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Otra defensora medioambiental amenazada de muerte: Las llamadas misóginas en contra de Marcela Nieto

Por: Rubén Escobar Salinas | Publicado: 02.08.2021
Otra defensora medioambiental amenazada de muerte: Las llamadas misóginas en contra de Marcela Nieto Marcela Nieto |
Marcela Nieto es una defensora medio ambiental de Quintero que fue amenazada de muerte y de violación a través de llamados telefónicos. En conversación con El Desconcierto acusa que cuando fue a hacer la denuncia «desde la PDI le bajaron el perfil». El caso fue compartido a través de redes sociales e incluso el gobernador y activista por el agua Rodrigo Mundaca le entregó su respaldo.

El pasado viernes 2 de julio, Marcela Nieto comenzó a recibir llamadas y mensajes con fuertes garabatos. Al comienzo las voces de hombres y mujeres se limitaron a insultarla, hasta que al día siguiente le dijeron: «Déjate de hue… con el tema medio ambiental, hue…, porque o si no te vamos a mandar a matar«.

Nieto vive en la comuna de Quintero, conocida por el grave nivel de contaminación que la ha llevado a ser catalogada como una zona de sacrificio. Es enfermera y trabaja en el Hospital Carlos Van Buren de Valparaíso, aunque desde hace años se desempeña también como defensora del medio ambiente.

«En la zona de Quintero existen otras personas que son más representativas, llevan una lucha mucho más visible que la mía», dice en conversación con El Desconcierto y explica que «mi lucha es más que nada un tema de asesorías y de educar más a la comunidad y a los profesionales de salud».

Su relación con los temas del medio ambiente comenzaron en 2018, cuando se produjo una masiva intoxicación en la comuna. En la época, se hizo un cabildo abierto, «ahí yo me acerqué a hablar con la gente y les empecé a ofrecer mis servicios como enfermera», cuenta.

Luego se unió al Consejo Consultivo de Salud del Hospital de Quintero, agrupación social que vela porque se cumplan los derechos de los usuarios del recinto asistencial de la comuna.

Posteriormente, «decidí especializarme e hice un diplomado en Toxicología Ambiental y Evaluación de Riesgo en la Salud Humana, en la Universidad Católica. Eso me dio la base y los conocimientos para mostrarle a la comunidad lo que realmente estaba pasando. En realidad es impactante, es un desastre total«, detalla.

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«Ahí comienzas a hacer conciencia de por qué Quintero es conocido a nivel internacional como el Chernobyl chileno«, asegura.

Con el Colegio de Enfermeras del Regional Valparaíso prepararon webinars sobre distintos temas y paralelamente «empecé a hacer una campaña a través de mis redes sociales en donde yo mostraba cómo estaban contaminando las empresas. Publicaba videos de la chimenea de Enami. De repente iba a trotar a la playa de Maitencillo y grababa cómo la marea sacaba del mar hacia afuera los restos de carbón».

Fue en ese contexto en que le avisaron que habían contactado a la organización gremial para hacerle una entrevista sobre su trabajo como defensora del medio ambiente. Nieto relata que al principio se alegró y entregaron su número telefónico a una supuesta periodista. «Ahí empezó todo», dice.

«Me empezaron a decir cosas misóginas, terribles»

Cuenta a El Desconcierto que ese viernes «tenía muchas llamadas perdidas de dos números distintos y yo llamé de vuelta y me empezaron a decir puros garabatos», por lo que comenzó a bloquear los números.

«Me siguieron llamando desde otros números. Ahí me empezaron a decir cosas misóginas, terribles. Me empecé a asustar», relata.

Al día siguiente, mientras trabajaba en el hospital, recibió un nuevo llamado: «Suena mi teléfono, yo contesto y ahí me lanzan la primera amenaza tácitamente de muerte. Era un hombre con un lenguaje muy coloquial». «Me dice ‘déjate de hue… con el tema medio ambiental, hue…, porque o si no te vamos a mandar a matar’, de ahí me lanzó otros improperios que prefiero no decirlos», cuenta.

Durante unos días, «me llamaron de miles de números de teléfonos, con mensajes de texto. Me dijeron de todo (…) Denigrada totalmente como mujer, como ser humano. Yo lloraba porque nunca en mi vida me habían tratado tan mal«, recuerda.

Además, desde el Colegio de Enfermeras de Valparaíso le contaron que les estaban llegando «mensajes y llamados telefónicos con ofensas», en donde exigían que dejaran de trabajar con ella. «Decidí bloquear todos los números y no contestar más el teléfono», explica.

