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Hasta el último momento siguen las negociaciones para conseguir los votos para presidir la nueva mesa de la Convención. Ramona Reyes (Colectivo Socialista), Cristina Dorador (Movimientos Sociales Constituyentes) y Eric Chinga (Pueblo Diaguita) encabezan la carrera, en la que también participan Patricia Politzer y Loreto Vidal. Para la vicepresidencia los escenarios aún son más líquidos. Solo el tándem Reyes-Beatriz Sánchez (Frente Amplio) se sabe que va en bloque. El Desconcierto revisó los apoyos que concita cada candidatura para dibujar los distintos escenarios que podría dejar la votación.
La noche de este lunes ha sido larga e intensa para los y las convencionales. Y continuará así durante la mañana de este martes. Hoy se elige la nueva mesa de la Convención Constitucional y los distintos bloques han pasado las últimas horas negociando sus apoyos. Nadie quiere hablar, nadie quiere «mojarse» mientras no se cierran los acuerdos, pero los escenarios poco a poco se van dibujando.
La jornada de este lunes fue movida al interior de cada uno de los grupos que integran la asamblea. Los principales rostros de los colectivos postulantes a los cargos ejecutivos entraban y salían del ex Congreso nacional para reunirse entre sí y planear el siguiente movimiento. Así fue la tónica del día, ante un escenario muy volátil y cambiante en cualquier momento.
A primera hora de la mañana, el convencional Jorge Baradit publicaba una columna en El Mostrador anunciando “una dupla femenina” para la dirección. El Colectivo Socialista apuesta por proclamar presidenta a su candidata, Ramona Reyes, y como vicepresidenta a la frenteamplista Beatriz Sánchez, quien antes había declinado su postulación a la presidencia para pelear la vicepresidencia: “¿Quién podría ser una perfecta dupla? Otra mujer, con experiencia política, reconocido compromiso y cercana al Presidente electo: Beatriz Sánchez”, escribía el costituyente. Entre ambas fuerzas tienen 17 y 16 integrantes respectivamente, lo que suma 33 votos. A estos, se les sumarían otros 8 del Colectivo del Apruebo (integrado por el resto de partidos de la centro-izquierda), lo que da 41 apoyos, lejos de los 78 votos necesarios que establece la mayoría absoluta, pero es un comienzo para negociar tras una primera votación.
“El Frente Amplio (FA) está intentando una estrategia del todo razonable desde el punto de vista político considerando que enfrentará un Congreso en minoría y necesita ampliar su base de apoyo hacia la centro-izquierda y en particular el PS”, explica el académico de la Universidad de Talca Mauricio Morales. Una buena forma para eso, según él, es negociar la composición de la futura mesa de la CC: “Son señales de confianza que se van construyendo y que probablemente faciliten el apoyo oficial y formal del PS al gobierno de Gabriel Boric, con esto se pasó de la palabra a los hechos”, añade.
El anuncio del tándem Reyes-Sánchez generó malestar en los sectores independientes. Apenas se conocieron las intenciones de la frenteamplista de disputar la presidencia –inicialmente iba por este cargo–, la también candidata Patricia Politzer, de Independientes No Neutrales, ya cuestionó que el poder constituyente y el poder constituido sean de la misma coalición: “Me parece riesgoso como imagen hacia la ciudadanía”. Los independientes critican “la concentración del poder” que obtendría el Frente Amplio con esta dupla en la Convención y Gabriel Boric en la presidencia del Gobierno y, según averiguó El Desconcierto, podría provocar un escenario de unidad de una mayoría de independientes en torno a la figura de la científica Cristina Dorador, quien fue la primera en anunciar su candidatura.
La antofagastina contaría, por ahora, con el apoyo de su propio sector, Movimientos Sociales Constituyentes, que tiene 12 votos; Pueblo Constituyente, que surgió como resultado de la crisis de La Lista del Pueblo, que tiene 11; y 9 integrantes de los pueblos originarios. Con estas tres fuerzas, el bloque sumaría 34 votos. Movimientos Sociales Constituyentes apoyaría a Rosa Catrileo, convencional de lo pueblos originarios (mapuche), en la vicepresidencia.
