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Trabajo y personas trans: una cruda realidad

Por: Constanza Valdés | Publicado: 29.06.2022
Trabajo y personas trans: una cruda realidad Marcha del Orgullo 2022 | Agencia Uno
Que se haga realidad el cupo laboral trans será un paso importantísimo para una verdadera integración de las personas trans en el mundo del trabajo. Mientras todo esto no suceda, nos quedaremos en hitos, izamientos y lindos discursos frente a una cruda y triste realidad.

Desde hace varios años atrás, durante el Mes del Orgullo, las instituciones públicas y privadas han estado realizando diversos actos, conversatorios y charlas en torno a la importancia del “pride”, el orgullo y el respeto de los derechos de las personas LGBTIQ+. Izamientos de bandera, iluminación de frontis de instituciones con colores, firmas de compromisos y convenios, son algunas de las actividades que se han generalizado en este ámbito. Por otro lado, la venta de productos asociados con los colores del orgullo y el cambio de color de los logos por parte de grandes empresas se ha convertido en una práctica generalizada durante este mes.

En este contexto, por parte de personas y activistas LGBTIQ+, se han criticado algunas de estas actividades haciendo alusión a los términos de Pinkwashing y Tokenism, que se refieren al lavado de imagen de instituciones en torno a las personas LGBTIQ+ y la instrumentalización de éstas para proyectar una imagen de inclusión, respectivamente. Al respecto, se han generado diversas problemáticas, en especial la incorporación de personas trans, siendo una de las poblaciones más discriminadas y marginadas en dichas instituciones públicas y privadas. Desde ahí considero que es importante problematizar el asunto.

Hitos de avances, por mencionar algunos, se han ido instalando durante el tiempo, protocolos de transición de género en instituciones privadas, el reconocimiento del nombre social para la postulación a empleos públicos y practicas a través del servicio civil y la difusión de puestos de trabajo en espacios inclusivos. Sin embargo, la realidad nos muestra que muy pocas personas trans pueden acceder al trabajo formal, tanto en instituciones públicas o privadas. La mayoría de las personas trans hoy en día se encuentra trabajando de forma independiente o informal; así lo han conceptualizado diversos estudios de OTD, Mums, entre otras organizaciones.

En este sentido, es menester preguntarnos, cuando vemos la realización de actividades e hitos conmemorativos, cuánto de eso se basa en una performance y cuánta inclusión o avances concretos realmente existen. ¿Las ganancias por ventas de productos del Orgullo van a organizaciones de derechos humanos de las personas LGBTIQ+? ¿En los espacios laborales se promueve la contratación de personas trans? ¿Cuántas personas trans tenemos trabajando en las diversas instituciones públicas? ¿Contamos con personas trans en espacios de decisiones en las instituciones o tan solo las mencionamos en los discursos o hitos?

La respuesta, especialmente en torno a las personas trans en las instituciones, no obedece a un criterio matemático de inclusión, sino que, por el contrario, un cuestionamiento acerca de cómo los discursos se convierten en acciones hacia una población históricamente marginada y excluida, de la cual se habla mucho, especialmente por autoridades, pero muy poco se ha hecho. Por lo mismo se ha ido instalando con fuerza la necesidad de un cupo laboral trans y de su importancia, como se ha realizado en Argentina y Uruguay. La Ley de Identidad de Género no ha resuelto la problemática de la exclusión laboral ni tampoco pudo hacerlo al no incorporar aspectos relacionados con el trabajo.

La realidad de las personas trans en nuestro país no es aquella de inclusión, de visibilización en muchos espacios: es de violencia, discriminación y exclusión, lamentablemente. La realidad de las personas trans es que la gran mayoría ejerce el trabajo sexual y no logra acceder a puestos de trabajo, incluso en aquellas instituciones públicas o privadas que recalcan su sello de inclusión.

Por ello, replantearse las prácticas, los hitos, y analizar de qué forma podemos actuar de forma concreta es un primer paso importante en el sector público y privado. Sin duda, por otra parte, que se anuncie y pueda hacerse realidad el cupo laboral trans será un paso importantísimo para una verdadera integración de las personas trans en el mundo del trabajo. Mientras todo esto no suceda, nos quedaremos en hitos, izamientos y lindos discursos frente a una cruda y triste realidad.

Constanza Valdés
Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, activista trans y feminista, asesora parlamentaria.