera, contrastando los titulares de la prensa internacional, reconocí y valoré el importante trabajo del CENESEX, transformando mi parecer en un muro de lamentos, críticas y acusaciones apresuradas e infundadas como aquellas que señalaban que justifiqué violencia y detenciones. Nada más lejos que argumentar y avalar detenciones como lo he reclamado siempre en Chile cuando se detiene arbitraria e injustamente a estudiantes, jóvenes, mujeres y mapuches. Nada ni nadie justificó ni avaló las detenciones; ni el CENESEX, ni Mariela Castro, ni Vicente Feliú, ni Silvio Rodríguez, mucho menos los activistas LGBTI del mundo que vemos (y sentimos) con preocupación cómo se busca desacreditar el trabajo histórico del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba y el liderazgo virtuoso de Mariela Castro Espín.

Nada ni nadie justifica ni avala detenciones así como no justificamos ni avalamos que las banderas del arcoíris sean utilizadas por declarados opositores anticomunistas que usan y abusan de nuestras agendas de transformación social-sexual para favorecer e impulsar las actividades de la oposición externa e interna cubana. Resulta reprochable que una legítima manifestación por los derechos LGBTI en Cuba sea manipulada por los detractores de la Revolución Cubana y del Centro Nacional de Educación Sexual esperando –ilusamente- socavar el trabajo arduo, señero e inteligente de Mariela Castro Espín que, enfrentando dolorosas expresiones publicadas contra CENESEX y su liderazgo, dialogó en el programa “Mesa Redonda” de la televisión cubana, reafirmando los principios emancipadores de la Revolución Cubana.

Francisco Rodríguez Cruz, periodista LGBTI de Cuba, activo bloguero e importante activista de la diversidad sexual en la isla, escribió una sentida columna en su blog personal, llamado “Paquito el de Cuba”, lamentando los hechos y señalando textual: “La negativa repercusión de estos hechos demostró que la marcha no fue un éxito como dicen quienes defienden más sus agendas antigubernamentales que nuestros derechos como personas LGBTI, sino un grave error que podríamos llegar a pagar con un costo muy alto de desuniones, extremismos y retrocesos en futuros procesos de diálogo, sino somos capaces de analizar críticamente lo acontecido y extraer así lecciones para superarlo”.

Yo al igual que “Paquito”, asumiendo ataques e incomprensiones por recelar abiertamente las motivaciones de los organizadores del evento y realizar un análisis crítico de las repercusiones políticas-públicas del espectacularizante hecho público, decidí tomar abierta posición frente a una nueva agresión a la Revolución Cubana y a todo su valiente pueblo. Habría sido más sencillo y cómodo guardar silencio disfrutando del confort capitalista local como lo han hecho compañeros activistas y organizaciones de la diversidad sexual que prefieren la neutralidad política e ideológica.

No es tiempo de neutralidades, ni de dudas, ni de silencios, mucho menos de temor a denunciar los zarpazos del imperio infiltrado en nuestras diversas luchas culturales y sexuales. En el actual escenario político e ideológico regional, cuando el gobierno norteamericano busca meter sus narices y tropas militares en Venezuela, siendo nuestra querida Cuba el objetivo final, levanto la voz para advertir la utilización de múltiples estrategias imperialista desestabilizadoras, entre ellas enarbolar las banderas de la diversidad sexual, ansiando destruir las utopías revolucionarias de los gobiernos de izquierdas en América Latina y el Caribe en tiempos de avance de las derechas en la región.

Desde Santiago de Chile, recordando y agradeciendo la generosa e infinita solidaridad del pueblo cubano con nuestro propio pueblo en tiempos pasados, envío mi cómplice cariño a todos aquellos hermanos y hermanas, compañeros y compañeras cubanas que luchan cada día por defender una valerosa travesía revolucionaria. Ha llegado la hora de levantar y agitar con más fuerzas las banderas del arcoíris pero pintadas con orgullosos e imborrables colores antiimperialista.

Víctor Hugo Robles, El Che de los Gays