Avisos Legales
Reportajes

Adolfo Millabur, candidato constituyente mapuche: «No hay que tener temor a debatir sobre autonomía»

Por: Natalia Figueroa | Publicado: 01.01.2021
Adolfo Millabur, candidato constituyente mapuche: «No hay que tener temor a debatir sobre autonomía» |
Con una larga trayectoria como alcalde de Tirúa, Adolfo Millabur se ha interiorizado en el conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche desde la gestión territorial, lugar donde ha adquirido conocimientos que hoy, asegura, está dispuesto a poner al servicio del debate constituyente. Los ejes que hasta ahora las comunidades lafkenche, del sector costero del territorio mapuche le han mandatado representar, tienen relación con asegurar una Constitución plurinacional y que fije reglas para el respeto a la vida y la coexistencia con la naturaleza. Aspectos que profundiza en entrevista con El Desconcierto.

Después de un ajetreado día en la municipalidad de Tirúa, el alcalde Adolfo Millabur regresa a su casa a unos 30 kilómetros de la ciudad. Hace unas semanas lanzó su candidatura oficial como constituyente para ocupar uno de los escaños reservados para pueblos originarios y, en pocos días, estará concentrado totalmente en cómo ir delineando las bases de su propuesta, que ya tiene ejes principales: la pluriculturalidad y autodeterminación de los pueblos, entre otros principios.

Por ahora dice estar concentrado en dejar «la casa ordenada» para dedicarse de lleno a este trabajo que, asegura, fue mandatado por las comunidades lafkenche que vieron en él la figura para representar los derechos del pueblo mapuche en el proceso político más relevante desde el retorno a la democracia.

En entrevista con El Desconcierto, Millabur asegura que varios aspectos no quedaron como ellos lo planteaban, como el número de escaños que se redujo de 24 a 17. Pese a eso, insiste en que este debe ser un debate con horizontes comunes entre los candidatos, algo que busca reforzar en los próximos meses de campaña.

-¿Qué lo hizo decidirse para asumir el desafío?

No fue un planteamiento desde mi propia decisión persona, sino que una discusión que nosotros los lafkenche, que es la gente que está vinculada al borde costero donde viven los mapuche, venimos discutiendo desde 2006. En aquella oportunidad, nos juntamos por primera vez y acordamos dos cosas: que no queríamos ser reconocidos en la Constitución actual, pero sí queríamos una nueva Constitución. Eso fue en Valdivia y, desde ahí en adelante, nos venimos reuniendo cada dos años en nuestros congresos y hemos ido incorporando lo que entendemos nosotros por Constitución, cómo debe ser su redacción y qué elementos principales debería contener. Esa fue una discusión que se hizo hasta 2019. Por lo tanto, ha sido un proceso largo, que en un primer momento que lo hicimos bien solitarios porque decirlo iba a contrapelo de lo que todos planteaban. A renglón siguiente, dijimos que fuera una Constitución plurinacional y, en 2012, dijimos que fuera a través de asambleas constituyentes. Fue el gran acuerdo. En ese contexto nos encontramos con la revuelta popular donde Chile entero dijo que había que discutir sobre esto. Ahí en adelante nuestra organización y la Asociación de Alcaldes Mapuche comenzamos a monitorear y proponer cómo debía ser este proceso con la inclusión  de pueblos originarios.

-¿Qué fue lo primero que se propuso?

Que fueran 24 escaños, que no fueran militantes de partidos políticos y que fueran escaños supernumerarios. Y, bueno, después de bastante debate y analizando la posibilidad de que existirían escaños, salió mi nombre. Para que yo fuera designado hubo cuatro reuniones. Ahí se pone a prueba la convicción de la lucha por su pueblo o los intereses de la comuna, en que yo siga o no de alcalde que tenía la posibilidad para el próximo periodo.

-Entonces, priorizó este desafío como un mandato de las comunidades finalmente…

Claro, porque hay que tomar decisiones que no siempre le conviene a la gente de la comuna, según ellos y según yo también. Hay intereses superiores que es lo que hemos venido trabajando hace mucho tiempo. Es poco el margen de decir que no también. Hay que ser consecuente con lo que uno plantea.

-¿Cómo ha sentido el respaldo que le han dado?

