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La reservada contra Convención en el Sheraton: El evento que juntó a Warnken, Auth y Swett

Por: Rubén Escobar Salinas | Publicado: 23.04.2022
La reservada contra Convención en el Sheraton: El evento que juntó a Warnken, Auth y Swett Asamblea general de la Multigremial Nacional | FOTO: @MultigremialN
El jueves pasado en el Hotel Sheraton la Multigremial Nacional realizó un evento reservado, sin acceso a la prensa. Allí expusieron invitados como Cristián Warnken, Pepe Auth, Juan Pablo Swett y el líder de los camioneros Sergio Pérez. El tema fue uno: la Convención Constitucional. Acá el relato de lo que sucedió ese día.

El himno nacional suena fuerte en el Hotel Sheraton, en la comuna de Providencia. Los asistentes, representantes de 200 gremios a lo largo del país, aplauden con entusiasmo. Juan Pablo Swett, líder de la Multigremial Nacional, acaba de terminar su discurso y de delinear los pasos que seguirán con un objetivo a la vista: el plebiscito de salida de la nueva constitución.

«Hoy está en juego el modelo que nos ha permitido el crecimiento», los alienta Swett desde el escenario. «¿Daremos la cara frente al país que se nos viene? ¿Saldremos a las plazas y calles a contar cuál es la visión del sector productivo más importante de Chile? ¿O callaremos?», emplaza.

El evento del jueves 21 de abril en la Sala Pedro de Valdivia del hotel capitalino es la asamblea general de la Multigremial. Una instancia cerrada, sin acceso a la prensa. Entre los expositores invitados está el líder de «Amarillos por Chile», Cristián Warnken; el exdiputado Pepe Auth; el presidente de la Confederación Nacional del Transporte de Carga Terrestre de Chile (CNTC), Sergio Pérez; el exsubsecretario Óscar Guillermo Garretón; y la empresaria Alejandra Mustakis.

Horas antes de que Swett diese su discurso, cerca de las tres de la tarde, se forman largas filas en las mesas de acreditación. Cada uno de los representantes gremiales e invitados se identifican para poder ingresar al evento. Son cientos y vienen desde distintas regiones de Chile. Un par de ellos representan a «Soy del Campo» y están vestidos con trajes típicos de huaso.

El primero en tomar la palabra es el líder de los camioneros, Sergio Pérez. Pero antes, se invita a los asistentes a ponerse de pie para entonar el himno nacional. «Es la versión de nuestros Carabineros», destaca el presentador.

«Un día grande para los multigremios productivos de la patria, gracias señor», comienza Pérez. «Era muy joven Juan Pablo cuando nos reunimos en el Hotel Neruda para darle el puntapié inicial a esta multigremial nacional de emprendedores», recuerda Pérez. Fue en 2014 en que Swett y Pérez iniciaron la organización para «dar a conocer» la reforma tributaria que anunció la ex Presidenta Michelle Bachelet.

«Hoy los gremios adquieren una importancia fundamental, cada uno de nosotros somos actores políticos determinantes en este momento tan delicado para nuestro país», dice el líder de la CNTC.

Desde el podio, los modernos parlantes hacen que la voz de Pérez resuene como en un concierto. «No puede haber un acto más vil que infundir el terror entre los chilenos, debemos combatir el terrorismo en todas sus manifestaciones«, afirma y luego apunta contra la migración. «Las autoridades que nos rigen son de Chile, no del mundo».

«El compromiso que nos demanda Chile, requiere el compromiso de todos los gremios de la Multigremial Nacional. Debemos aportar en la unidad y en la defensa de la patria», dice Pérez y cierra: «¡Viva Chile, vivan los camioneros, viva la patria!», ante una ovación.

La asesoría gratuita de Pepe Auth

En el panel están Óscar Guillermo Garretón, Pepe Auth y el director de estudios de la Multigremial, Carlos Boada. Garretón es el primero en tomar la palabra: «La Convención está más bien dividiendo que uniendo», lanza.

El exsubsecretario de Salvador Allende da la charla «La casa de todos: ¿cómo nos gustaría que fuera?». Garretón sostiene que quería una propuesta «coherente», pero que se encontró con «un armado de muchos parches mal cosidos». Más que hablar sobre cómo le gustaría que fuera la nueva Constitución, gran parte de la breve exposición trata sobre criticar las decisiones del órgano.

«Queríamos una Constitución para todos y no un engendro de dictaduras que fuera para unos pocos. Queríamos un país unido y no fragmentado en micronaciones», afirma ante los representantes gremiales. Para Garretón, hay disposiciones de la Convención que son solo «palabras al viento que en el fondo dependen de otra cosa».

