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Ministro Ávila y condonación del CAE: «Es un compromiso que en ningún caso se abandonará»

Por: Sebastián Reyes | Publicado: 14.05.2022
Ministro Ávila y condonación del CAE: «Es un compromiso que en ningún caso se abandonará» Ministro Marco Antonio Ávila | Fotografía de Sebastián Reyes
Luego de que la máxima autoridad del Ministerio de Educación declarara que el gobierno buscará el «fin del CAE y la condonación de la deuda educativa», el Presidente Gabriel Boric sostuvo en una entrevista que a quienes se les eliminaría esta deuda son «justamente los que la tengan más al día». Tras ello, la confusión sobre la universalidad de esta medida se tomó la discusión pública, al igual que la pregunta sobre la gradualidad. ¿Qué significa esto? ¿Podremos ver condonadas todas las deudas educativas para el final del gobierno de Apruebo Dignidad? Esta y otras interrogantes responde el ministro Marco Ávila en entrevista con El Desconcierto, abordando también las propuestas de la Política de Reactivación Educativa Integral -presentada esta semana-, y la eliminación de la Evaluación Docente y del SIMCE.

Esta semana, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, presentó la Política de Reactivación Educativa Integral «Seamos Comunidad», en la que se detallan cinco medidas principales de urgencia para combatir las necesidades que las y los estudiantes han presentado tras la vuelta «abrupta» -como ha repetido el secretario de Estado- a la presencialidad en marzo.

Dentro de las acciones que se contemplan para esta estrategia, destacan la creación de un programa de fortalecimiento de la convivencia escolar en 60 comunas prioritarias, el aumento de la cobertura territorial del «Programa Habilidades para la Vida» en enseñanza media, y la concreción de convenios con facultades de educación para movilizar a 10.000 estudiantes de pedagogías para que realicen tutorías a estudiantes o grupos de estudiantes. 

Sin embargo, el tema que más ha marcado la agenda es la infraestructura de los colegios, en especial algunos emblemáticos de la capital que han sido tomados por sus estudiantes, que reclaman las paupérrimas condiciones en las que deben hacer clases a diario.

«El problema fundamental en el tema de infraestructura es que no nos fue muy evidente, o tan clara, hasta después de la pandemia, y eso probablemente fue por esos dos años en que los establecimientos no hicieron mantención. Entonces, como que se nos reveló de pronto», sostiene el titular de la cartera de Educación en entrevista con El Desconcierto.

«Lo importante», indica, «es que hoy nos estamos haciendo cargo. Si bien, ahora estamos invirtiendo un presupuesto inicial, que esperamos en los próximos años aumentarlo, lo que sí queremos hacer es dar una respuesta más inmediata a las necesidades que tengan los establecimientos, para que puedan funcionar».

En esta conversación, el ministro Ávila se refiere a lo anterior y a otras problemáticas que se deben solucionar en este gobierno, incluyendo uno de los compromisos principales de la campaña del Presidente Gabriel Boric: la condonación universal del CAE, anuncio que se tomó las portadas cuando el mismo mandatario dijo que los que verían finiquitada su deuda son «justamente los que la tengan más al día».

Política de Reactivación Educativa

– Usted dice que los problemas de infraestructura se manifestaron «de pronto», pero las denuncias de malas condiciones de los establecimientos educacionales también se manifestaron en 2006, con la ‘Revolución Pingüina’, luego en 2011 y así.

Hay establecimientos que se han mantenido, pero que no se ha hecho una restauración, puede ser incluso desde los años 60’. Hay establecimientos en Chile que tienen 60 años, y algunos están en buen estado y otros en mal estado. Entonces, no es un tema de un gobierno particular, sino un tema de tener información. 

El último censo es de hace 10 años, entonces, nosotros, más que mirar hacia atrás, lo que queremos hacer es implementar ahora, junto con esta reparación de urgencia que vamos a hacer, un censo de infraestructura, con tal que esos resultados nos permitan establecer una política de largo plazo, más allá de nuestro gobierno. Que sea una verdadera política de Estado, que a lo mejor va a abarcar tres gobiernos, donde usted pueda decir, el país completo en 10, 12 años, renovó sus establecimientos educacionales.

– Usted anunció $10 mil millones para infraestructura, pero después en un noticiero dijo que eran $24 mil millones…

Hablando en millones, son $14 mil que ya existen y se suman $10 mil, por lo que da $24 mil. Los $14 mil son del presupuesto regular y los $10 mil fueron una reasignación.

– ¿Cuándo podrían comenzar los estudiantes a ver estas mejoras de urgencia en sus colegios?

Es importante señalar que estamos trabajando rápidamente con nuestros secretarios regionales ministeriales en cada región del país, que están levantando junto con los sostenedores, que son los alcaldes, alcaldesas o directores de servicios locales, las mayores urgencias. 

Esas urgencias se están colocando en una planilla que recibirá el subsecretario de Educación, va a inmediatamente establecer, usando criterios de elegibilidad, aquellos que son más urgentes, se hace el traspaso a la región y comienza la gestión de las obras. Por lo tanto, eso podría perfectamente estar en las próximas semanas ya comenzando a ejecutarse.

– En lo referente al aumento de la cobertura del Programa de Habilidades para la Vida, que promete atenciones psicosociales y derivaciones al sistema de salud público, ¿no corre el riesgo de quedar corto si sólo ofrece atenciones primarias y luego deriva a un sistema colapsado? Porque las listas de espera y para conseguir una atención con un psiquiatra, por ejemplo, o algún especialista, son bastante largas.

