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Ser o no ser: El dilema moral del Frente Amplio y el incierto apoyo de la DC

Por: Rubén Escobar Salinas y Talía Llanos Chacón | Publicado: 22.11.2021
Ser o no ser: El dilema moral del Frente Amplio y el incierto apoyo de la DC | Agencia Uno
La obtención de la primera mayoría por el candidato de la ultraderecha, José Antonio Kast, está empujando a la oposición a buscar acuerdos. Mientras Gabriel Boric hizo un llamado a la unidad, desde la DC no entregaron su apoyo inmediato y decidirán su endoso electoral este martes en una Junta Nacional Extraordinaria. De esta forma, en conversación con El Desconcierto, cinco analistas examinan la posición de dos sectores políticos que durante años han cruzado duras críticas y el escenario del Partido Demócrata Cristiano, que por primera vez desde el retorno a la democracia enfrenta una segunda vuelta sin candidato.

La truncada inscripción de las primarias amplias entre los partidos de la centroizquierda, que buscaba celebrarse en mayo del presente año, dejó un sentimiento amargo en la oposición. Pese a que el quiebre central se dio entre el Partido por la Democracia (PPD) y el Frente Amplio (FA) con el Partido Comunista (PC), fue la Democracia Cristiana (DC) la que se restó inicialmente de participar, arguyendo la necesidad de “generar condiciones que objetivamente le permitan ser alternativa de gobierno” a la centroizquierda, en palabras de la senadora Yasna Provoste, quien aún no se había definido como carta presidencial.

Y tras ese impasse, Gabriel Boric interpeló al partido de la exconcertación, a pocos días de la elección de convencionales constituyentes. “Después de los resultados del domingo es bastante claro que a los partidos políticos más tradicionales, a los partidos políticos como el PPD y la Democracia Cristiana el pueblo les ha dado un mensaje sobre el cual tienen que reflexionar”, lanzó.

Ires y venires entre las candidaturas de oposición marcaron los meses siguientes. Con indirectas, arremetidas, e incluso cuestionamientos a sus respectivos trabajos parlamentarios, Gabriel Boric y Yasna Provoste buscaron posicionarse, cada uno, como la única opción viable para dejar atrás al modelo neoliberal.

“Cuando nosotros estábamos movilizándonos en las calles para poner fin al lucro, la senadora Provoste estaba alzando las manos en conjunto con una ley que era rechazada por los movimientos sociales”, lanzaba Boric, mientras Provoste acusaba que la falta de experiencia en el Estado del diputado le iba a jugar en contra, no como a ella: “basta mirar la experiencia, yo no pasé de la universidad al parlamento”.

No solo mediante declaraciones oficiales, sino que las rencillas entre las candidaturas se veían también en las redes sociales, por ejemplo, a partir de la tramitación del proyecto que buscaba permitir un cuarto retiro de los fondos previsionales. “Qué desfonde ideológico de algunos parlamentarias/os el afirmar que la justicia tributaria progresiva es ‘letra chica’”, expresaba Boric, sin mencionar a Provoste ni lograr que la candidata no se sintiera aludida. “Me huele más a desfonde ideológico darse vuelta la chaqueta y decir primero que se rechazará el cuarto retiro mientras haya IFE y después que se aprobará, con letra chica”, replicó Provoste en su momento.

Y con las elecciones del pasado 21 de noviembre acercándose, la senadora comenzó a tildar a Gabriel Boric de ser el candidato de la “extrema izquierda”, lanzando que el diputado “no cree en el respeto irrestricto en materia de Derechos Humanos”, al aliarse con el Partido Comunista. En ese minuto, fue Giorgio Jackson quien debió recordarle a Yasna Provoste que la DC gobernó con el PC junto a la Nueva Mayoría por cuatro años, por tanto “sus declaraciones demuestran falta de memoria o desesperación y son funcionales al diseño que tiene la derecha”.

Siete meses después, el escenario cambió. Después de las extensas elecciones que se llevaron a cabo en el país, los dos candidatos triunfantes fueron el exdiputado de ultraderecha José Antonio Kast, del Frente Social Cristiano; y Gabriel Boric, de Apruebo Dignidad.

