Con o sin la derecha: Las opciones que se dibujan para ampliar la mesa de la Convención

El debate para ampliar el número de integrantes de la mesa de la Convención Constitucional hasta un total de siete parecía, a priori, generar un cierto consenso entre todos los sectores. Incluida la derecha, que podría haberlo tomado como un espacio de representatividad que hasta el momento no tienen. Sin embargo, su discusión durante la primera plenaria celebrada este miércoles evidenció que será un tema polémico. En una exposición que se alargó por más de una hora, Vamos por Chile deslizó sus propios puntos sobre la propuesta y, si bien no lograron frenar la iniciativa, que se aprobó por 127 votos a favor, 8 en contra y 11 abstenciones, anticiparon un debate acalorado para el siguiente paso: definir el mecanismo para la elección de los cinco nuevos cargos que se sumarán a los de la presidenta y vicepresidente ya electos.

La decisión no es menor. Si se eligen por mayoría absoluta de 78 votos, la misma fórmula que aplicó por ley para la elección de la presidenta y el vicepresidente, la derecha lo tiene difícil, al menos tomando en cuenta las incipientes alianzas que se vieron durante las votaciones de la primera sesión.

“Lo que dice la Constitución es que hay dos cargos: un presidente y un vicepresidente. No existe, para nosotros, la opción de más vicepresidencias», dijo el lunes Arturo Zúñiga (UDI) a radio Universo. Esta idea fue respaldada por su correligionaria Constanza Hube el miércoles durante la primera sesión sobre el tema. Pero otros convencionales lo matizaron. “Si el argumento real para ampliar la mesa es que haya mayor representatividad, es esencial saber la forma cómo se van a elegir [los cinco constituyentes] porque si no puede acabar siendo al revés y generar mayor concentración”, precisó Marcela Cubillos (UDI), quien recibió respaldo de Geoconda Navarrete (Evópoli) y Harry Jürgensen (RN), durante su uso de la palabra.

¿Qué fórmulas podrían ocuparse para esa nueva elección? ¿Qué posibilidades hay de que Vamos por Chile quede fuera de la directiva? ¿Pierde legitimidad la mesa si no tiene representación del bloque que sacó más escaños? ¿Qué funciones deberían ejercer los nuevos cargos? El Desconcierto habló con analistas políticos y el que sigue es el dibujo de lo que podría ser la mesa que dirija le Convención Constitucional.

La inclusión de la derecha, en duda

“La participación de la derecha en la mesa va a depender mucho del sistema de votación que se defina porque, hasta el momento, Vamos por Chile ha tenido comportamiento bunquerizado”, señala el analista político Ernesto Águila. A su parecer, el sector podría haberse sumado a la mayoría “como gesto político” y, así, –dice– “habría generado otro tipo de clima con los distintos sectores”. Sin embargo, “privilegiaron marcar su presencia en una actitud hostil hacia el resto de la asamblea”, añade. Eso hace que, su integración a la mesa requiera “un cambio de actitud en relación a la Convención misma”, continua.

El decano de la Facultad de Ciencia Política y Administración Pública de la Universidad Central, Mario Moreno, pone énfasis en que el objetivo de extender la mesa es “mejorar la gobernanza interna de la Convención porque es una instancia muy fragmentada y heterogénea”. Por eso, según él, “para no tener siempre la oposición del oficialismo se debería de poder contar con esos escaños en algunas decisiones”. Convencido de que a través de una votación por mayoría absoluta “la derecha nunca tendrá los votos”, apuesta por pensar en “un mecanismo que permita arribar a ciertos acuerdos o decisiones de consenso” y a la capacidad de “abrir espacios en la toma de decisión” que puedan tener la presidenta, Elisa Loncon, y el vicepresidente, Jaime Bassa. De hecho, durante la primera sesión, Loncon habló de ampliar la representatividad de la mesa, una idea que deslizó también el miércoles: “La ampliación o complementación es para que se instale la diversidad en la mesa”, dijo.

Considerando esta premisa, Marianne González, experta en Historia Constitucional y académica de Ciencias del Derecho de la Universidad de Chile, opina que “dejar un grupo fuera sería –de alguna manera– alienarlo y generar un ambiente que contribuiría a trabar el resto de discusiones”. Y agrega: “Teniendo muy claro que la derecha es una minoría, reconocerles un cierto nivel de presencia (porque igual la tienen) es una manera de permitir un mejor diálogo para el futuro de la Convención”. Para evitar mecanismos que “repliquen las lógicas de cuoteo político que han sido criticadas por la ciudadanía”, propone, por ejemplo, elegir los cinco nuevos cargos a través de un sistema proporcional que se base en las cinco primeras mayorías que resultaran de una votación. Otra fórmula posible, pero más “dedocrática” –advierte–, podría ser que “cada sector designe a un convencional”, aunque existe el riesgo de dejar de lado “sectores más pequeños o inorgánicos”.

