Avisos Legales
Reportajes

La compleja herencia laboral que deja Cathy Barriga en Maipú

Por: El Desconcierto | Publicado: 05.07.2021
La compleja herencia laboral que deja Cathy Barriga en Maipú Cathy Barriga perdió en Maipú | Agencia Uno
Dos situaciones ocurridas a ex funcionarios darían cuenta de la “cultura del maltrato” a la que ha hecho mención la nueva administración que asume en Maipú. Se trataría de una cláusula de confidencialidad para el equipo de confianza de Barriga, asociada a un monto millonario si se transgredía, lo que hoy esos trabajadores reconocen como “abusivo”, y una agresión física directa a una de sus asesoras, según relató a este medio.

Cuando Tomás Vodanovic (RD) asumió el lunes pasado como alcalde de Maipú, dijo que una de sus prioridades, o medidas inmediatas, sería reparar a un municipio fuertemente dañado por lo que denominó, una “cultura del maltrato”, heredada por la administración saliente de Cathy Barriga.

Vodanovic habló de una estructura organizacional dañada por la alta rotación de cargos, entre otras cosas. El clima laboral, en todo caso, podría ser intervenido por una consultora externa, según explicó en una entrevista concedida a El Desconcierto

Los cuatro años de gestión de Barriga y esa denominada «cultura del maltrato» ha impactado fuertemente en la estructura organizacional del municipio. Al menos, dos de estas situaciones fueron relatadas por ex funcionarios que prefirieron mantener su identidad bajo reserva, dado que se mantienen en juicios laborales contra el municipio: en primer lugar, una agresión física por parte de Barriga a su ex asesora directa; y, lo segundo, se trataría de una cláusula de confidencialidad que se pedía firmar, de manera voluntaria, a su equipo de confianza asociada a una multa millonaria si es que esta se transgredía.

[Te puede interesar]: Vodanovic previo al traspaso de mando en Maipú: “La gente castigó la gestión de Barriga, no su estilo de liderazgo”

“Me pegó dos veces”

Andrea Monsalve fue asesora directa de Barriga. Ambas se conocieron cuando ella trabajaba como productora periodística en Canal 13, en el programa “Cantando por un sueño”, del que participó la ex alcaldesa. Después de años, retomaron el contacto y, en un comienzo le ofrecieron ser la directora de Comunicaciones del municipio, pero finalmente fue contratada como su asistente personal, compartiendo oficina. Algunas de sus funciones eran llevar su agenda diaria, revisar la Ley del Lobby, acompañarla a eventos e, incluso, se involucraba en sus asuntos familiares cuando Barriga lo requería.

Como relata a este medio, Barriga la habría agredido físicamente en dos oportunidades, aunque ninguna de ellas fue denunciada en su momento. Sin embargo, los malos tratos que recibía eran tema conocido en el municipio, como lo confirman más adelante otros ex funcionarios consultados.

Respecto a la primera de ellas, Monsalve precisa que fue en medio de una discusión que Barriga mantuvo con su esposo, el diputado Joaquín Lavín León, en su oficina y a vista de ella.

“Entre ellos se pusieron a discutir, imagínate lo incómodo», dice Monsalve, para luego describir un hecho relacionado al hijo de ambos. Agrega, después: «(…) Le digo Cathy, mira tu hijo llorando, tu marido enojado, te tienes que controlar. No tienes que ser así, no toda la gente envidia tus zapatos y te mira mal, y no tienes por qué despedir a las personas. Ahí me pegó una cachetada y dijo ‘ya, vámonos’”.

“Me puse a llorar. Tenía pena porque hacía todo para que estuviera todo bien. Hicimos la campaña de la cartera [entregaba este accesorio con artículos para mujeres afectadas por los incendios forestales durante el verano de 2017], el agua para el súper- tanker y mamografías gratis”, comenta sobre su reacción posterior. Monsalve cuenta que al día siguiente Barriga le llevó un regalo a modo de disculpas.

La situación se repitió, en la misma oficina, cuando Monsalve le advirtió sobre el trato que habrían tenido unas funcionarias en la atención a público. “Les pedía todos los días un informe a ellas [asistentes sociales], que eran amigas de [Barriga] porque las había llevado, porque no trataban bien a las personas y lo hablé con ella. Le hablaba de buena forma y ella reaccionaba así. Le discutía las razones por las que despedía a gente, porque me miraron mal los zapatos, porque me contaron que había hablado mal de mí pelo, y quién le iba a contar”, agrega.

