«Independencia Constituyente»: el poder al territorio

La revuelta social y las masivas movilizaciones ciudadanas de las que hemos sido testigo han hecho explícito el agotamiento de nuestro modelo de democracia. La acumulación paulatina de malestar ha tenido como consecuencia una profunda crisis de confianza a todo el sistema político, hasta sus mismas raíces constitucionales.

Sin embargo, la crisis de legitimidad que enfrenta el sistema ha traído consecuencias profundamente democratizadoras; se ha politizado y revalorizado la necesidad de mayor y mejor democracia. Se comienzan a identificar y reconocer otros espacios de participación política, que emergen de las calles, los barrios, las asambleas autoconvocadas, las juntas de vecinos e incluso clubes deportivos, espacios donde el pueblo organizado es el verdadero protagonista de las decisiones.

Al comienzo de este nuevo ciclo político, que aún no termina de nacer, los gobiernos locales tuvieron un rol muy importante al ser catalizadores de un camino institucional para superar la crisis, siendo el proceso de consulta ciudadana un antecedente directo al plebiscito, y a raíz del cual nace el 7 de noviembre de 2019 el proyecto de “Independencia Constituyente”, teniendo como primer objetivo ponerse a disposición de las conversaciones que estaban desarrollándose en el territorio, entregando el apoyo y herramientas técnicas que fueran necesarias.

Posteriormente, y ya con el proceso constituyente en marcha, se hizo urgente encontrar una forma de llegar a los territorios con material que, en un lenguaje cotidiano, permita a cualquier persona conocer los conceptos básicos para involucrarse en el debate constitucional. En un país donde la educación cívica ha sido dejada de lado, surge nuestro “Manual Constituyente”, único material gratuito de estas características en versión impresa y descargable, lanzado de manera virtual durante la pandemia con la participación de expertos y expertas en diversas temáticas, dirigentes sociales y actores relevantes del estallido social.

La democracia, entendida como la efectiva incidencia de las mayorías en las decisiones políticas, es esencial pues representa un cambio de paradigma, donde entendernos como comunidad, como un nosotros y nosotras, permite la acumulación de fuerzas necesarias para lograr las transformaciones estructurales que nuestra sociedad requiere.

Es por esto que no podemos esperar a que termine la redacción de un nuevo texto constitucional para inaugurar una nueva forma –más sana y más plena– de relacionarnos políticamente. Este es el momento para construir desde nuestros espacios la democracia participativa del futuro, una cercana, abierta a las experiencias cotidianas de las personas, que sepa escuchar y abrir instancias de diálogo desprovistos de imposiciones verticales, sin miedo a la diversidad o al pensamiento crítico y que habilite el desarrollo del poder ciudadano. Sólo así podrá mejorar la forma en que nos organizamos, nuestra representación y el resultado del proceso constituyente. Ese es el desafío de Independencia Constituyente para este periodo en conjunto con una red de colaboradores y colaboradoras, que buscarán acompañar un nuevo ciclo de cabildos en el territorio, poner a disposición la realización de talleres sobre temas de interés específico y desbordar las fronteras de la comuna de Independencia, para ver reflejado este modelo de construcción política en otras comunas del país.