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Opinión

Forestal Arauco: depredación ambiental y “greenwashing”

Por: Camilo Godoy Pichón | Publicado: 20.09.2021
Forestal Arauco: depredación ambiental y “greenwashing” Forestal Arauco, auspiciador de la selección chilena |
Recordemos que la expansión forestal fue un rubro explotado desde la dictadura, cuando el hoy procesado Julio Ponce Lerou se hacía director de Conaf, en su calidad de ex yerno del dictador. De ahí en adelante, la historia es conocida: se propició la plantación de miles de hectáreas de pinos y eucaliptus (subvencionadas por el Estado, a través de una ley), sobre todo entre las regiones del Biobío y de la Araucanía, generándose una reducción significativa del bosque nativo, que ha llevado a una escasez hídrica en las regiones de mayor concentración forestal, pérdida de la fauna endémica y un aumento de la pobreza.

Los últimos enfrentamientos de la selección chilena han tenido a un “flamante” auspiciador: Forestal Arauco, cuya imagen pública, con bastante sobreexposición en términos de imagen, descansa en la idea de la “protección del medioambiente”. Este convenio entre la selección nacional y Arauco data del 15 de enero de 2019 y ha posicionado a la empresa en un lugar estratégico, de alta visibilidad mediática. Sin embargo, si miramos un poco más la historia de dicha Forestal, veremos que dichos movimientos comunicacionales son un claro lavado de imagen frente a los graves daños socioambientales que su accionar ha producido y sigue produciendo.

Recordemos que la expansión forestal fue un rubro explotado desde la dictadura, cuando el hoy procesado Julio Ponce Lerou se hacía director de Conaf, en su calidad de ex yerno del dictador. De ahí en adelante, la historia es conocida: se propició la plantación de miles de hectáreas de pinos y eucaliptus (subvencionadas por el Estado, a través de una ley), sobre todo entre las regiones del Biobío y de la Araucanía, generándose una reducción significativa del bosque nativo, que ha llevado a una escasez hídrica en las regiones de mayor concentración forestal, pérdida de la fauna endémica y un aumento de la pobreza.

Esto último fue señalado por Anderson y otros, quienes en su investigación de 2016 concluyeron que la expansión de la industria forestal en el sur de Chile trajo de la mano un aumento de la pobreza en el periodo 2001-2011. Otra investigación más reciente concluye, al observar datos de las regiones entre O’Higgins y Los Lagos y entre los años 1997 y 2015, que “la expansión forestal no ha aumentado los ingresos de la población, ni ha reducido el desempleo. Por el contrario, su crecimiento está vinculado al aumento de la pobreza y la desigualdad de ingresos entre la población indígena y no indígena (Nahuelpán et al, 2021). Otros investigadores han demostrado los efectos nocivos de la expansión forestal sobre las costumbres y las prácticas rituales de los mapuche de los territorios donde se emplazan (Fernández Anabalón, 2015). La misma expansión forestal ha estado ligada a una persecución étnica sobre quienes reivindican sus derechos sobre estas tierras que, en tanto territorios ancestrales, les pertenecen.

Junto con exponer lo anterior, cabe recordar también algunos momentos de la historia reciente que reflejan el accionar de Forestal Arauco: en 2004, la Planta Valdivia de celulosa de dicha compañía provocaba un desastre ecológico en el Santuario de la Naturaleza Carlos Andwanter, que significó la muerte de cientos de cisnes de cuello negro. Posteriormente, en 2014, la empresa vertió 27,1 metros de licor verde (químico usado para el procesamiento papelero) al río Cruces, generando la muerte de más de 2.000 peces.  Además de haber estado involucrada en la muerte del trabajador Rodrigo Cisterna, quien trabajando en la empresa fue acribillado cuando se manifestaba con sus compañeros por mejoras laborales. Arauco ha sido muy resistida en sus territorios, principalmente por la ampliación de sus operaciones sin considerar el Convenio 169 de la OIT y la opinión de las comunidades. Esta ampliación se ampara en la supuesta mitigación del cambio climático y se justifica en lo supuesta no pirogenia (no inflamabilidad) de los pinos y eucaliptus. Ambos supuestos han sido rotundamente desmentidos por las investigaciones científicas [véase Lewis et al (2019) (https://www.nature.com/articles/d41586-019-01026-8) y González et al (2020) (https://www.cr2.cl/wp-content/uploads/2020/01/Informe-CR2-IncendiosforestalesenChile.pdf)].

Sin embargo, la página web de la empresa muestra ítems como “sostenibilidad” y un gran énfasis por aparecer como “verde”. Debemos entender, en este sentido, el concepto de greenwashing como una estrategia de marketing, que busca hacer parecer como sustentables a empresas que derechamente no lo son. En este sentido, se hace importante la contra-información, que invisibilizar o maquilla los impactos socioecológicos de la expansión forestal en nuestro país.

Camilo Godoy Pichón
Sociólogo. Investigador de la expansión forestal en el centro-sur de Chile y sus impactos.