Monsalve explica que después de esos episodios y de ser su asistente, desde diciembre de 2016 hasta abril de 2017, fue trasladada a la Dirección de Prevención y Seguridad Ciudadana (Dipresec) por la deteriorada relación laboral que tenían. Al tiempo, comenzó un periodo de licencia psicológica asociada al clima laboral y porque, en medio de esto, sufrió un accidente cerebrovascular. Finalizó su contrato a fines del año pasado y hasta ahí recibió un sueldo de $2.700.000.

Cathy Barriga

Agencia Uno

Malos tratos

Sobre el trato que Barriga mantuvo con funcionarios, durante el año pasado se conocieron los testimonios de algunos de ellos, quienes dijeron sentirse presionados para participar de los “bailes” y “performances” que decidió implementar la ex alcaldesa para algunas de sus actividades en terreno.

Una ex diseñadora gráfica de la unidad de Difusión y Comunicación de “Maipú Seguro”, que trabajó por dos periodos durante siete años en total en la municipalidad, coincide con los relatos anteriores que describen un clima de temor que se generaba en torno a la figura de la alcaldesa. “Me recuerdo que [Barriga] peleaba con mucha gente, con el jefe de gabinete, con Andrea Monsalve, eso era conocido en el municipio”, dice. En su caso, renunció por el hostigamiento que acusa haber recibido durante el segundo periodo en que trabajó. Respecto a la ex jefa comunal, dice que “se influenciaba por las opiniones de terceros y cerró toda posibilidad de escucha, siendo que yo cumplí, nunca dejé de asistir, hacía lo que se me pedía, pero los celos profesionales juegan en contra”.

Otra ex funcionaria de Dideco que luego trabajó en la Dipresec, fue testigo del cambio de área de Monsalve, a una oficina en la que instalaron una cámara con la intención de hacerle seguimiento a sus funciones. “Las cámaras eran para vigilar a Andrea, había un tema político, supuestamente que era del ‘otro bando’ y cuestionaba a Barriga. Era como una cámara oculta, no de vigilancia, solo para ella, daba a su computador, a todo lo que tuviera acceso. Era chiquitita, como un lápiz. Yo vi la instalación de esas cámaras, pregunté porque era lógico y porque comienzas a perseguirte. Era solamente hacia ella”, cuenta.

Dicho testimonio se complementa con lo manifestado por el ex jefe del área de Seguridad, quien trabajó entre 2017 y 2018 en ese cargo, según precisó a este medio. “A una compañera y a mí nos dijo que la tuviéramos en pésimas condiciones, sin computador, la idea era que se aburriera y se fuera, no la podían echar porque ella tenía mucha información. No hicimos nada, salimos de la alcaldía, dijimos que no conocíamos a esta persona y no podíamos hacer algo así como no ponerle computador. Lo mandamos a pedir y lo pusimos y ahí trabajó ella junto a otra funcionaria”, relata.

“Intentaron que esta funcionaria no fuera a trabajar porque tenía mucha información y que no interfiriera a Barriga (…) Nadie en Seguridad la conoció más que los coordinadores generales porque tomó licencia y nunca más volvió”, agrega.

El ex jefe del área de Seguridad también acusa que fue agredido físicamente por el asesor de Barriga, Luis Japaz, mientras realizaban un operativo eléctrico en la alcaldía. “Entro con mi equipo, más de diez eléctricos, donde se encontraba Japaz, Bastián Baez, que era director de Dideco, Ana María Cortés y la administradora de ese momento, él se levanta y dice: ‘aquí está este pelao culiao’ y se me acerca y me pega una cachetada en la cara. Vio toda la gente esa conducta hacia mí. Levanto el puño para pegarle porque me da impotencia, los muchachos me hicieron un gesto para que me quedara tranquilo y viene y me dice: ‘quédate callado y tranquilo porque te puede costar el puesto’”, relata. En ese momento dio cuenta a la asistente social, pero asegura que no llegó la información a Barriga. Sobre si tenían problemas anteriores, el ex funcionario dice que “nunca tuvimos problemas de antes, ni durante, él apareció en 2017, pero llegó sumiso, amigo de Joaquín Lavín León, sabíamos que tenía rencillas con otro asesor, como funcionarios nunca tuvimos problemas”.

“No creo que estas cosas las supiera tanto Barriga. Ella creía que funcionaba un siete la alcaldía, muchas cosas las hacía Japaz, porque se suponía que toda esta gente era de plena confianza de ella, y por eso él decía que lo sabía todo”, complementa la misma ex funcionaria de Dipresec.

