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Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile

Por: Jorge Calbucura | Publicado: 14.11.2021
Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile Colonia Dignidad |
El Archivo Secreto de Colonia Dignidad no figura en la serie documental. Su contenido nos permite entender que los operadores actúan sobre la base de una mentalidad de superioridad, con fundamento en la baja estima por la dignidad de la vida humana del otro. La información de las fichas revela que la determinante de tal voluntad es la ideología nazi. Indagando en el Archivo Secreto de Colonia Dignidad, con asombro veo aparecer mi nombre. Me domina una triada de emociones: enojo, resentimiento e indignación; al mismo tiempo que me invade una sensación de estar del lado correcto de la historia.

A comienzos del mes de octubre a nivel global en Netflix se estrenó la serie documental Colonia Dignidad: Una secta alemana en Chile. Es la historia de un grupo de inmigrantes alemanes que bajo la dirección un predicador luterano alemán (formado en las juventudes hitlerianas), llamado Paul Schäfer Schneider, se establecen en Chile. Schäfer, tras ser acusado de abuso infantil, era un prófugo de la justicia alemana. Gracias a la ayuda del embajador chileno en Alemania se establece en Chile y se le concede el acceso a 3.000 hectáreas en la provincia de Ñuble donde funda la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad.

Tan sólo a nueve años de su fundación, la Sociedad Benefactora comienza su macabra historia. Luego del golpe de Estado de Pinochet pasa a ser un centro de detención, tortura y exterminio de militantes de la resistencia anti dictadura. Colonia Dignidad, transformada en una estructura paramilitar, trafica armas, crea y mantiene un centro de espionaje, secuestra niños chilenos y amedrentar a la población local.

Paul Schäfer, durante 36 años (hasta 1997), dirige la Sociedad Benefactora. Tras ser encausado por los tribunales chilenos por pedofilia, homicidio y tortura se da a la fuga. En 2005 es capturado en Argentina, tras ser declarado culpable de abusos a 25 menores de edad es condenado a prisión. En 2010 fallece en una cárcel de Santiago de Chile. Su muerte deja la impresión de disipar la gravedad de lo ocurrido; sin embargo, los relatos sobre las atrocidades cometidas en Colonia Dignidad presentan una realidad donde se mezclan versiones distorsionadas acerca de culpables y víctimas

El escenario de la trama de la serie está construido alrededor del crimen organizado más complejo de Latinoamérica: la violencia política institucional. La serie documental identifica su temática en correspondencia con la experiencia visual en torno a la otra rama del crimen organizado en Latinoamérica: el narcotráfico. La violencia política estatal de los años 1970 se relaciona con las tensiones políticas de la época, que inauguran una nueva fase de violencia institucional en América Latina y en Chile en particular, con la reactivación del nazismo internacional y su nexo con la dictadura de Pinochet.

El Tercer Mundo como estereotipo de visualidad, de modo conexo, contextualiza la situación sociopolítica de la violencia política y el narcotráfico como modelo de narrativa ficcional y propuesta de experiencia visual común con el Primer Mundo, así como para entender y promover la interacción con Latinoamérica. La serie identifica su temática en la conexión institucional relacionando al actual ministro de Justicia y Derechos Humanos de Chile, Hernán Larraín, en su rol de encubridor de las actividades criminales y terroristas de la colonia alemana.

Colonia Dignidad es un documental revelador sobre la reactivación del nazismo internacional. Dos secuencias interrelacionan este hecho. El primero es el establecimiento de una microsociedad, con el objetivo de preservar la pureza germana y de resucitar la Alemania nazi herida. Colonia Dignidad, bajo la fachada de institución benefactora cristiana, se establece en un lugar abandonado, que en poco tiempo lo transforman en habitable. Como alguien dice en la película: “Lo transformamos en Alemania, en un lugar bueno, muy fértil”. El régimen de microsociedad militarizada y nacionalista, así como sus relaciones políticas, permiten abordar la historia de este grupo como ejecutores de violaciones a los derechos humanos durante los largos años de dictadura militar. Esta segunda secuencia es un problema nacional, por sus repercusiones humanas y políticas, y por la responsabilidad de acciones y omisiones ante la ley.

