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La educación es un derecho: no más subsidiariedad

Publicado: 25.01.2021

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El pasado 17 de enero, la ex ministra de Educación y actual candidata constituyente, Marcela Cubillos, sostuvo que «no hay subsidiariedad sin solidaridad».

Como profesora, observo lo que le ha hecho el modelo subsidiario a la educación pública y me permito preguntar: ¿dónde está la solidaridad de un modelo que hace del Estado un mero regulador de la actividad entre privados? ¿Dónde hay solidaridad si nuestra educación segrega a los estudiantes según su capacidad de pago y abandona la educación pública para favorecer al sector privado, sosteniendo el lucro en la educación? ¿Dónde hay solidaridad si la mayoría de las escuelas carecen de infraestructura adecuada, si el trabajo docente sigue siendo precario y lleno de agobios? ¿Dónde hay solidaridad si la pandemia dejó al descubierto que el derecho a la educación en Chile depende del tamaño de tu bolsillo, si el acceso a la conectividad es un lujo en zonas rurales y pasamos un año haciendo clases virtuales sin solución al problema de conectividad y disponibilidad de dispositivos electrónicos?

Marcela Cubillos sostiene que respecto a la Nueva Constitución hay que «mantener y fortalecer la libertad para emprender y la no discriminación arbitraria en materia económica». En esa sola frase se ilustra una de las principales disputas que tocará dar en la Convención Constitucional: la de repensar el rol del Estado y transformar en derechos sociales aquellas dimensiones de la vida hoy mercantilizadas en favor del lucro de unos pocos.

Como profesora feminista, creo que este proceso constituyente debe tener como protagonistas a la gente que dijo basta y que quiere transformaciones profundas, y quienes lleguen a la Convención tienen que comprometerse con el futuro en lugar de defender aquello que ya existe y que tanta injusticia nos ha dejado.

El 2006 lo dijimos y ahora lo reafirmamos: la educación es un derecho y NO un privilegio. Vamos a llegar a la convención a defender el derecho a una educación pública, gratuita, de calidad, intercultural y no sexista. Vamos a dignificar el trabajo docente y todos los trabajos. Vamos a transformar Chile.

Defenderemos un Estado que cuide, proteja y garantice la vida digna, que garantice la realización del derecho y no solamente el acceso al mercado. Vamos a poner en el centro la dignidad de la vida.

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