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Verónica Pardo, candidata independiente a la alcaldía de Providencia: “No quiero seguir esperando que otros tomen decisiones por nosotros”

Por: Luciano Candia | Publicado: 06.01.2021
Verónica Pardo, candidata independiente a la alcaldía de Providencia: “No quiero seguir esperando que otros tomen decisiones por nosotros” Verónica Pardo |
Luego de obtener un triunfo en las elecciones de diciembre, Verónica Pardo asoma como la carta independiente que puede disputar la alcaldía de Providencia en las próximas elecciones de abril. La ingeniera comercial, electa popularmente por cabildos y asambleas del sector, en conversación con El Desconcierto, analiza la gestión de Evelyn Matthei, repasa sus principales propuestas y revela aspectos desconocidos de su trayectoria personal, junto con el trabajo desplegado en los territorios luego de la revuelta social de octubre.

Verónica Pardo (51) se encuentra en la última semana para reunir las 800 firmas que necesita para patrocinar su candidatura a alcaldesa por la comuna de Providencia, de cara a las próximas elecciones de abril. Sólo necesitó dos semanas de campaña para dejar en el camino a Pablo Jaeger (DC); Carlos Aránguiz (PS); Felipe Parada (Comunes); Luis Ibacache (PC), y Jorge Sanhueza (PR), tras la Primaria Ciudadana del pasado 20 de diciembre. La ingeniero comercial, cuyo trabajo sectorial se comenzó a gestar luego del estallido social con la Asamblea El Aguilucho, se presenta como la carta popular de los cabildos y asambleas de la comuna, que pretende desalojar del municipio a la actual alcaldesa Evelyn Matthei.

Se define como una mujer directa, clara y franca. Vivió de pequeña en Brasil: “parte de mi estilo y forma de ser tiene mucho que ver con eso”, señala. Le gusta cantar y tocar guitarra: su artista favorita es la brasileña María Brethânia. Afirma que siempre la ha motivado trabajar por las causas sociales y que es residente de la comuna desde hace casi 26 años. Cuando iba en tercer año de universidad decidió ofrecerse como voluntaria a la Fundación Trabajo de Hermano y luego en el Instituto de Formación y Capacitación Popular (INFOCAP), entregando metodologías para que mujeres, jóvenes y ex presos políticos pudieran crear microempresas.

Lo suyo, asegura, ha sido la gestión y capacitación de personas en empresas de distintos ámbitos. Posee un magíster en recursos humanos y gestión de calidad, y sus desafíos si llega al municipio serían atender las necesidades particulares de cada barrio, lograr que la comuna tenga un estándar ejemplar en materia de reciclaje, otorgarle mayor espacio y voz al adulto mayor y fomentar el uso de ciclovías integradas.

¿Por qué decidió involucrarse en una candidatura independiente y no con algún partido político?

Fui del bloque opositor y la única mujer en competir con cinco hombres, todos de partidos políticos. Soy independiente porque no estoy alineada a un partido político, pero tengo clara cuál es la mirada que me hace sentido. No soy purista en términos de no tener ninguna postura, claramente soy de centro izquierda, en ese espacio estoy, y en ese espacio es que voy a convocar la participación. El trabajo, la toma de decisiones, la mirada conjunta, tiene una bajada. No quiero seguir esperando que otros tomen decisiones por nosotros. A raíz del proceso constituyente y del estallido social fue que me abrí como líder en el barrio. Desde ahí conocimos otros cabildos y asambleas.

Cuando los partidos políticos proponen armar una primaria en conjunto entre los partidos políticos, la Coordinadora de Cabildos y Asambleas de Providencia (CAP), propone que por qué no vamos nosotros también desde los liderazgos que han surgido a propósito del estallido social. Finalmente me terminan proclamando y proponiendo que fuera la candidata.

Ha definido anteriormente su trabajo como un proyecto ciudadano potenciado desde el 18 de octubre. ¿Cómo surge y se gestiona este trabajo desde el territorio?

 Es una mezcla de cosas. Hay gente que me pregunta cómo logré esa cantidad de votos con sólo dos semanas de campaña. Tiene que ver con mi vida. He sido una mujer líder en los distintos espacios en que he estado. He trabajado en el sector público, en distintos espacios sociales, (…) entonces no podría renegar de eso. Soy una mujer orientada en la acción, en los logros, en el desarrollo de proyectos, en lograr objetivos.

Por eso cuando nos encontramos con vecinos y vecinas preguntándonos cuál era la Constitución que queríamos, parte de las preguntas que empujé en nuestra conversación, fue cuál era el barrio que queríamos. Cómo vamos a hacer que las cosas pasen en nuestro barrio a pesar de la Constitución. Porque es el marco-ley que necesitamos para cambiar nuestra forma de constituirnos como sociedad, pero el mirarnos a los ojos, el escucharnos, hablarnos y tratarnos con dignidad, no va a venir por la Constitución sino por cómo queremos hacer las cosas.

¿Qué opina del liderazgo y gestión de Evelyn Matthei?

El liderazgo que queremos instalar es uno con decisiones claras, ejecutivas, donde la participación esté en objetivos completos y por resolver, en función de las tensiones- o no- que se planteen en los barrios, pero donde exista una participación orgánica, tanto de la junta de vecinos, como de las asambleas y cabildos, y otras organizaciones sociales que son muy relevantes en la comuna, y que sean parte de un proceso de preguntarnos el diagnóstico y de resolver.