Mientras Garretón sigue su charla, afuera del salón se mueven las mesas armables para preparar el coffee break. El personal vestido de negro trae bandejas con galletas, tazas y termos con café. Uno de los coordinadores del evento reta a una mesera por su peinado: «tienes que usar un tomate», le dice. De inmediato la mesera se toma el pelo con un collet.

En el escenario, Garretón ya terminó. Ahora es el turno de Pepe Auth. «Hoy vengo en mi condición, no de actor político, sino que de analista», aclara desde el principio. Parte con una tesis: “La Convención es una ‘foto movida’ de la sociedad. Movida porque en el contexto en que se tomó la fotografía había movimientos tectónicos en la sociedad chilena. Y, segundo, porque la cámara fotográfica también estaba movida».

«Qué está más cerca de la realidad, Chile Vamos y Republicanos consiguiendo 20,6% de los votos el 20 de mayo del 2020, o Chile Vamos y Republicanos consiguiendo 37% de los votos en la última elección parlamentaria», dice para argumentar su punto.

La pregunta para Pepe Auth es «Plebiscito de salida, ¿existe una tercera vía?», una idea que dentro de sus primeros defensores se encuentra Pablo Longueira, en una carta publicada en El Mercurio. «No es ni ética ni políticamente viable que a estas alturas del proceso se introduzca una tercera alternativa en la papeleta», responde tajante.

Pero Auth no deja colgando a sus interlocutores ni a la audiencia, que quizás esperaba otra respuesta. Afirma que un factor determinante en el resultado del plebiscito serán las respuestas que el texto tenga a las preguntas que se hacen a la vida cotidiana de las personas. Allí menciona pensiones, salud y educación como los principales pilares. La multitud lo sigue con atención, varios toman nota.

«No me identifica para nada lo que ha hecho la Convención, ya que se ha alejado totalmente del sentido común y las reales necesidades de la ciudadanía«, dice, «si el plebiscito fuera este domingo, sin duda ganaría el Rechazo”.

FOTO: Pepe Auth / @MultigremialN

Para Auth, «si el plebiscito es entre el nuevo texto y el texto vigente, va a ganar el nuevo texto. Si, en cambio, la alternativa es entre este texto nuevo y otro posible texto nuevo, va a ganar el otro posible texto nuevo«. Así, la posibilidad de un «consenso respecto del camino alternativo va a ser determinante del resultado del plebiscito».

La receta de Auth para los empresarios es relacionarse con el mundo de los trabajadores y distintas asociaciones. «Es una elección lo suficientemente incierta como para que dependa el resultado de quién son los protagonistas y cuál es el mensaje del Apruebo y del Rechazo”, advierte.

«Les estoy dando un consejo de analista, ¡incluso gratuito!«, se ríe Pepe Auth.

Los “pecados” y “demonios” de Warnken

El pasillo del coffee break está repleto. Los meseros -que ya llevaban media hora de pie esperando a que terminara el panel- se esfuerzan por repartir las galletas y servir los bebestibles. En la mesa del café se forma una fila. «Ahí tiene que estar, ahí. Ubícalo primero, yo voy al tiro», dice un representante gremial que manda a su colega mientras apura su taza. El intermedio también sirve para hacer contactos.

Pepe Auth, por su parte, se toma un café rodeado de gente. Lo buscan como a una estrella de televisión. Después de unos minutos y varios intentos, una mujer desiste de sacarse una selfie con el exparlamentario, es imposible tener su atención.

Luego del receso, para cuando llega el turno de Cristián Warnken, el escritor no está en el Hotel Sheraton. El presentador explica que lamentablemente no fue posible tenerlo presencialmente, pero que se hizo el contacto por videollamada. En la gran pantalla del salón aparece la cara de Warnken, quien dará su charla «Reflexión constituyente por el Chile que queremos» desde algún punto del sur del país.

El escritor y líder de «Amarillos por Chile» explica que tiene algunos problemas de salud. «Estoy con un poco de disfonía, pero voy a sacar la voz, creo que es la hora de sacar la voz«, dice.

«Quiero partir hablando del pecado», comienza. Cuenta que los antiguos griegos vinculaban el concepto de pecado a la desmesura. «Hoy día estamos viviendo un momento de desmesura en el país. La Convención Constitucional, lamentablemente, está padeciendo de ese pecado», afirma frente a la audiencia.

Para Warnken, «tuvimos una crisis de virtud cívica (…) yo pienso que la elite, o sea nosotros, la elite empresarial, política e intelectual, tiene una alta responsabilidad en eso que ocurrió«. Luego precisa: «No uso la palabra elite con desprecio, ni con desdén, como la usan algunos (…) Creo que son fundamentales en la dirección de los países».

