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¿Dónde está Giorgio?

Por: Cristián Zúñiga | Publicado: 05.12.2020
¿Dónde está Giorgio? | AGENCIA UNO
En la crisis por la que parece atravesar Revolución Democrática y el Frente Amplio, Jackson ha optado por mantenerse silente y distante. En las redes sociales se le ve poco participativo. Desde el comienzo de la revuelta social es que Giorgio anda algo distante. De hecho, no quiso aparecer en la histórica foto del acuerdo por la Nueva Constitución, aun cuando fue clave en la obtención de dicho pacto. Es probable que Giorgio no se sienta cómodo con sus bases partidarias que le exigen hacer la revolución de verdad.

Esta semana la directiva de Revolución Democrática salió a confirmar las renuncias de dos de sus parlamentarios: Natalia Castillo y Pablo Vidal. Ambos oficializaron ante el Servel sus salidas debido a diferencias de fondo con la actual conducción del partido.

Lo cierto es que las discrepancias de ambos parlamentarios con la actual directiva tendrían que ver con la inminente alianza entre el Frente Amplio y el Partido Comunista para conformar una lista a la Convención Constitucional y, por supuesto, para apoyar la candidatura presidencial de Daniel Jadue. Esta alianza con el PC (incluido el acuerdo de primarias para gobernadores regionales) terminó por remecer no sólo a RD, sino que al Frente Amplio en su totalidad, pues el Partido Liberal estaría renunciando al conglomerado opositor por las mismas razones que lo hacen Vidal y Castillo.

Y es que para RD, joven partido nacido desde el movimiento estudiantil del 2011, llevar a la revolución como nombre en realidad nunca pasó por la devoción que sus fundadores sintieran hacia esta categoría que supone el cambio de un orden por otro que resulta destruido. Es decir, la revolución como aquella ruptura que parte al tiempo en dos no fue desde donde se inspiraron Miguel Crispi, Sebastián Depolo y Giorgio Jackson, cuando el año 2012, desde el GAM, anunciaron la creación de este movimiento.

Por el contrario, la llegada de RD aparecía como un bálsamo para el sistema de partidos políticos que, hasta ese momento, comenzaban a navegar en las tormentosas aguas de la actual crisis institucional. Entonces, aparecían en escena un grupo de jóvenes, recién egresados de las universidades de Chile y Católica, cuyas banderas de lucha tenían que ver con las regulaciones que la modernidad reclamaba en las esferas del trabajo, la distribución de beneficios y en los derechos de tercera generación.

El primer gran ensayo de RD se dio en la emblemática comuna de Providencia. Allí fue que, hábilmente, Giorgio puso sus fichas en una vecina de apellido Errázuriz para disputarle la alcaldía al pinochetista Labbé. La historia es conocida: la independiente Josefa Errázuriz fue alcaldesa de Providencia, primera autoridad que ganaba bajo el paraguas de RD y el joven movimiento pasaba a participar de la administración de una de las más importantes comunas del país. El debut no fue bueno. La vecina Errazuriz careció de muñeca política y le quedó grande el poncho de la administración pública. Giorgio, al ver el inevitable ocaso de la Pepa, prefirió abandonar el buque municipal y apuntó hacia el Parlamento.

Para entonces, Giorgio tenía constituido un movimiento con seguidores en todo el territorio nacional y anunciaba su candidatura a diputado como independiente por Santiago. Pero no se trataba de cualquier independiente, pues recibiría el apoyo de los partidos de la Nueva Mayoría, quienes decidieron no presentar postulantes por aquel distrito. El 17 de noviembre de 2013 Jackson era elegido diputado con el 48,17% de los votos de su distrito. Cuatro días después, aparecía públicamente entregando su apoyo a la candidatura presidencial de Michelle Bachelet, en representación de su partido Revolución Democrática.

Luego RD ocuparía cargos claves en el Ministerio de Educación de Bachelet: Miguel Crispi aparecía como asesor del ministro Nicolás Eyzaguirre y Gonzalo Muñoz, como jefe de la división de Educación General. El movimiento RD se constituía en un partido que disputaba el poder en la cartera donde se iba a realizar la más importantes de las reformas prometida por la presidenta socialista. Al mismo tiempo, Jackson, comenzaba a tejer redes desde el Parlamento y, en poco tiempo, demostraría ser un diputado con prestigio en círculos progresistas de Estados Unidos y Europa.

Para entonces, Giorgio ya respiraba como animal político. Tanto así que, aun sin cumplir los 30 años de edad, fue capaz de ir y buscar una candidata presidencial para el Frente Amplio. Una que, por supuesto, estuviera disputando la banda presidencial hasta que Jackson cumpliera los 35 años que la ley exige para ser candidato a Presidente. Entonces irrumpe Beatriz Sánchez y su candidatura estuvo a menos de 2 puntos de pasar a segunda vuelta.

En poco tiempo, Giorgio demostraba poseer, como pocos en la arena política, la habilidad del buen buen navegante. Ese que, sin tanta estridencia panfletaria, entendía que el poder se amasa y posee tiempos de cocción.

Quizás por lo mismo es que, en la actual crisis por la que parece atravesar Revolución Democrática y el Frente Amplio, Jackson ha optado por mantenerse silente y distante. En las redes sociales, se le ve poco participativo. En realidad, desde el comienzo de la revuelta social es que Giorgio anda algo distante. De hecho, no quiso aparecer en la histórica foto del acuerdo por la Nueva Constitución, aun cuando fue clave en la obtención de dicho pacto.

Es probable que Giorgio no se sienta cómodo con sus bases partidarias que le exigen hacer la revolución de verdad. Esas bases que han ido encontrando conexión con aquella izquierda clásica que sigue diagnosticando el presente con ojos de siglo XX.

Cuesta imaginar a Jackson, un hombre de intelecto superior (él mismo que enfureciera a Bonvallet), concordando con el infantilismo evidenciado por el presidente del partido Comunes. Así como también cuesta imaginar a Giorgio haciendo reverencias a Guillermo Teillier en algún congreso del PC.

Puede que Giorgio esté esperando que se calmen las aguas, pues sabe que las izquierdas, cada cierto tiempo, padecen trastornos de realidad y creen ver revoluciones donde no las hay. Tiempo queda, aún le faltan dos años para cumplir los 35 requeridos por la ley. Por ahora muchos se preguntan: ¿y dónde está Giorgio?

Cristián Zúñiga
Profesor de Estado. Vive en Valparaíso.