Mira, estoy en la etapa de dejar la casa ordenada, al concejo municipal, que va a ser muy luego, antes del 11 de enero.  Luego, buscar la firma de patrocinio en el poco tiempo que nos queda. Con lo difícil que ha sido conseguir los escaños, hoy si nos metemos al Servel vemos que todavía no está la plataforma habilitada para patrocinar los candidatos mapuche o pueblos originarios en general. La forma de patrocinar es que sean tres comunidades jurídicas mapuche que se reúnan en plena pandemia donde estén de acuerdo el 50 +1 para patrocinar mi candidatura. Estamos en una etapa de crisis donde no nos debemos reunir, entonces, ha sido muy difícil y en eso estamos para llegar con las firmas que se necesitan. Estamos haciendo redes por nuestro territorio porque también estamos buscando la dupla mujer que me va a acompañar en este proceso.

-¿Hay alguna propuesta ya?

Hay nombres que están sonando, pero tenemos que determinar cual es la persona que me pueda reemplazar después de acuerdo a la fórmula de paridad de género. Es muy estratégico que sea una persona que tenga la misma línea de pensamiento, que tenga la misma idea de la nueva Constitución, no porque seamos todos mapuche vamos a pensar todos igual.

-¿Cuáles van a ser los ejes de la candidatura?

Eso lo estamos trabajando con dirigentes, pero ya me hicieron mandatos los que me proclamaron, que es trabajar por una Constitución que defina al Estado como plurinacional e intercultural. En sus palabras también me dijeron que de los principios más legítimos que tenemos como mapuche es por el derecho a la vida de todos los seres que cohabitamos el territorio, todos los elementos de la naturaleza como un principio. Otro es que sea por el bien común de las personas, que se discuta eso porque la idea principal es la coexistencia con la naturaleza.

-¿Eso como se concretaría?

Una de las cosas de la agenda es hacer luchar por hacer notar, resguardar los intereses propios de los mapuche, que tienen que ver con territorio, la autonomía, la recuperación de territorio, temas que tenemos que ir a discutir, siempre entendiendo que la Constitución no van a ser leyes particulares, sino que una ley general que va a poder establecer reglas para convivir. Uno de los temas es la autonomía de las primeras naciones que son los que tenemos que ir a debatir.

La discusión

-¿Qué le pareció el debate que se dio en el Congreso por los escaños reservados?

Creo que fue un debate muy tardío porque ese acuerdo debió haber quedado establecido en noviembre. Somos las primeras naciones, no somos un gremio, somos las naciones que sus cimientos deberían darle legitimidad a todo acuerdo, y así no fue. También fue un evidente acto de discriminación y racismo que se escuchó siempre en las palabras de los legisladores y el gobierno, con mucha falta de conocimiento de lo que somos como pueblo. Quedó ene evidencia el vacío y la clara visión monocultural que tienen los parlamentarios y el gobierno de la convivencia que debiera haber en Chile.

-En medio de esto, usted acusó que se estaba operando con “guante blanco” en el Congreso, ¿por qué?

Porque cuando uno ve que no quieren que sean supernumerarios y que sean dentro de los 155, ahí hay un ejercicio matemático que cuesta despejar, pero tengo la sospecha que están con calculadora en mano para que la derecha no pierda en los 2/3. Aquí se les descontaron los escaños para poder entregárselos a los pueblos, fueron a los distritos donde había parte importante de población indígena, pero quitándole representación de todas maneras a esos distritos. 

-Quedó fuera, de todos modos, el escaño para el pueblo tribal afrodescendiente, ¿es una muestra de racismo también?

Es un acto desvergonzado de los actores que tomaron esta decisión. Lo he dicho en otras ocasiones, los afrodescendientes son los hijos de los esclavos que las propias personas que hoy ostentan el poder se hicieron con la justicia de esa época para hacerse del poder económico. Es una falta de respeto frente al quehacer político, no contribuyó en nada, ni engrandeció en nada esa decisión ni del Parlamento ni del gobierno al dejarlos fuera. Escuché de boca de parlamentarios, sin ningún tapujo, que no eran pueblos originarios, parlamentarios con apellidos que no llegaron siquiera hace 100 años acá. Ellos que fueron traídos por la aristocracia, por le élite y que hoy se jactan de ser influyentes, es realmente una falta de respeto. Creo que va a quedar en la historia como un acto de racismo y de clasismo.

