Examen PCR, imagen referencial. | Agencia Uno
«Los médicos dicen que es un caso de urgencia, un caso grave, porque mi cerebro está abierto, está expuesto a cualquier enfermedad, me puedo contagiar de meningitis o me puedo hasta morir», relató la afectada, que está desde el pasado jueves hospitalizada en la UTI del Hospital del Trabajador de la ACHS, donde está siendo tratada tras pasar semanas sin ser diagnosticada.
El día 22 junio María José Candia, auxiliar externa de pabellón en el Hospital San Juan de Dios, se sometió en el mismo hospital a la toma de un examen PCR por hisopado luego de presentar síntomas de COVID-19. El examen fue traumático, doloroso y con sangramiento de por medio, pero le indicaron que no era para preocuparse.
Semanas más tarde, un examen comprobó que tenía una fisura, y que estaba filtrándose líquido cefalorraquídeo por su nariz. La filtración, que demoró semanas en ser diagnosticada, implica riesgos altos de contagio de meningitis, e incluso de muerte.
«Me hicieron poner la cabeza hacia atrás, fue muy doloroso, les explique que me dolía y me dijeron que era normal. Luego empecé a sangrar, y también me dijeron que era normal, que se me iba a pasar. Con los días y los síntomas del covid me empezó a salir líquido, y pensé que era parte del resfriado. Esto persistió por casi dos meses, con pérdida de líquido y un dolor de cabeza que fue bajando en intensidad, pero que era permanente», relató María José a nuestro medio sobre lo ocurrido.
Tras este episodio, el PCR dio positivo, y luego de pasar un par de semanas de reposo y cuarentena, retornó a sus funciones. En agosto, ya trabajando, continuó con síntomas, teniendo que usar compresas debajo de la mascarilla para recibir el líquido que pierde y que debe cambiar de forma constante.
Finalmente, por sugerencia de personal médico consultado informalmente en el Hospital San Juan de Dios, que sospechaban que podría tratarse de líquido cefalorraquídeo, María José concurrió el día 19 de agosto en urgencias de la ACHS para solicitar atención especializada. Allí, habría comenzado la negligencia que la asistente médica denuncia de parte de la Asociación Chilena de Seguridad.
«Primero me fui a un otorrino privado, y él me vio que el líquido no era moco, sino un agua transparente. Y me mandó a hacer un examen y un escáner donde se demostró que había fístula, o brecha como le llaman también. Tras esto, mi abogada me dice que tengo que ir a la ACHS porque mi enfermedad es laboral, y si me pasa algo la ACHS se tiene que hacer cargo de enfermedad», relató María José.
«El 19 de agosto fui a la ACHS y me dijeron que no lo podían tomar porque era una alergia, y que volviera con un certificado del médico que certificara cuál era mi problema de salud», agrega.
Finalmente, por ser catalogada como una enfermedad profesional, nuevamente María José se presentó en la urgencia de la ACHS con el certificado del examen y del médico el día 20 de octubre. A partir de ese día, según su denuncia, se han gestionado con extrema lentitud horas médicas con un médico neurocirujano y un otorrino, así como solicitudes de exámenes específicos que no se han podido tomar por gestiones administrativas internas de la ACHS.
«Todo ha tenido que ser a través de reclamos. En temas de gestión administrativa no han hecho las cosas como corresponden. Los médicos dicen que es un caso de urgencia, un caso grave, porque mi cerebro está abierto, está expuesto a cualquier enfermedad, me puedo contagiar de meningitis o me puedo hasta morir», señaló sobre esto María José.
El jueves de la semana pasada, la trabajadora del Hospital San Juan de Dios acudió a tomarse un examen para determinar los alcances de su malestar que la ha mantenido con problemas para dormir y para desempeñar su vida cotidiana.
«No puedo dormir, duermo sentada. No puedo comer, no puedo ir al baño tranquila, pierdo líquido todo el día y toda la noche. Actualmente estoy con dolor de cabeza, y preocupaciones de que me pueda pasar algo, porque tengo dos hijos menores de edad», complementó.
Desde la Asociación Chilena de Seguridad en tanto, si bien no respondieron a las consultas específicas enviadas por este medio, sí retrucaron a las acusaciones a través de un comunicado, en el que señalan que cuando María José acudió por primera vez a la Mutualidad, se inició «el estudio de un cuadro extremadamente infrecuente, relacionado con una lesión generada al momento de realizar el examen PCR».
En esa línea, enfatizaron que «este tipo de lesión constituye una situación aislada y, a nuestro mejor entender, única en Chile a la fecha, en el contexto de millones de exámenes de PCR realizados en el país».
Por ello, aseguraron que una vez conocido el caso, «se procedió a efectuar estudios sucesivos para descartar complicaciones, los cuales resultaron negativos y, dado que no se encontraba el sitio anatómico de la lesión, se procedió a hospitalizar a la paciente el día 26 de noviembre en el Hospital del Trabajador ACHS, efectuándose el mismo día un procedimiento».
«Dicho estudio permitió identificar el sitio exacto de la lesión, lo que condujo a planificar en forma precisa su manejo, el cual comenzó a realizarse hoy, 27 de noviembre, a través de las acciones médicas de rigor. Actualmente, la paciente se encuentra estable y con buena evolución», agregaron.
En tanto, si bien desde la ACHS declinaron responder directamente sobre si le negaron o no la atención a María José, alegando que se trataba de una «alergia», como ella misma habría confirmado, sí sostuvieron que «tanto la paciente como su familia, han sido informadas en todo momento del proceso y sus resultados».
Por otro lado, consultados por nuestro medio, desde el Hospital San Juan de Dios sostuvieron que han realizado «16 mil muestras de PCR con excelentes resultados«, descartando con ello tener responsabilidad en lo ocurrido a María José.
Asimismo, consultados respecto a si es posible que el examen se haya realizado con exceso de fuerza o con algún tipo de negligencia, respondieron que «el procedimiento se ejecutó según el protocolo establecido por el hospital para la realización de toma de muestras PCR y responde a los criterios establecidos por el Ministerio de Salud».
Por ello, descartaron realizar una investigación interna por el caso, reiterando que «la PCR se realizó según los protocolos establecidos«.
Finalmente, destacaron que le ofrecieron a María José operarse en dicho recinto, situación que la paciente habría rechazado para atenderse en la ACHS.
Por ahora, María José lleva cuatro días internada en el Hospital del Trabajador ACHS, luego de que el pasado jueves acudiera a hacerse un examen y los doctores determinaran que era mejor que se quedara internada.
Su cuñada, Zaida Salamé, relató a nuestro medio que actualmente el equipo médico se encuentra evaluando los resultados de un procedimiento que se realizó, donde se le puso un catéter para filtrar el líquido, y permitir así la cicatrización de la fisura.
En los próximos días, en una planificación que va de lo menos a lo más invasivo, el equipo médico tendría agendado realizar una endoscopia a María José por su nariz.
En ese contexto, Zaida anunció además que la familia ya tiene asesoría legal, y que se encuentran estudiando potenciales acciones legales contra quienes resulten responsables.
