Sociedad indolente: ¿cuándo mujeres, niños, niñas y adolescentes seremos sujetos de derecho?

¿Qué se me viene a la mente cuando veo que un concejal en ejercicio emite comentarios como: “Si usted es padre o madre de una mujer menor de edad, contrólela, enciérrela. No le dé libertad de hacer lo que ella quiera”? Pienso en lo mucho que nos falta como país. Pienso en lo arraigada que está la violencia de género en nuestra sociedad. Pienso en lo fácil que es culpar a la mujer de todos sus males y no hacerse responsable de los propios actos. Pienso que, en mentalidad, en algunos lugares seguimos en el año 1900 y, tanto las mujeres como los niños, niñas y adolescentes (NNA), no son vistos como sujetos de derecho. Lo pienso y lo siento muy, muy profundamente. Me activa una rabia que no sé a dónde dirigir y pienso en todos y esos NNA que están siendo vulnerados y vulneradas hoy, en este momento, a vista y paciencia de tantos adultos que no han abierto los ojos, que no han dejado de normalizar la violencia sexual. Pienso también en qué hacemos para sanar a esta sociedad enferma. Esta sociedad que no protege a sus NNA ni sana a sus adultos. Pienso en qué sociedad estamos proyectando. A dónde queremos llegar si no somos capaces de abrir los ojos.

A esta sociedad tal como está, no es la que yo quiero. Quiero una sociedad, al menos en lo que a ese tema respecta, que respete a todos los individuos, donde el consentimiento y la responsabilidad sexo-afectiva sea central. Creo que es tiempo de abrir los ojos y asumir nuestra responsabilidad, tanto por acción como por omisión.

Creo que la educación es el primer paso para abrir los ojos. Hay que dejar de normalizar. Hay que dejar de creer que, si no me toca a mí, no ocurre. Imploro que como adultos nos hagamos responsables, que nos esforcemos por cambiar esta cultura donde unos valen más que otros. Que seamos conscientes de nuestros privilegios, ya sea el ser adulto, el ser hombre, el tener un nivel socioeconómico acomodado, etc. Seamos conscientes que son privilegios y que esa no es la realidad de todos. Y hagamos algo al respecto. Por favor, eduquémonos y eduquemos a los demás. Sólo así esta sociedad podría empezar a tener algo de esperanza.