Frente a estos resultados, la presidenta de la Democracia Cristiana (DC), Carmen Frei, convocó a una “Junta Nacional Extraordinaria” para analizar a qué candidato le entregarían su apoyo, como partido, en la segunda vuelta presidencial a realizarse el próximo 19 de diciembre.

“La Democracia Cristiana es un partido institucional. No obedecemos a lógicas individuales ni menos a lógicas caudillistas. Por eso, hemos tomado la decisión de convocar a una Junta Nacional Extraordinaria para tomar una decisión respecto a la segunda vuelta”, fue parte de lo mencionado por Frei, evitando mostrar una postura clara a favor del candidato de centroizquierda, o del postulante de la ultraderecha.

Mismo sentimiento expresó Provoste, al momento de referirse a su derrota en las elecciones, y un posible acuerdo con Apruebo Dignidad. “Yo ni siquiera he mencionado la palabra negociación. Nada más lejos de aquello. Lo he dicho con mucha claridad: nosotros vamos a ser oposición a su gobierno, pero también vamos a estar muy atentos a cuáles van a ser las declaraciones en las próximas horas”, expresó interpelando al diputado magallánico.

Desde el partido de la exconcertación hay posturas diversas, con parlamentarios asegurando que “la DC no puede tener otra alternativa que la candidatura de Gabriel Boric”, como el senador Francisco Huenchumilla, y otros adelantando su voto en blanco en la segunda vuelta presidencial, como el expresidente de la DC Ignacio Walker. “Voy a proponer que la DC sea un partido de oposición. Que se dé la posibilidad de votar en blanco o eventualmente apoyar a Boric”, afirmó el lunes.

Para expertos y analistas, las señales que debe transmitir Gabriel Boric, con el fin de poder cautivar el voto demócratacristiano, tendrán una gran relevancia para la imagen que deberá proyectar. Sin embargo, otros coinciden en que es difícil imaginar las peticiones de la DC, en relación a los “tintes de ambigüedad” que ha demostrado en procesos anteriores. Asimismo, hay quienes sostienen que el partido de la exconcertación ni siquiera estará dispuesto a negociar, tal como han expresado personeros de la DC públicamente.

El “valor simbólico” de la DC

“La DC en este minuto es más una marca simbólica que una marca electoral. No te suma, recordemos que sacó como un 4% en diputados, lo cual es bastante bajo”, sostiene el analista político Axel Callís. Explica que lograr el apoyo de la falange es mucho más relevante como señal símbolo de “moderación”: “Más que la finalidad pragmática de tener la DC en términos de votación, es más bien la finalidad simbólica de tener a DC junto a ti”.

Callís es duro en referirse al partido, lo califica de “irrelevante” y que “va a camino a convertirse en un nuevo Partido Radical, en términos de un partido testimonial, pequeño. El Partido de la Gente ya tiene casi los mismos diputados que ellos. El Partido Republicano, que debutó, ya tiene el doble de diputados que la DC”.

En esto está de acuerdo el profesor e investigador del Doctorado en Comunicación de la Universidad de la Frontera Mario Álvarez. Afirma que “es un partido que está derrotado”, aunque advierte que “lo que tiene la DC y que puede ser muy valioso para la candidatura y la proyección de Boric, son sus  figuras políticas históricas que son patrimonio de la DC y que sí le vendrían muy bien para lo que, me da la impresión, quiere construir Boric, que son Patricio Aylwin y Eduardo Frei Montalva”.

En el primero destaca su rol “tendiendo puentes y que logró sacar adelante el país después de una dictadura”. En el segundo recalca su gobierno de transformaciones. Para Álvarez estos serían “aportes simbólicos” que “no miraría en menos”.

“Esas proyecciones son relevantes porque funcionan a nivel afectivo, pueden cambiar aspectos de confianza, miedo, esperanza. Te pueden hacer llegar a públicos que están más allá de lo que tú puedes llegar. Patricio Aylwin puede penetrar a públicos de derecha no pinochetista”, argumenta.