[Te puede interesar]: Escaños reservados: ONGs acusan «racismo y discriminación» de la derecha hacia afrodescendientes y apuntan a Karla Rubilar

Hablar de autonomía

-Ha tenido una importante trayectoria como alcalde, ¿de qué manera le ha permitido interiorizarse en el conflicto que se vive en la zona?

Tengo la fortuna de haber nacido mapuche, tuve la posibilidad de ser elegido concejal y luego alcalde por cinco periodos no consecutivos, eso me ha permitido comprender el funcionamiento desde lo local del aparato público. Luego, me ha permitido navegar en dos aguas, tanto en la cultura occidental como en la cultura de mi pueblo, permitiéndome comprender dos visiones. Creo que el debate que se va a dar en la constituyente va a ser la necesaria posibilidad de tener esas dos visiones siempre presentes para que se determine un Estado plurinacional. En ese sentido, creo que la «universidad de la vida», desde el gobierno local, desde el municipio va a ser muy importante en lo que significa la redistribución del poder, eso significa pensar el país desde los territorios y la experiencia, no desde el monoculturalismo ni el centralismo. Eso está casi en la génesis política.

-¿Está asociado con grados de autonomía en los territorios?

Claro que sí, por eso es importante participar en este debate porque tenemos que hablar de la autonomía de las primeras naciones, pero también de la autodeterminación de los pueblos, de las regiones, de los territorios. Y esto no es propio de discutir solo de los pueblos indígenas, hay que verlo también en la redistribución de los impuestos que significa autonomía. Es un concepto al que no hay que tenerle temor, que hay que discutirlo y resolverlo. Al interior de la Constitución debe quedar reglado su regulación porque hay mucha gente que entiende autonomía como independencia y no son sinónimos

-¿Por qué?

Los municipios gozan de autonomía, respecto incluso de su ejecución presupuestaria; la junta de vecinos tiene estatutos de autonomía, entonces, cómo no se va a poder debatir el tema con las primeras naciones que tienen mucho más sentido común.

-El gobierno ha insistido en reforzar la seguridad en La Araucanía y durante el año la agenda estuvo puesta en esto. La presencia de policías militarizadas ha sido constante en el territorio. ¿Hay algo que se pueda abordar sobre esto en el debate constituyente?

Hacer la discusión de la nueva Constitución en función de la coyuntura es no mirar a largo plazo, sin mirar la perspectiva de la historia, no nos permitiría ver la visión de país que queremos. Si lo llevamos al concepto de la violencia no me atrevería a esbozar soluciones a corto plazo, sí creo que se deben dar reglas de convivencia que nos permita vivir, eso significa establecer normas que vayan en búsqueda de resarcir el daño causado al pueblo mapuche. La Constitución tiene que tener reglas que vayan dando luces sobre qué hacer a mediano y largo plazo, pero tampoco podemos pensar que automáticamente esto va a generar un ánimo distinto inmediatamente después de ser promulgado.

Tampoco sabemos cómo va a ser la correlación de fuerzas dentro de los 155 constituyentes, no da lo mismo cualquier constituyente. No hay que olvidar que la élite chilena tiene los suficientes jugadores para que podamos caer en la trampa de elegir los mismos grupos de las familias que van a poner trabas. Tengo esa aprehensión que, si bien es cierto no van a ser parlamentarios, pueden también haber parientes de los parlamentarios que representen a las mismas familias y que hayan manejado el poder a su antojo. La inteligencia del pueblo de Chile debería ser lo suficientemente aguda para que no quedemos impedidos por el 2/3.

-¿Han conversado sobre la posibilidad de tener alguna propuesta unificada con los partidos que darán cupos a representantes mapuche?

Mira, lo importante es no perder el horizonte común por los pueblos originarios, pero por el bien común, ser capaces de debatir todos los temas, incluso, de pasar a ser un país presidencialista hacia otro régimen, que no nos entrampe. Los mapuche vamos a estar en todos esos debates. Si los partidos están en la misma sintonía vamos a poder estar en todo.

Déjanos tus comentarios
La sección de comentarios está abierta a la reflexión y el intercambio de opiniones las cuales no representan precisamente la línea editorial del diario ElDesconcierto.cl.