Un aporte por 2.175.000 dólares fue lo que aportó a mediados del año pasado Minera Escondida a la Universidad de Antofagasta. Esto para financiar 11 proyectos en distintas áreas de salud, medioambiente, ciencias, cultura, extensión e inclusión. «Este último convenio que hemos firmado, renueva nuestra colaboración con la universidad y beneficia a su desarrollo en diversos ámbitos», había dicho Hilmar Rode, en ese entonces presidente de Escondida -minera que protagonizó una larga huelga durante este año-.
Este aporte, según consigna El Mercurio, le valió a la Universidad de Antofagasta pasar al tercer lugar de los planteles que recibieron mayor cantidad de donaciones en 2016, lugar que hasta 2015 ocupaba la Universidad Del Desarrollo. (Ver reportaje de El Desconcierto: La Teletón de la Educación Superior: Los millones del empresariado a las universidades en 2015).
En 2015 la Universidad de Antofagasta había percibido 283 millones, que representan un 24% de los 1.170 millones que habrían recibido en 2016. La UC del Norte también subió sus aportes, pasando al cuarto lugar con 971 millones. «Se logró coordinar entre las diferentes unidades la presentación conjunta de proyectos a Minera Escondida. Esto permitió generar una donación que abarcó tres grandes proyectos», declaró a El Mercurio Jacqueline Fuentes, vicerrectora de Asuntos Económicos y Administrativos de ese plantel.
Al igual que en 2015, fue la Universidad Católica quien lideró las donaciones con $5.461 millones, a pesar de haber recibido $2.183 millones menos que el año pasado. Le siguió la Universidad de los Andes que, habiendo recibido $901 millones menos que en 2015, tuvo aportes por $2.899 millones.
Otra baja importante de aportes fue la que registró la Universidad del Desarrollo, que recibió $2.097 millones menos que en 2015.
En total, las universidades recibieron $16.794 millones en 2016, lo que representa una baja de un 9,8% respecto a 2015.