Siguen moviéndose las piezas en la carrera a la mesa de la Convención: los 9 escaños reservados que no apoyan a Eric Chinga van a respaldar a @criordor y, al mismo tiempo, MSC respaldará a Rosa Catrileo para la vicepresidencia @Emol
— Cecilia Román (@cecilirom) January 3, 2022
Otro de los nombres que ha tomado fuerza en las últimas horas es el de Eric Chinga, representante del Pueblo Diaguita. Su candidatura despegó luego de que este lunes, la hasta entonces candidata de Chile Digno, Bárbara Sepúlveda, militante del PC, bajara su postulación: “La magnitud del desafío al que nos enfrentamos para los próximos seis meses implica […] garantizar un proceso que esté libre de dudas respecto a su autonomía, a su independencia de otros poderes”, dijo. El convencional comunista Marcos Barraza sostuvo una extensa reunión durante la tarde con su par diaguita una vez trascendió la noticia y, pocas horas más tarde, el propio Barraza anunciaba el apoyo de Chile Digno a Chinga para el puesto de presidente. A los 10 votos del PC y Chile Digno, se sumaron también los 14 de la Coordinadora Plurinacional Popular y a los 8 de pueblos originarios que se desmarcaron de Dorador. En total, sumaría 32 votos. La Coordinadora Plurinacional, a la vez, apoya a Natividad Llanquileo para la vicepresidencia.
Dentro de la Convención, el pacto Apruebo Dignidad, entre el FA y el PC, nunca ha existido. De hecho, ambos grupos han protagonizado varias tensiones: la primera para la elección de la primera presidencia, cuando el FA no apoyó a Sepúlveda en primer intento de llegar a la mesa. “Da la sensación que el FA tiene mejores relaciones con los socialistas que con los comunistas en la Convención. Gabriel Boric espera que este conflicto entre FA y PC no se traslade a su Gobierno porque, de lo contrario, la coalición del presidente sería prácticamente ingobernable”, apunta Morales. Para él, la retirada de Sepúlveda de la carrera para la mesa será una moneda de cambio para las negociaciones del futuro gobierno, que se concretará en que “se hagan esfuerzos para la nominación del gabinete para que el PC quede satisfecho”.
Además de estos tres nombres, aún existe otra carta pelea para ocupar la presidencia. Aunque durante la jornada del lunes fuentes cercanas a la negociación aseguraron que bajaría su candidatura, la convencional Patricia Politzer, de Independientes No Neutrales, mantenía su postulación hasta el cierre de esta edición. La periodista hará su segundo intento apoyada por su sector, que tiene 10 escaños y podría ser uno de los nombres a quien la derecha entregue su respaldo. De hecho, desde este sector no hubo acuerdo en la elección de candidato. Según pudo saber este medio, la intención que tienen es “votar en bloque”, sin embargo, hay discrepancias incluso sobre si presentar candidato propio o no, según publicó La Tercera. Mientras los representes de la UDI apostarían por lo primero, los de Evópoli y RN se inclinarían más por lo segundo para “demostrar una voluntad de apertura y apoyar a un candidato que dé garantías”, según explicó el convencional Raúl Celis (RN). Fuentes negociadoras apuntan que, según como queden los bloques, «podría ser la derecha quien decida».
Otra candidaturas que se postula para la presidencia es la de la independiente Loreto Vidal, y para la vicepresidencia Daniel Bravo, de Pueblo Constituyente.
Sea como sea, fuentes consultadas por este medio advierten que los apoyos irán cambiando entre la primera votación y el resto como resultado del mecanismo de votación basado en el sistema papal, que consiste en votar hasta que cada aspirante consiga la mayoría absoluta. Si bien en la primera ronda cada sector va a querer presentar su propio candidato (o mostrar sus aliados más estrechos) y así marcar las diferencias, a partir de la segunda votación los apoyos se moverán y será cuando se empezarán a ver de forma más clara las divisiones entre macrobloques.
