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Opinión

Chile huele a los 90

Por: Yanny Santa Cruz | Publicado: 14.12.2022
Chile huele a los 90 Pinochet, Frei Ruiz Tagle y Pérez Yoma en 1997 |
La resaca del Rechazo se vive con un sentir noventero. Los 90 “riman” con estas fechas. ¿Quedan asambleas territoriales? ¿Hay politización en los liceos o universidades? ¿Está preso Claudio Crespo?

Algo se huele que nos rememora y nos hace viajar a los 90. Los símbolos están en todos lados, en nuestro sentir, en las calles, en el Chile “post” que, en este caso, algunas personas hemos decidido llamarle “post Rechazo”. La imagen del actual presidente Boric mirando la estatua del Patricio Aylwin no es sino un ícono de que el aire se llena de los 90. Desde mi punto de vista, este discurso marca un antes y un después de su gestión. El pasto ha vuelto a Plaza Italia y muchas de nosotras dejamos de llamarle Plaza Dignidad. Ya no se alzan banderas mapuches. Ya no se canta el derecho de vivir en paz. Y el arte de resistencia ha quedado bajo las capas de pintura de las fachadas. De vez en cuando aparecen imágenes, frases, y aún quedan restos de rayados “Apruebo” o “La weá es mala y punto”.

Aunque en su discurso Boric quiso darle una vuelta a la rememorable frase de Aylwin, no podemos negar que se ha logrado un acuerdo de nueva Constitución “en la medida de lo posible”, lo que nos deja con un sabor amargo después de todas las violaciones a los derechos humanos y décadas de lucha en la calle solo por lograr derechos fundamentales, como educación de calidad. Pero en algo tiene razón, y es que “lo posible se define colectivamente”, y el abrumante triunfo del Rechazo lo selló de esa manera.

El proceso de una nueva Constitución construida democráticamente también fracasa por las y los chilenos, no solo por la clase política. Por las y los chilenos que, a partir del Rechazo, pactaron con la derecha, la ultraderecha y los “aparecidos amarillos”, un silencioso acuerdo de cambiar nada. Por las y los chilenos que pensamos que, con aprobar una Constitución realizada con tiempos y condiciones institucionales y no sociales, íbamos a cambiar o intentar quitarle poder económico y político a los de siempre.

La desazón de algunes, la indiferencia de otres, el consumismo de todos y todas nos remonta a esos 90 difíciles, complicados, silenciosos, vacíos. Vacíos de comunidad, de discusión política, de proyecto. Víctimas de la represión conviviendo con los milicos. Altos índice de aprobación de los carabineros e impunidad. Los 90 “riman” con estas fechas. ¿Quedan asambleas territoriales? ¿Hay politización en los liceos o universidades? ¿Está preso Claudio Crespo?

Tal como lo mencionó Carmen Castillo en su documental La Flaca Alejandra, para describir el Santiago de los 90: “se ve tan ajeno, indiferente a esta historia. Esta ciudad de noche podría ser Berlín, Houston, París. Torres, avenidas, autos, mercancías, con dinero todo se puede comprar en Santiago. Una sociedad entera obligada a no ver, no oír, no saber. Una sorda amenaza exige que se olvide, que se olvide incluso que hay algo que olvidar”.

Víctimas de la represión conviviendo con la impunidad, viendo a Sebastián Piñera en actos institucionales, probablemente pertenecer a la “Comisión de Expertos” de nueva Constitución. Nosotras y nosotros, conviviendo con quienes votaron Rechazo, intentando no odiarlos, no hablar del tema, no sentir que tienen la culpa.

La resaca del Rechazo se vive con un sentir noventero.

Yanny Santa Cruz
Doctora © en Historia. Coordinadora de “Memorias y Archivos Liceanos”.