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Las brechas de género persisten

Por: Natassja de Mattos | Publicado: 21.03.2024
Las brechas de género persisten Conmemoración 8M en Iquique | AGENCIAUNO
Las mujeres en Chile hemos peleado y demandado nuestra justa presencia en el mundo del trabajo de manera activa desde que a fines del siglo XIX entraron a trabajar a las fábricas las primeras mujeres obreras, la lucha sigue y el feminismo no para. Aquí solo comparto algunas cifras para argumentar contra la insensatez.

Hay discursos dando vueltas que plantean una disminución del apoyo a los movimientos feministas. Mientras, crecen expresiones antifeministas que llegan a los extremos de negar la existencia de las violencias por razones de género. Hace falta, al parecer, entregar algunas pruebas que sustenten las desigualdades y discriminaciones que viven las mujeres cotidianamente en contraste con los hombres. Como existen tantas evidencias, a continuación presento algunas de aquellas relacionadas con el mundo del trabajo y la productividad.

De acuerdo con el Cuarto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile 2022, la brecha salarial en el nivel ejecutivo aumentó de 12,5% a 14,1% en dos años.

Asimismo, según el Reporte del Observatorio de Contexto Económico de la Universidad Diego Portales de 2022, en Chile las mujeres ganan 21,7% menos que los hombres, brecha que disminuye a 18,8% en los empleos formales y se eleva al 30,1% en los informales.

Según la encuesta CASEN de 2022 la brecha de género, de acuerdo con el ingreso autónomo mensual, muestra que el de las mujeres fue 20,8% menor que el de los hombres, mientras que la incidencia de la pobreza y la extrema pobreza en mujeres fue mayor que la de los hombres, con un 6,9%. Con respecto a los resultados de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE), se evidenció que en 2022 la tasa de participación laboral de los hombres fue 70,2% y la de las mujeres 50,8%.

De acuerdo al Cuarto Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile 2022, aquellas que cuentan con mujeres en sus directorios son 46 en total a nivel nacional, lo que evidencia que, entonces, la participación de las mujeres en los directorios era de un 14,7%. En el mismo tema, de acuerdo con la OIT, en Chile el 40,8% de las empresas no cuenta con mujeres directoras (2023).

A su vez, de acuerdo con el último estudio del Banco Mundial sobre brechas de género, ningún país en el mundo cuenta con igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo. De 190 países investigados, considerando el cuidado y las políticas de seguridad social para la participación de las mujeres en el mercado laboral, las mujeres gozan con el 64% de las regalías con las que cuentan los hombres. “En todo el mundo, las leyes y prácticas discriminatorias obstaculizan el trabajo de las mujeres o su posibilidad de iniciar negocios de igual forma que los hombres”, dijo el economista jefe del Grupo Banco Mundial.

Finalmente, según una encuesta de La Rebelión del Cuerpo de 2021 sobre mujeres y trabajo, un 86% de las mujeres declaró estar a cargo de la mayor parte de las tareas del hogar, y el 84% consideró que el trabajo doméstico es una labor constante y sin límite de tiempo. 94% de las mujeres declaró haber presenciado alguna situación de discriminación de género en su vida laboral.

Todo lo anterior posee argumentos, tales como: las mujeres tienen mayores dificultades para acceder al mundo del trabajo debido a la “división sexual del trabajo”, lo que significa que social y culturalmente se les asigna la responsabilidad de los cuidados, el trabajo doméstico, las labores de crianza, entre otros. Esto, si se combina con un trabajo asalariado, muchas veces significa dobles y triples jornadas laborales que producen menores incentivos para que las mujeres se ocupen en términos productivos, hagan horas extra, accedan ascensos y a empleos formales o tengan trabajos de tiempo completo.

Todo lo anterior decanta, a su vez, en la dificultad de la conciliación de la vida laboral con la familiar y/o personal, lo que se acentúa con la baja corresponsabilidad de tareas compartidas con los hombres. También hay discriminaciones como supuestos sexistas de que las mujeres no están preparadas para asumir cargos directivos y diferencias salariales únicamente sustentadas en la diferencia de género.

Las mujeres en Chile hemos peleado y demandado nuestra justa presencia de manera activa desde que a fines del siglo XIX entraron a trabajar a las fábricas las primeras mujeres obreras, la lucha sigue y el feminismo no para. Aquí solo comparto algunas cifras para argumentar contra la insensatez.

Natassja de Mattos
Cientista política feminista especializada en temas de género y activista en La Rebelión del Cuerpo.