Con todo lo que estaba pasando, se comenzaron a movilizar las organizaciones sociales, el tema se compartió en redes, recibió apoyo desde el Hospital donde trabaja y desde Colegio de Enfermeras le ofrecieron asesoría legal. Incluso, el gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, un destacado activista medio ambiental, le ofreció su apoyo:

«Desde la PDI le bajaron el perfil»

Luego de recibir la amenaza de muerte e intentar llamar a Carabineros y a la PDI (Policía de Investigaciones), nunca nadie contestó el teléfono a Marcela. Finalmente, su jefatura en el hospital la autorizó a que fuera a poner la denuncia a la PDI en calle Uruguay, a unas cuantas cuadras de su trabajo.

Nieto asegura que cuando estampó la denuncia en la PDI, sintió que le bajaron el perfil. Le dijeron que tenían miles de amenazas  a nivel regional «con gente que ve temas medio ambientales». «‘Esto es súper común y nunca llega a nada’. Como que prácticamente para qué vas a dejar la denuncia».

Con el tiempo, «se contactó conmigo el INDH y yo contacté a Aministía (Internacional)», cuenta Marcela Nieto y explica que «del INDH me ayudaron a que en Fiscalía tomaran en cuenta la denuncia, porque no la estaban tomando en cuenta. Fue un procedimiento súper mal hecho«.

«La denuncia creo que la PDI la hizo mal, costó mucho encontrarla. Finalmente, después de unos cinco días, me llaman de la Fiscalía, pero más que nada, y ellos me lo dicen, por un tema mediático, porque esto ha tenido mucho bullicio. Me llaman y logran encontrar la denuncia», acusa.

Cree que si no hubiese sido porque su caso se hizo más conocido «no me hubiesen llamado nunca». «Te puedo dar el claro ejemplo de lo que le pasó a Katta Alonso. Cuando la amenazaron directamente de muerte, después de dos meses la llamaron de la Fiscalía».

«Tú en realidad no sabes si la justicia está a favor de protegerte en situaciones así, o le bajan demasiado el perfil, o quizás hayan otros temas por ahí involucrados. Es complejo en esta situación confiar en la justicia chilena«, reflexiona.

«Las que más hemos sido afectadas con todo esto somos las mujeres»

«Dentro de esta región de un tiempo a esta parte vienen realizando amenazas de forma frecuente a las personas que trabajan en el tema medioambiental. Justamente, la semana siguiente (tras las amenazas) ocurre que le queman el auto a Verónica Vilches de Modatima», recuerda.

«Si lo analizas bien, acá hay un tema de sesgo de género«, dice y explica que mientras a los hombres se les amenaza con golpearlos o incluso matarlos, «a las mujeres las amenazas son de otro tipo, hay temas muy misóginos metidos en esto. Las que más hemos sido afectadas con todo esto somos las mujeres».

Uno de los llamados que recibió Marcela Nieto contenía una de las amenazas más graves. «Me lanzaron nuevamente una amenaza, pero fue de violación«, relata.

Si bien en los primeros días no quiso dar detalles por el impacto que le causó, ahora se siente más fuerte y cuenta que en específico le dijeron «‘si no te dejai de hue… te vamos a llegar a romper el útero, porque las minas como tú no merecen dar vida’. Algo muy violento».

«El hecho que a una como mujer te amenacen de muerte o de violación, con esas palabras tan soeces, causa un impacto sicológico tremendo«, sostiene.

«Proteger a los activistas ambientales de manera integral»

«Me da mucha pena de que en mi país las personas que defienden derechos humanos se les castigue, prácticamente, y se les amenace con perder la vida. Lo encuentro tremendo. Siento que la justicia de este país no está a la altura de las circunstancias», critica Nieto.

Argumenta que, ante las amenazas, debe existir una protección integral para los activistas ambientales, que comprendan acompañamiento y apoyo sicológico, además de aumentar las penas a por los delitos.

En su caso, el Hospital Van Buren le facilitó un psicólogo y un psiquiatra, pero «la mayoría de los activistas ambientales que luchan por esto son personas que no tienen acceso a esto».

Tras la difícil experiencia, el mensaje que Marcela Nieto tiene para los demás defensores del medio ambiente y dirigentes sociales es que «tenemos que unirnos en esto, no podemos estar solos trabajando separados, creo firmemente que la unión hace la fuerza».

«Estamos luchando por algo que es bueno, por algo que va a beneficiar a todo un país«, cierra.

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