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Opinión

Y el Óscar es para…

Por: Ericka Ñanco | Publicado: 12.01.2021
Y el Óscar es para… |
Tal vez existe una necesidad urgente del gobierno en poner al centro de la desgracia nacional a la comunidad de Temucuicui, haciendo creer de manera ilusoria la instalación de una nueva “Legua emergencia” con narcoterroristas, digna de libreto de Hollywood, pero en Ngulumapu. Entonces, ¿para quién es el Óscar?

Según las encuestas, la aprobación a este gobierno se encuentra a ras de suelo debido al mal manejo de la pandemia tras el estallido social. Es así, como en este tipo de situaciones desesperadas surgen coyunturas que tienden a desviar la atención, amparándose en el conocido discurso de la “unidad nacional” frente a un enemigo interno descontrolado, violento, altamente armado y organizado.

Esta ha sido la tónica desde que Sebastián Piñera declaró la guerra a un “adversario poderoso”, dispuesto a destruirlo todo, basado en ese conocido informe de la ANI donde advertían que la desestabilización en el país la produjeron dos mil infiltrados de la inteligencia venezolana junto a fanáticos del K-pop.

Hoy, eso lo vemos replicado en La Araucanía, con la intervención político-militar encabezada por la fiscalía y apoyada por el Ministerio del Interior, ejecutada por ambas policías y custodiada en un amplio anillo de seguridad por el Ejército, con la justificación de perseguir el supuesto narcoterrorismo establecido en Ngulumapu.

Pero analicemos los datos. Según el último informe 2020 del observatorio de narcotráfico, las regiones con más incautaciones de cocaína y marihuana durante el 2019 son Tarapacá (8.230), Metropolitana (6.807) y Antofagasta (5.545), seguidas de O´Higgins (4.787), Arica y Parinacota (1.805) y Valparaíso (1.624), ubicándose La Araucanía en undécimo lugar (215). Una cifra insignificante al compararse con las primeras tres regiones, donde el decomiso de droga por año es brutal, más aun considerando que se combate el narcotráfico en Ngulumapu, cuando el problema real no está aquí.

¿Para qué entonces enviar al ERTA de Iquique a La Araucanía? ¿Acaso algún informe de la ANI habrá advertido al gobierno, la fiscalía y la policía que la hija de Camilo Catrillanca, con sólo siete años, es una poderosa narcoterrorista de Temucuicui? ¿Se autoconvencerán en su película dramática de que en la comunidad vive el «Viktor But» mapuche? ¿Qué tan cruel seguirá siendo el guion del gobierno para hacer caso omiso a las demandas históricas de un pueblo?

Consideremos que se han invertido más de 15 mil millones de pesos desde 2015 hasta la fecha solo en el mantenimiento de las policías que están a cargo del orden público en la supuesta zona roja, situación que, por cierto, está siendo investigada por la fiscalía en el caso denominado “Viáticos étnicos” de Carabineros. Tal vez existe una necesidad urgente del gobierno en poner al centro de la desgracia nacional a la comunidad de Temucuicui, haciendo creer de manera ilusoria la instalación de una nueva “Legua emergencia” con narcoterroristas, digna de libreto de Hollywood, pero en Ngulumapu. Entonces, ¿para quién es el Óscar?

La situación es insostenible. Urge una reforma estructural tanto a Carabineros como a la Policía de Investigaciones, porque mientras los altos mandos continúen desentendiéndose del sádico actuar de quienes integran sus filas, seguirán vulnerándose los Derechos Humanos y de los niños en esta despojada Araucanía.

Ericka Ñanco
Vocera de la Asamblea de Mujeres del Ngulumapu y candidata a constituyente por el D23 de La Araucanía.