Un diagnóstico para enjuiciar

Llama profundamente la atención la columna en La Tercera escrita por el periodista Sergio Muñoz Riveros, cuyo título insinúa que el profesional tiene algunas dudas sobre la capacidad de gobernar del presidente Gabriel Boric (https://www.latercera.com/opinion/noticia/columna-de-sergio-munoz-riveros-dudas-sobre-boric/Z56TTIUSMFF6PJR37C2DOIOLKM/)

Desde el alto de sus certezas, Muñoz Riveros imagina que hay una suerte de relación entre algunos rasgos de personalidad, gustos personales, opiniones e incluso equívocos con el diagnóstico del Presidente de la República. Desde esas certezas, afirma que el Presidente no está capacitado para gobernar.

Un diagnóstico no es nada más ni nada menos que un medio por el cual, tal como lo indica la palabra, podemos conocer. Un diagnóstico nunca debe ser una prisión que estigmatice o amarre a la persona diagnosticada a esa palabra que muchas veces no entendemos y sólo conoceremos su significado en difíciles manuales de psiquiatría,  ya que si lo hacemos, en vez de conocer y aprender de él, lo que haremos es esconderlo en oscuros calabozos reales o imaginarios, por miedo, ignorancia y prejuicios.

¿Se puede criticar a un Presidente por sus actos u opiniones?

Claro que sí, siempre se puede criticar a un mandatario por cada acto, opinión o error. Es el precio que se debe pagar por estar ocupando el más alto cargo de una nación.

Intentar desprestigiar al Presidente de la República por un diagnóstico e insinuar de forma descarada que debido a esto no tiene capacidad para gobernar es, a lo menos, ignorancia y falta de respeto con las personas neurodiversas.

En un país con una deuda histórica con la salud mental y en donde aún el estigma con la nuerodiversidad es grave, me parece que la columna de Muñoz Riveros es irresponsable.

Como profesional de la salud, y como ciudadana que respeta y cuida la democracia, exijo que se activen las alertas entre quienes trabajamos con el cuidado de la salud mental y nos ocupamos con la discriminación en diversos espacios públicos y privados.

Pido para que los contraargumentos con experiencias neurodiversas levanten la voz y demuestren lo poco informado que está el Sr. Muñoz Riveros para evitar el desprestigio de mano de la estigmatización no sólo de Gabriel Boric sino que también de muchas otras personas que son portadoras de diagnósticos similares y que, sin ningún problema y sin prejuicios, ocupan cargos de gran responsabilidad.