Hoy tenemos que subir el estándar en la gestión de servicios que entrega la comuna. Mantenerlo y subirlo porque hay cosas que están bien logradas, y otras que hay que desarrollar. Necesitamos un liderazgo más participativo, más involucrado y comprometido, es en las tensiones que se generan por malas decisiones en los barrios. Quiero tener un liderazgo distinto.

¿Hoy en día eso no está sucediendo?, ¿las organizaciones sociales tienen cabida en el espacio?

 Hay organizaciones que lo tienen y otras que no son parte de la orgánica. Algunas que funcionan bien y otras que no. Tenemos juntas de vecinos que funcionan espectacular y otras que están más ausentes. Hay espacios que vienen recién formándose hace un año, como los cabildos y asambleas, que no son parte orgánica hoy del municipio. La idea no es tener un concejo donde solamente se presenten las propuestas de lo que se va a hacer al final, sino que instalar una forma de trabajo donde se escuche las tensiones. Que sean parte del problema para también ser parte de la solución.

Providencia enfrenta un tema de seguridad pública importante, ¿cómo abordaría este punto?

Tenemos que pensar en una seguridad diferente. No tiene que ser una seguridad que necesariamente esté externalizada. Necesitamos una que se alinee con el trabajo que hacen las policías de la comuna y que converse con la lógica de los barrios. Hay una parte de la seguridad que tiene que verse puertas afuera, pero hay otra parte que tiene que estar instalada en conversaciones internas: cómo nos cuidamos entre vecinos y cómo llamamos a ciertas alertas. Cuando uno está efectivamente integrado con el vecindario, sabe cuando hay tensiones. No tiene que salir a mirar qué están haciendo otros para saber cómo reaccionar. Creo que ahí hay una línea de trabajo que es distinta.

¿Qué fue lo que la motivó a participar en las instancias de cabildos y asambleas?

Tratamos de contactar a la junta de vecinos después del 18 de octubre. Nos dijeron que no se metían en esos temas, entonces empezamos a cacerolear en las esquinas con varios vecinos y vecinas. Al segundo o tercer día, literalmente, nos miramos las caras por primera vez. Hasta entonces no sabíamos quién era el que estaba al lado, conocíamos a dos o tres pero no más que eso. Nos propusimos colocarnos un nombre y responder por qué estábamos caceroleando. Al tercer día decidimos juntarnos en nuestra plaza y de ahí empezó a ocurrir, cada domingo en la plaza, juntarnos a conversar qué queremos, todo tipo de preguntas.

Estuve siempre ahí en el proceso de acompañar, de proponer. Teníamos un equipo organizado. Trabajo mucho con metodologías participativas, a propósito de lo que hago en mi vida profesional, entonces pudimos construir bastante. En paralelo empezamos a integrarnos con otros cabildos y asambleas de Providencia. Por ejemplo, en el verano hicimos un encuentro que terminó con un recital en la Plaza Uruguay, donde vino Santiago de Nuevo Extremo y otros cantantes de nuestro barrio. Luego de eso estábamos animados para hacer otro encuentro en el cual queríamos invitar a Fernando Atria a una conversación y nos cae la pandemia.

¿Qué significó para usted la revuelta del 18 de octubre?

Un renacer. Es parte de por qué asumo este desafío. Con el estallido hay una convicción profunda de entender que nos aburrimos, y me hago responsable también de muchas cosas que no vi durante este tiempo. Cosas en que se me apretaba la guata y decía «cómo dejamos pasar tanto». Hoy nos toca hacernos cargo y hacerme cargo de que, si queremos que las cosas cambien, no puede ser de la boca para afuera. Yo quiero ser parte del mundo que quiero crear. No quiero seguir siendo espectadora de este mundo, quiero ser actor de verdad. Y no significa sólo ser actor principal, ser un actor que aporte y que ayude a que todos seamos capaces de construir el mundo que queremos.

Me meto en esto porque a muchos les hace sentido y es precioso verlo. Estoy viendo todos los días las firmas para asegurar las inscripciones en la papeleta, y es impresionante cómo se acercan, cómo te agradecen, cómo dicen «qué esperanza que sea un liderazgo femenino». El liderazgo femenino  es uno que a muchas mujeres nos ha costado construir. Pero ahora es un liderazgo donde no tengo que poner sobre la mesa mi currículum, lo que pongo es la convicción de que hacer proyectos juntos. Tenemos miradas distintas, no estamos todos alineados, pero tenemos espacios para escucharnos y eso lo habíamos perdido.

¿Cómo percibe a sus contrincantes de cara a las elecciones de abril?

 Para ser súper sincera, no sé quién es mi contrincante. Supongo que es la alcaldesa actual y la verdad es que, bueno, tengo que competir con alguien que ya es conocida. Si es ella, creo que lo que nosotros estamos ofreciendo es algo que la comuna de verdad necesita. Me impresiona cómo la gente se ha ido adhiriendo al proyecto sin conocerme, creo que estamos en tiempos en que necesitamos una forma distinta de hacer las cosas, desde esa perspectiva, de todo el proceso que estamos viviendo, y del 64% que marcó la opción del apruebo en nuestra comuna.

 

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