El audio de la Miss

“Tengo un Ipad colgado en la sala para que los estudiantes en la casa vean”, “tengo un proyector para el PowerPoint para los que están en clase lo vean. Además, tengo que conectar mi computador a un parlante para que los niños en la casa me puedan hablar y yo los escuche”, relataba la profesora del colegio Mayflower, protagonista del audio viralizado en redes sociales, hace un par de días atrás.

Si hubiésemos podido husmear en los hogares de los docentes y familias durante el 2020, habríamos visto como un sinnúmero de utensilios domésticos corrientes y olvidados fueron utilizados para armar improvisados sets de televisión. O cómo distintos rincones de los hogares fueron transformados en salas de estudio y trabajo, por parte de estudiantes y padres que debían ingeniárselas para seguir funcionando. Como ve, nada muy distinto a lo que nos toca vivir con el retorno a clases este 2021.

“Miss, Miss, Miss, Miss, Miss, Miss…”, repetían de manera incesante los alumnos desde las casas a la profesora, quien –en un acto casi circense– intentaba atender a también a los de la sala presencial. ¿Estamos frente a un caso de falta de prudencia por parte de la profesora que relata una de sus clases? ¿O más bien se trata de una vívida radiografía de lo que sucede con nuestras clases en estos nuevos formatos? Podríamos discutir sobre la forma y calificativos ocupados en algunos pasajes del audio (el cual fue grabado y enviado en un contexto privado y de confianza, dicho sea de paso), pero, más que enfocarse en los términos utilizados por la profesora (cargados de emoción y frustración, por cierto), lo relevante es centrase en la discusión de fondo: los desafíos que están enfrentando las comunidades escolares hoy, sobre todo, sus docentes.

El audio es genial. Porque en tan sólo 3 minutos, es capaz de resumir –con una claridad admirable– lo que una profesora está viviendo recién iniciado el año escolar, bajo un sistema que, a todas luces, pareciera no estar funcionando. Y yo me pregunto: si un colegio particular pagado, con todas las oportunidades y recursos para sostener un sistema híbrido de calidad, tiene esta clase de problemas, ¿qué queda para una escuela que no cuenta siquiera con los recursos técnicos de conectividad (por segundo año consecutivo), para afrontar un sistema semipresencial?

No olvidemos que apenas van 2 semanas (¡nos quedan 9 meses y medio más!). Urge corregir, fortalecer y apoyar a todas las comunidades en su conjunto. Pero, en especial, a nuestros profesores y profesoras. Porque son ellos quienes, al final del día, sostienen todo este frágil sistema. Y hablando de apoyo, quizás, antes de mandar ese correo de reclamo a las 8:01 porque la clase de las 8:00 aún no comenzó, acordémonos de la Miss del audio. Tal vez, el profesor(a) de su hijo(a) está luchando con la conexión a internet. O, a lo mejor, recién termina de aplicar alcohol gel a los que están en la sala.

Tal vez, antes de comprar sofisticados sistemas para la transmisión de clases, los sostenedores y equipos directivos podrían probarlos, para que se transformen efectivamente en soluciones y no en indescifrables obstáculos. Este audio llega a tiempo. Porque es ahora en marzo, justamente, cuando se necesita diagnosticar, para saber desde dónde partir, qué corregir y, sobre todo, cómo acompañar. Afortunadamente, comenzamos este año 2021 con el mejor diagnóstico. Uno cargado de realidad y honesto esfuerzo: el audio de la Miss.