En el centro del relato aparece el predicador: un megalómano que somete a sus fieles a un cautiverio psicológico. Así, muros adentro, emerge un colectivo –incluida la más alta jerarquía– sometido a un profundo lavado de cerebro. Se destaca que es la historia de un grupo en manos de un líder con habilidad para manipular y doblegar la voluntad. Con esta introducción, la negra historia de la Colonia Dignidad se diluye y deja de tener antecedentes ideológicos o religiosos. De esta manera, individuos y colectivo ya no son responsables de sus actos: son víctimas.

En Europa la explicación del retorno del nazismo es a partir de la perspectiva psicopolítica. Desde esta perspectiva, la violencia generada por la extrema derecha se entiende como “natural” y se justifica como cuestión de una estrategia de tensión intra o extra grupal. La perspectiva psicopolítica avala el perfil de sus protagonistas y corrobora el enfoque liberal de la supremacía racial del blanco, que por naturaleza no es violento ni terrorista.

La parte más política del documental muestra a través de los relatos de los miembros de la colonia los detalles sobre las atrocidades que cometieron. Todos ellos coinciden en que actuaron por obediencia a Schäfer. Es decir, la lógica argumentativa es psicopolítica. Como explicación apropiada al caso, denota la idea subyacente de la “banalidad del mal” de la filósofa alemana Hannah Arendt. Según la interpretación de Arendt, para Eichmann la palabra de Hitler era ley; de allí la irreflexión de quien comete crímenes actuando bajo órdenes, al ser incapaz de pensar en las consecuencias éticas y morales de sus propios actos. Según Arendt, la justificación de obediencia debida no lo libera de culpa, pero sí lo hace sujeto de una nueva forma de juicio.

Investigaciones de Amnistía Internacional y la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig, 1991) confirmaron que los colonos alemanes activamente colaboraron, como centro de detención, tortura y desaparición de militantes de la resistencia antidictadura durante la dictadura de Pinochet. Antecedentes adicionales revelan la participación e involucramiento en espionaje. El año 2005 se da a conocer el hallazgo de una parte del denominado Archivo Secreto de Colonia Dignidad con miles de fichas con información sobre militantes de la resistencia antidictadura. El dato más revelador de este archivo es el hallazgo de documentos con la transcripción de los interrogatorios a militantes de la resistencia realizados en Colonia Dignidad. Son los últimos testimonios en vida de personas que posteriormente fueron desaparecidas.

El Archivo Secreto de Colonia Dignidad no figura en la serie documental. Su contenido nos permite entender que los operadores actúan sobre la base de una mentalidad de superioridad, con fundamento en la baja estima por la dignidad de la vida humana del otro. La información de las fichas revela que la determinante de tal voluntad es la ideología nazi. Indagando en el Archivo Secreto de Colonia Dignidad, con asombro veo aparecer mi nombre. Me domina una triada de emociones: enojo, resentimiento e indignación; al mismo tiempo que me invade una sensación de estar del lado correcto de la historia. Sin embargo, vale considerar que todo espionaje es criminal: es un delito instrumental. Se espía para cometer otros delitos. Pero la reflexión común sabe que esta deducción no sólo tiene sentido para mí; por sus repercusiones humanas y políticas es un problema nacional.

  • 2003: la Corte de Apelaciones de Chile ratifica que la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad debe pagar indemnización a 11 jóvenes víctimas de abuso sexual. La actual gerencia que administra los bienes de la ex Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad se niega a pagar indemnización. Según su punto de vista, “víctimas no le pueden pagar a otras víctimas”.
  • En los Tribunales de Justicia chilenos, durante décadas se investiga a miembros de la Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad en causas por inhumación y exhumación de cadáveres. Hasta el momento no se ha dictado ninguna sentencia.
  • 2021: la ex Sociedad Benefactora y Educacional Dignidad es hoy una entidad comercial que funciona como hotel y centro turístico.

Este laberinto nos introduce en el límite incierto de las historias que hacen nuestra historia. Nos alerta sobre la prevención de la mirada hacia el pasado, en lugar de visualizar los posibles caminos del futuro.

Jorge Calbucura
Licenciado en Historia y doctor en Sociología. Coordinador del Centro de Documentación Mapuche Ñuke Mapu.