FOTO: Cristián Warnken/@MultigremialN

Sería esa elite la causante de una «desarmonía entre el mercado, el Estado y la comunidad», debido a que «en un periodo de abundancia de desarrollo económico, las virtudes de la elite decayeron (…) Cuando las virtudes bajan es cuando entran los demonios», afirma desde la pantalla.

Luego salta de metáfora. Ahora el país es un cuerpo enfermo invadido de microbios y virus. «Cuando ocurre (la desmesura) se produce un desorden en el organismo, como cuando me alimento mal, me cuido mal a mí mismo y caigo en excesos, mi inmunidad se debilita y una cantidad de microbios y virus que estaban dando vuelta por ahí, pero que estaban dormidos, se desatan sobre el organismo y lo enferman. Yo creo que eso es lo que nos ocurrió», dibuja.

«Aquí algunos creyeron que gobernar era solo gestionar», critica y agrega que «se despreocuparon de ese orden interior que es la clave del funcionamiento de nuestra sociedad (…) De ahí el ‘estallido microbiano’, usando la metáfora. El desfondamiento de la inmunidad de nuestras virtudes cívicas«, -argumenta-, «ahí se desataron los demonios. No aparecen los demonios porque sí».

El líder de los amarillos termina con un advertencia y dice que «ni el Rechazo ni el Apruebo van a solucionar este problema de fondo. Probablemente habrá que optar por un mal menor». Warnken se desconecta ante el aplauso de los cientos de representantes gremiales. Ahora, le toca al dueño de casa.

Un plan de acción “ahora o nunca”

Juan Pablo Swett, líder de la Multigremial, se sube al escenario en medio del aplauso del salón. «Me toca cerrar después de Warnken, qué difícil. Con suerte me leí El Principito en el colegio», bromea.

Swett repasa parte de la historia de la Multigremial, su fundación junto a Sergio Pérez y lanza un dato para sacar músculo: «hoy somos 200 gremios de Arica a Punta Arenas, 18 multigremiales, cerca de 1.400.000 trabajadores a los cuales les damos empleo».

Foto: Juan Pablo Swett /@MultigremialN

Evita hablar de la Constitución de 1980 o de Pinochet, prefiere llamarla «la actual constitución del Presidente Ricardo Lagos». Swett invita a los gremios a defender con fuerza el Senado, a proteger la propiedad privada, a criticar el pluralismo jurídico. «Los invito a alzar la voz por nuestros carabineros», dice. En ese momento estalla una ovación del público.

Es por lejos el discurso más político entre los expositores: «hoy está en juego el modelo que nos ha permitido el crecimiento, el progreso, la disminución de la pobreza y una mejor calidad de vida para todos los chilenos. Por eso les pregunto hoy: ¿qué haremos? ¿Cómo nos organizaremos? ¿Daremos la cara frente al país que se nos viene? ¿Saldremos a las plazas y calles a contar cuál es la visión del sector productivo más importante de Chile? ¿O callaremos?”.

«Queridos amigos, creo que es ahora o nunca. Es ahora o nunca«, emplaza.

Pero Swett hace algo más, da instrucciones. «Todos los que estamos acá debemos estar alineados frente a un discurso y a una postura común frente al plebiscito de salida», sostiene.

El «plan de acción» de la Multigremial es realizar una consulta a nivel nacional una vez que esté el borrador de la nueva Constitución, con los resultados harán una gira por el país en julio y agosto para «dar a conocer su postura».

«Deberemos unirnos a los sindicatos de trabajadores, a las organizaciones sociales (…) Ustedes son los únicos capaces de transmitir y amplificar esta información a sus empresas socias, a los trabajadores de ellas, a sus amigos, y a sus familias«, alienta a los dirigentes gremiales que asienten con entusiasmo.

Mientras va llegando al final del discurso, en el pasillo se escucha el descorche de botellas de espumante. Los meseros acomodan cuidadosamente las copas de vino, cerveza, champagne, pisco sour y Aperol.

«No se trata de frenar los cambios», dice Swett en el salón. A su espalda se proyecta una imagen de la bandera chilena, sobre ella hay un triángulo amarillo con un signo de exclamación, como una señal de peligro.

Los meseros terminan los preparativos finales, algunos organizadores se acercan a las puertas del salón para abrirlas cuando termine el discurso. En las bandejas ya están los bocadillos de queso azul, carne teriyaki, jamón serrano, bolitas de pescado con salsa de coco y camarón apanado.

«Se trata de que cada uno de ustedes salga hoy de este salón a jugársela por Chile, para que en futuro puedan mirar a los ojos a sus hijos y a sus nietos y decirles con orgullo ‘yo defendí a este país llamado Chile’. ¡Viva Chile, mierda!». Telón, se abren las puertas, suena el himno otra vez y todos aplauden. Una última foto grupal en el escenario, se dan la mano, salen al cocktail y empieza el festejo.

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