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Opinión

El precio del agua

Por: Camila Musante | Publicado: 12.12.2020
El precio del agua Agua entra a Wall Street |
Lejos de regular el uso del recurso, será ahora el libre mercado el que oficialmente hará negocios con el agua como si de petróleo se tratase. Quienes defienden esta postura niegan la verdadera crisis que se encuentra tras la mega sequía, para poder así lucrar con el bien hídrico: el 60% de escasez de agua en Chile es causada por una mala gestión del recurso, aumento de demanda y el sobre otorgamiento de derechos de aprovechamiento de aguas.

El agua, la fuente de la vida en nuestro planeta Tierra, comenzó este lunes a cotizar en el mercado de futuros de materias primas debido a la escasez de este bien, cuyo precio fluctuará ahora como lo hacen el petróleo, el oro o el trigo, según informó el CME Group.

Graves problemas de acceso al agua ya aquejan a millones, en un planeta en el que China y Estados Unidos son los principales consumidores del mundo de agua y donde, según Naciones Unidas, 2.000 millones de personas viven en países con graves problemas de acceso al agua. Mientras tanto, se espera que en los próximos años dos tercios del planeta experimenten escasez de agua y millones de personas verse desplazadas por ello.

La explotación excesiva de este recurso por el sector primario, la industria y el consumo humano, así como el cambio climático, han llevado a que sea cada vez más escaso.

Pero esta medida, que ha sido planteada por un sector como una “solución a la crisis de escasez”, adhiere a simples reglas del mercado y está lejos de resguardar la vida de las personas. Estos intercambios de concesiones entran en flagrante contradicción con las bases con las que se administra un bien público: lejos de regular el uso del recurso, será ahora el libre mercado el que oficialmente hará negocios con el agua como si de petróleo se tratase. Quienes defienden esta postura niegan la verdadera crisis que se encuentra tras la mega sequía, para poder así lucrar con el bien hídrico: el 60% de escasez de agua en Chile es causada por una mala gestión del recurso, aumento de demanda y el sobre otorgamiento de derechos de aprovechamiento de aguas.

El 70% de la superficie del planeta está cubierta por agua; 2,5% corresponde a agua dulce y 0.62% al agua disponible para consumo humano, agrícola e industrial. Seremos más de 9 mil millones de habitantes para el año 2050, y eso resume el tamaño del desafío, según Yolanda Martínez, representante del BID en Chile. Por ello, la necesidad de cambiar el enfoque actual de la gestión del agua, identificando los factores clave que pueden poner en riesgo el recurso, aparece como una urgencia para el país ante los posibles impactos en la disponibilidad del recurso y en nuestro desarrollo económico.

La crisis del cambio climático se expresa de forma nítida en el agua y supone mayores complejidades de coordinación; es más ambigua y hay una carga política de por medio. Existe una necesidad país de generar trayectorias de desarrollo circular desacopladas del uso de recursos y de bajo impacto medioambiental, o sea, que sean de crecimiento sostenible.

Los problemas de brechas y riesgo hídrico en las cuencas se originan en fallas sistemáticas en la gestión del agua y su gobernanza, incluyendo falta de transparencia del mercado del agua a dicho nivel; la descoordinación entre las instituciones que restringen o permiten la gestión del recurso hídrico; una limitada fiscalización a los usuarios; y una información limitada, fraccionada y contradictoria sobre los recursos hídricos que genera desconfianza entre los actores.

Hay que pensar en cómo proyectar la gestión en un escenario distinto, sustentable y participativo para con todos los actores territoriales. Esto requiere de acciones y miradas que hoy son perfectamente aplicables para hacer cambios profundos. Solucionar la crisis hídrica pasa por redefinir la institucionalidad a nivel constitucional, modificando de raíz el paradigma bajo el cual se rigen los protocolos de uso y gestión integrada de recursos hídricos, así como el acceso a información sobre los mismos.

La clave de todo está en poner la problemática hídrica en las prioridades de la agenda pública del país, sobre todo ad portas de un cambio constitucional cuyo órgano ejecutor mucho puede decir (y zanjar) al respecto. Han de movilizarse soluciones concretas para reducir las brechas que viven los territorios, y no caer en el facilismo mercantil como si fuera la única receta para aplacar los impactos de una gestión que ya fue suficientemente mercantilista para los tiempos que corren.

Camila Musante
Abogada. Precandidata a la Convención Constitucional Distrito 14.