Barriga

Agencia Uno

Confidencialidad

Otra de las situaciones acusadas por ex funcionarios tiene relación con la firma de una cláusula de confidencialidad que un grupo de trabajadores realizó de manera voluntaria. La razón detrás habría sido la filtración de una serie de fotos de Barriga que se entregarían en carpetas de útiles escolares a establecimientos de la comuna. Esto fue filtrado en su momento a La Red, generando amplias críticas al uso excesivo de la imagen de la autoridad municipal para diversas instancias, una situación que ya había escalado a Contraloría.

[Te puede interesar]: Cathy Barriga lo hizo otra vez: Entregó útiles escolares junto a carpeta con fotos de ella en Maipú

Desde la dirección jurídica habrían aconsejado firmar esta cláusula para resguardar la información que se manejaba al interior del municipio. Si bien dos ex funcionarios consultados señalan que el monto de la sanción estipulada en este documento era de $50 millones, un ex director de la Dideco, quien firmó esa cláusula, asegura que habría superado esa cifra, lo que era “irrisorio” para ellos.

El ex Dideco comenta su experiencia: “fueron citando por cada departamento, a mí me citaron porque era director, y para bajarle un poco el perfil y que [los trabajadores] no se sintieran tan cuestionados, citaron a otros funcionarios que no eran de alcaldía. Firmó la directora de Secpla [Secretaría de Planificación], Comunicaciones, la administradora municipal y fueron llamando a alcaldía por vía separadas”, recuerda. “La gente no preguntó mucho, las contextualizaron y una de las coordinadoras, de la dirección jurídica y de confianza, hizo la bajada explicando que era un tema de confianza para resguardar la información”, agrega.

En ese momento recuerda que firmaron cerca de 25 personas, es decir, la dotación permanente de alcaldía. El mismo funcionario advierte que la mayoría de las municipalidades integran en sus contratos estos acuerdos de confidencialidad respecto a documentos reservados, como sumarios administrativos, sin embargo, son genéricos, y no están asociadas a montos.

La ex funcionaria de Dipresec también fue testigo de la firma de esta cláusula, aunque ella se negó a hacerlo: “Estaba en una reunión con ella y su asesor, Luis Japaz, y me hizo la consulta si habíamos firmado. Dijo que era importante, que había que verlo. No nos dijo directamente [que lo hiciéramos], pero nos consultó. Pero sí se de personas que tuvieron que firmarlo”, explica.

El entonces jefe de Seguridad también rechazó suscribir el documento: “cuando yo me negué a firmarlo, estaba otra compañera, me hicieron sentir mal. Ella pasaba y no te miraba, te hacía un desprecio, te hacía sentir la humillación. En ese momento tenía a cargo 700 personas, después de no firmar me trasladaron, fue como castigo. ‘Te vas castigado a Servicios Generales’, eso me lo dijo Japaz. Ahí me bajaron las personas que tenía a cargo”, explica. “Es un abuso y más que eso, atentó a la prioridad de un funcionario municipal. Totalmente improcedente. Y si te negabas, decían que eras un traidor”, asegura el ex funcionario que se mantiene en juicio laboral con el municipio por despido injustificado.

Andrea Monsalve también fue otra de los ex funcionarios de confianza que firmaron la cláusula: “Cathy me mandó con todos los directores y Luis Japaz a una notaría que está en una calle que se llama Monumento [a firmarla]”.

Pese a que los ex funcionarios aseguran haber firmado la cláusula, no cuentan con copia de ella y esta no habría sido agregada al anexo de contrato. Así también explican que solo la firmaron los funcionarios del círculo cercano de los primeros años de la gestión y que, luego, no se continuó implementando.

De hecho, a una ex trabajadora que ingresó durante el último año de la administración, desempeñándose en la Dirección de Presupuesto y, luego, como administradora municipal, explicó que nunca se lo plantearon. Valeria Díaz, encargada del área jurídica de Barriga, también fue consultada, pero descartó referirse al tema.

La ex alcaldesa fue contactada por El Desconcierto en más de tres oportunidades para confirmar la existencia de la cláusula de confidencialidad y el testimonio de la agresión, sin embargo, no contestó, al igual que su ex asesor Luis Japaz.

Déjanos tus comentarios
La sección de comentarios está abierta a la reflexión y el intercambio de opiniones las cuales no representan precisamente la línea editorial del diario ElDesconcierto.cl.