Funciones de la mesa ampliada

Además del mecanismo de votación, otra de las incógnitas que rodea el debate de la mesa ampliada tiene que ver con las funciones que desarrollarán los cinco cargos nuevos. Agustín Squella (PL) durante la primera sesión planteó la idea de conformar un comité ejecutivo que complemente la mesa, quizás con funciones más de tipo administrativo. Esa idea fue planteada y apoyada por Fuad Chahín (DC) y Harry Jurgüensen. Sin embargo, otros convencionales prefieren extender el órgano directivo y que en su conjunto mantenga atribuciones de decisión. Esta última es la propuesta con la que trabaja el Partido Comunista (PC), según confirmaron desde su bloque a este medio. Mientras que desde el Colectivo Socialista consideran que al ser la Convención una instancia “autonormada”, pueden establecer las atribuciones que consideren para la mesa ampliada.

“Jurídicamente hablando, lo más ordenado sería que se eligiera un comité ejecutivo al servicio de la presidenta y vicepresidente, eso para que nadie diga que se pasaron a llevar las reglas, algo que a mí me parece que es discutible porque no considero que esto sea algo prohibido”, comenta el abogado constitucionalista Javier Couso. En su opinión, ese nuevo comité debería constituir “un grupo que trabaje al servicio de la mesa y ayude a canalizar sus tareas”. Comparte criterio con Marco Moreno, quien apuesta por un comité que “cumpla funciones de apoyo en gestión administrativa, coordinación de modalidades de participación, consultas ciudadanas, etc.”.

También concuerda con ambos la académica Marianne González porque, de lo contrario, dice, habría riesgo de “volver a las lógicas de negociaciones más cerradas, menos deliberativas en el espacio de la plenaria porque los temas se verían en la mesa chica y solo serían refrendados en la asamblea grande”. Para Ernesto Águila, “la presidenta y el vicepresidente nacen con una legitimidad especial, fruto de una votación que está entre los cargos a definir de manera clara y obligatoria y sus opiniones van a ser más decisivas” que las de los otros integrantes. Entre las posibilidades que dibuja para las vicepresidencias, menciona que sean “temáticas, asociadas a ciertas áreas o, incluso, de temas de gestión”.

¿Quiénes podrían integrarla?

A menos que se consoliden nuevas alianzas, no bastan cinco nuevos cargos para que todos los bloques tengan su propia representación en la mesa extendida. Por ahora, se conoce que dos de los cupos se adjudicarán a representantes de pueblos originarios. Así se decidió por 80 a favor, 8 en contra y 31 abstenciones ante una moción que la presidenta acogió. “Me parece razonable que hubiera espacio para grupos que no están hasta ahora representados como Independientes No Neutrales, Dignidad Constituyente, la Lista del Pueblo y Vamos por Chile”, opina Javier Couso. Marco Moreno se pregunta si “habrá tanta osadía para abrirle algo al oficialismo”. Al respecto, Ernesto Águila tiene la impresión de que “la derecha prefiere observar desde la galería con más libertad de crítica que se le restringiría si se incorpora a la mesa o en funciones clave de la Convención”. Aunque, según él, eso sería “automarginarse mucho”, cree que “hasta ahora, Vamos por Chile no ha encontrado una definición clara frente a la Convención: oscila entre sumarse a una posición de mayor cooperación e integración o bien transformarse definitivamente en unos outsiders del órgano con más margen para la crítica e impugnación”.

Expertos y analistas coinciden que entre los nombres que más se repiten para la ampliación hay varios que ya postularon para la Presidencia y Vicepresidencia dentro de cada sector, como Patricia Politzer (INN), Isabel Godoy y Rodrigo Rojas Vade (Lista del Pueblo). Fuera de ellos, Couso menciona a Marcos Barraza o Bárbara Sepúlveda, ambos del PC. En las últimas horas ha trascendido que la abogada feminista sería la apuesta de los comunistas. De hecho, durante la discusión sobre la ampliación de la mesa, Sepúlveda afirmó que esta debía hacerse con “criterios de paridad, inclusión y pueblos originarios”. El ex ministro Cristián Monckeberg (RN) y el ex presidente de Evópoli, Hernán Larraín, Matte serían, según Couso, “personas de la derecha preparadas para ser puente con sectores ideológicamente más distantes”. Coincide con él Marco Moreno, quien también considera como opciones para las vicepresidencias a Benito Baranda (INN) y a César Valenzuela (PS).

Según fuentes de los distintos sectores de la Convención, la discusión al interior de los bloques está abierta y son pocas las certezas. Sin avanzar más detalles al respecto, algunos apuntan al lunes 12 como posible fecha para retomar el debate sobre la ampliación de la mesa, que se prevé incierto hasta que llegue a su fin.