Sobre cómo afectan las discusiones políticas a la decisión que podrían tomar la militancia de la falange, Callís considera que “las bases de la DC van a votar por Boric con o sin la anuencia de Yasna Provoste o la dirigencia, no tengo ninguna duda, porque las bases de la DC son mucho más progresistas que la élite de la DC”.

Álvarez, por su parte, cree que el Frente Amplio tiene posibilidades de “conectar con una DC que puede estar muy desgastada a nivel electoral, pero que todavía tiene maquinaria a nivel de poblaciones, en el campo, en el territorio” y que “en una situación ‘desértica’, cualquier gota de agua, por chica que sea, te ayuda”.

Anticomunismo y “los últimos 30 años”

“No estoy tan segura si es que todos los votantes de la DC van a apoyar a Boric”, dice la analista de la Red de Politólogas, Susana Riquelme. La experta es crítica con la conducción de la falange: “la DC tiene estos tintes de ambigüedad, de no haber respeto de los acuerdos a los que llegan, mira lo que ocurrió con la candidatura presidencial de Rincón, con la candidatura de Provoste”.

Asimismo, apunta al “anticomunismo” que ha exhibido el Partido Demócrata Cristiano para explicar las razones detrás de la indecisión respecto a apoyar a Gabriel Boric, quien se presenta a las elecciones dentro de un pacto con el Partido Comunista.

“Creo que es el anticomunismo el que finalmente se posiciona en contra de Boric, porque tiene una campaña con el PC”, explicó sobre este punto, indicando que igualmente es un escenario “paradójico, porque la DC fue gobierno con el PC cuando fue presidenta Michelle Bachelet, entonces es compleja la postura que tienen”.

Por su parte, el analista Tomás Duval enfatiza en otro punto y considera que pueden haber personas “dolidas” en la DC a raíz de las críticas que el Frente Amplio ha hecho durante años a los gobiernos de la exConcertación. “Es bien compleja la negociación porque el Frente Amplio ha tratado como que los 30 años son un lastre y la DC es un actor principal de esos 30 años. Hoy la candidatura de Gabriel Boric necesita expandir su universo de apoyo, ser inclusivo y yo creo que ahí está la fricción política”, afirma.

Además, coincide en que la falange no ha demostrado una postura consistente. “La DC siempre tiene esas posiciones, hay algunos que pueden adherir más fácilmente a las posiciones de Boric y otros que no, yo creo que esa es la tensión interna que tiene el propio partido”.

Afirma también que le parece difícil que la DC “le vaya a dar el apoyo explícito a Kast, yo creo que esa alternativa no está en discusión. La discusión es de qué manera la DC puede incorporarse o no incorporarse al comando de Gabriel Boric”.

Por otro lado, la politóloga y académica de la Universidad de Santiago de Chile (Usach) Pamela Figueroa, no ve con alarma que la DC no haya entregado su respaldo inmediato a Boric y que esté esperando señales. “Todos los partidos luego de una primera vuelta empiezan una serie de conversaciones hasta la segunda vuelta”, asegura.

“Los partidos tienen sus tiempos, sus ritmos. Yasna Provoste sí señaló que ella iba a hacer un aporte para que no avanzara una candidatura de extrema derecha, pero eso al mismo tiempo lo está conciliando con su posición interna”, argumenta.

Figueroa afirma que al esperar a la realización de la junta extraordinaria del partido “lo que hace la DC es seguir un procedimiento interno para que su apoyo a Boric sea un apoyo institucional, si es que lo dan o no”. Esto, argumenta, “puede generar un apoyo más estable a largo plazo”.

Sobre si los continuos roces entre el Frente Amplio y el Partido Comunista con el Partido Demócrata Cristiano afectarán las negociaciones, la experta dice que “siempre juega la historia de cómo se van gestando los procesos políticos, pero me parece que Chile está en un momento tan crucial en lo que viene, que los partidos políticos debieran mostrar la máxima generosidad y madurez para enfrentar la segunda vuelta”.

Riquelme coincide: “Creo que la única condición política que en estos momentos se requiere de la izquierda y la centroizquierda es la unidad”.

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