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Opinión

Una economía ecosocial en la Constitución

Por: Fernando Salinas | Publicado: 06.05.2022
Una economía ecosocial en la Constitución Tala en Calbuco |
La economía debe adecuarse a la sociedad, y no al revés. Tampoco se trata de instalar un modelo económico específico, sino establecer los principios y orientaciones generales que son consistentes con las normas que ya están aprobadas por más de 2/3 de la Convención Constitucional, con las que se está configurando una nueva sociedad, más inclusiva, solidaria y ecológica. Analicemos lo que ya se ha aprobado.

Estando ya avanzado el borrador de la nueva Constitución, este sábado se comenzarán a votar las normas relativas a las bases del sistema económico que estarán garantizados en la Constitución. ¿Qué sistema económico necesita Chile?

Lo primero que debemos decir es que la economía debe adecuarse a la sociedad, y no al revés. Tampoco se trata de instalar un modelo económico específico, sino establecer los principios y orientaciones generales que son consistentes con las normas que ya están aprobadas por más de 2/3 de la Convención Constitucional y a través de las cuales se está configurando una nueva sociedad, más inclusiva, solidaria y ecológica. Analicemos lo que ya se ha aprobado.

Respecto del Estado, se aprobó que «Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural y ecológico». También se estableció que es un Estado Regional, donde las regiones tendrán autonomía. Por otro lado, se aprobó que «la Naturaleza tiene derecho a que se respete y proteja su existencia» y también fue aprobado el «Principio de Buen Vivir» en que «el Estado reconoce y promueve una relación de equilibrio armónico entre las personas, la naturaleza y la organización de la sociedad».

Los principios económicos que aprobó la Comisión de Medio Ambiente, Derechos de la Naturaleza, Bienes Naturales Comunes y Modelo Económico, propuestos por los Eco-Constituyentes, y que serán sometidos al Pleno, están basados en los principios de la economía ecológica y son totalmente consistentes con la nueva forma de Estado y el Principio del Buen Vivir.

La economía ecológica es crítica de la economía neoclásica actual, en especial de su variante neoliberal, ya que en ella sólo se consideran factores económicos en la evaluación de los proyectos y la toma de decisiones. No se incluyen factores que no sean las fuerzas del mercado que buscan la maximización de las utilidades económicas.

Una visión ecológica de la economía tiene 4 grandes pilares: la ecología, la economía, la termodinámica y la ética. La ecología, como conocimiento sistémico de la vida en el planeta; la economía, como una ciencia social que debe adecuarse a las necesidades de la sociedad; la termodinámica, que nos indica las consecuencias físicas reales de los procesos de producción, distribución y consumo, como son la crisis climática y la contaminación; y la ética, que nos enfrenta a la reflexión sobre las futuras generaciones de los humanes y de tantos millones de especies. Por ello se dice que la economía ecológica es multicriterio, no sólo económico. A partir de estos pilares se deducen nuevas orientaciones para la economía.

Economía local y diversificada. Si queremos que el Estado sea realmente regional, las regiones deben tener autonomía en los temas que les competen, y para ello se necesita un alto grado de autonomía económica, por lo que el fomento de la economía local y diversificada, como política de largo plazo, es fundamental. Además, la economía local y diversificada, más los circuitos cortos en la distribución, disminuyen la huella ecológica.

El rol activo del Estado en la economía. Para que el Estado sea realmente social debe tener un rol activo en la economía, de distintas formas, pero activo; de otra manera es el mercado el que decide. Debe garantizar los derechos fundamentales básicos, como salud, educación, pensiones, vivienda, servicios sanitarios, etc.

Democracia participativa en los territorios. El Estado debe valorizar a los territorios y su participación en las decisiones locales y regionales que influyen en su vida, creando la institucionalidad y los mecanismos de participación respectivos.

Economía respetuosa de la Naturaleza. Para que el Estado sea ecológico, debemos respetar y proteger los derechos de la naturaleza y garantizar el derecho humano a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Debemos reducir la huella ecológica de las actividades económicas, por lo que el sistema de evaluación ambiental que autoriza los proyectos productivos debe ser multicriterio e incluir en sus protocolos de evaluación el total respeto y protección de las funciones y equilibrios dinámicos de la Naturaleza.

Estas cuatro orientaciones económicas responden a las necesidades de la nueva sociedad que se está empezando a escribir en la Constitución.

Fernando Salinas
Convencional constituyente de la Comisión de Medio Ambiente.