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Dalai Lama: ideas en torno al abuso que no se naturaliza como abuso

Por: Benjamín Escobedo | Publicado: 19.04.2023
Dalai Lama: ideas en torno al abuso que no se naturaliza como abuso |
El líder budista, y Premio Nobel de la Paz de 1989, parece estar muy lejos de la coherencia, respeto y dignidad humana. En otras palabras, construyó un abuso que viene a debilitar las creencias religiosas independientemente del credo a profesar; incluso, descalibra la adherencia, militancia y cosmovisión de feligreses a nivel mundial.

En los últimos días la opinión pública dio a conocer el caso del líder de la Administración Central Tibetana y del lamaísmo o budismo tibetano insertando sólidos y necesarios cuestionamientos frente al beso suscitado a un niño. Sin duda, un hecho interpelante hacia el fenómeno religioso celebrado por la dimensión budista de los monjes amarillos y del sistema sucesorio de la reencarnación de los lamas.

Primero, el caso del acoso tuvo lugar en una reunión entre el líder Tenzin Giatso (más conocido como Dalai Lama) y un grupo de estudiantes que eran parte de un programa organizado por la fundación M3M (dicho sea de paso, entidad enfocada en ayudar a niños de escasos recursos). Dicha reunión era muy significativa para el imaginario de confianza, fe y espiritualidad de los asistentes. No obstante, el acto del Dalai Lama fue una bazofia de abuso, lascivia y desequilibrio religioso.

Estas aristas, por consecuencia, abren una y otra vez tensiones religiosas sobre aquello que entendemos como rito, dogma y tradición. Las disculpas de Tenzin Giatso intentan “reparar” un hecho que, entre paréntesis, viene a cuestionar el lamaísmo y sus hermenéuticas litúrgicas, a su vez, lo que comprendemos por abuso infantil en pleno siglo XXI.

Segundo, son los derechos humanos, a través de las diversas instituciones, organizaciones y políticas gubernamentales, los encargados de visibilizar estas prácticas inverosímiles a la espiritualidad del fenómeno religioso tibetano. Recordemos que su “santidad” pidió disculpas al niño y a su familia, como también a todos los amigos de alrededor del mundo por el daño que las palabras y acciones podrían haber causado.

El líder budista, y Premio Nobel de la Paz de 1989, parece estar muy lejos de la coherencia, respeto y dignidad humana. En otras palabras, construyó un abuso que viene a debilitar las creencias religiosas independientemente del credo a profesar; incluso, descalibra la adherencia, militancia y cosmovisión de feligreses a nivel mundial.

Tercero, la protección a la infancia debe ir mucho más allá de las emociones, dogmas, ritos y tradiciones religiosas adscritas; incluso, ella debe penetrar obligatoriamente la conciencia de todos los fieles propiamente tales. No podemos “sensibilizar”, avalar o tolerar comportamientos de líderes religiosos como el Dalai Lama: corremos el riesgo de fisurar la imagen del mensaje salvífico producto de pensamientos, ideas y axiomas que indudablemente forman parte del abuso a menores de edad.

Por último, la UNICEF, en su web oficial, declara lo siguiente con relación a la protección de la infancia: “La protección infantil es la prevención y la respuesta a la explotación, el abuso, la negligencia, las prácticas nocivas y la violencia contra los niños, niñas y adolescentes (NNA). Está integrada en la Convención sobre los Derechos del Niño y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La protección infantil es universal: es para todos los NNA en todas partes, desde los países de ingresos bajos hasta los de ingresos altos”.

Son muchos los cuestionamientos asociados al fenómeno religioso del siglo XXI. En esta oportunidad, fue el turno de la Administración Central Tibetana y del lamaísmo o budismo tibetano en la figura de Tenzin Giatso, el Dalai Lama.

Tal vez necesitamos releer con desesperación los textos sagrados de las cinco religiones más grandes del mundo (islamismo, hinduismo, cristianismo, judaísmo y budismo), y así trazar nomenclaturas y hermenéuticas indispensables para el ejercicio espiritual de sus líderes y no repetir la premisa esbozada.

Benjamín Escobedo
Académico, teólogo e investigador de Historia.