En primer lugar, estamos pensando que este programa, que ya está aprobado y validado, es una respuesta inicial, es una respuesta de emergencia. Nosotros estamos hoy trabajando con un presupuesto que no es propio, es un presupuesto elaborado por el gobierno anterior, que no consideró el conjunto de dificultades que podríamos haber enfrentado, en este y en otros ámbitos, en la vuelta a clases. 

No obstante, nos estamos haciendo cargo. Pero, las instituciones escolares no son instituciones de salud. La misión de los liceos y las escuelas es lo educativo, y en ese marco, la formación integral. Pero llega un momento en que la escuela no tiene capacidad. Es como pensar que los establecimientos van a poder hacer terapias o hacer clínica, muchas veces se imagina eso todo el mundo, como que vamos a tener más psicólogos en las escuelas, y la verdad es que en eso tengo que ser súper honesto y decir que la misión de la escuela no es esa.

– Vamos al programa de tutorías. Estos 10 mil tutores que planea sacar de carreras de pedagogía, ¿van a ser voluntarios o se les pagará?

Lo que nosotros queremos hacer es tener un primer acuerdo con los decanos y decanas de las facultades de educación. Esta es una invitación país, y se van a juntar dos cosas. Una es la necesaria incorporación de los estudiantes de las pedagogías al campo laboral de manera más previa. Eso es parte de las conclusiones que hay sobre el desarrollo de la profesión docente. Yo, por ejemplo, que tengo 22 años de servicio, hice práctica inicial, intermedia y final. Hoy, todas las carreras de pedagogía tienen prácticas mucho antes. Entonces, estamos pensando en estudiantes de 3er, 4to y 5to año, que ya tienen formación más sólida y que efectivamente tengan una vocación que se traduzca en un compromiso social.

Esa es nuestra propuesta, que se vincule con la práctica profesional, y la definición respecto a si es voluntario o pagado aún está en estudio. Pero, inicialmente estamos pensando que esta sea una actividad en la que involucremos al país completo, entonces, probablemente, puede tener un componente voluntario, por qué no.

Vuelta a la presencialidad

– ¿Cree que estas medidas ayuden a solucionar los problemas y la violencia que se evidencia en los colegios desde marzo?

Para mí, esto tiene que ver con una sobrecarga y un no adecuado clima escolar, con algunas situaciones de violencia. Esto responde a cuestiones de carácter estructural, es multicausal, o sea, aquí hay una sociedad que es violenta. Llama la atención cuando dicen ‘oh, mira las escuelas cómo están’, como si nadie mirara las noticias o las reacciones naturales de la ciudadanía. La pandemia nos afectó a todos en distintos ámbitos.

La escuela es un reflejo de la sociedad, entonces, ¿cómo podemos responder a eso? Si bien, como te decía, nosotros no somos centros de salud, sí somos capaces de pensar desde la lógica educativa, en respuestas (…) si te fijas, las medidas propuestas en la nueva política son de urgencia, pero tienen relación con el programa del Presidente Boric, que prometió cambiar el paradigma educativo hacia el futuro.

– Entonces, para usted la violencia no está específicamente en los colegios, sino en la sociedad.

12 mil quinientos establecimientos hay en el país y yo sumo a los aproximadamente cuatro mil y tantos jardines infantiles que hay, estamos hablando casi de 16 mil. Entonces, ¿de cuántos casos estamos hablando? Diez. Yo no digo que eso no sea grave, estamos preocupados, llamamos por teléfono, hablamos con los seremis, yo directamente he llamado a directores. Pero quiero circunscribir esto a una problemática más nacional.

– ¿Por qué cree entonces que se ha instalado ese pensamiento, esa generalización?

Tiene muchas respuestas.

– ¿Cree que en marzo estaban las condiciones para volver a las salas de clases? Usted ha dicho en reiteradas ocasiones que fue un retorno “abrupto” y que eso provocó diversos problemas…

Sí, por supuesto, pero no de la forma en que se hizo. No se consideró un factor de gradualidad, y además de eso, con orientaciones y un programa muy claro que lo primero que tenía que pasar eran actividades lectivas, de formación, pero con foco en el desarrollo socioemocional y la reconexión comunitaria.

Las escuelas no son cualquier espacio, son comunidades, y una comunidad cuando se encuentra conversa, dialoga. Había que haber pensado en una preparación mayor y que tuviéramos un ingreso gradual.

– ¿Qué ocurre, por ejemplo, si la pandemia vuelve a repuntar y esto pueda ser peligroso para los estudiantes? ¿Qué medidas tomaría? ¿Consideraría volver a clases de manera remota?

Todas las indicaciones de salud señalan que tenemos que ir evaluando en la medida que vayan evolucionando los casos. Siempre la estrategia educativa es posterior a la estrategia santitara, entonces, salud entrega sus indicaciones y nosotros desde educación las acogemos. Por el momento, no hay nada que decir respecto a eso. 

– Entonces, ¿no descarta esa medida?

El escenario actual no la requiere.

– ¿Le parece que se justifican las protestas de los estudiantes secundarios?

¿A qué tipo de protestas te refieres?

– A las demandas de los estudiantes secundarios de los liceos emblemáticos, si le parece válido lo que están pidiendo y de la manera que lo están haciendo también.

Hay que hacer una distinción. Una tiene que ver con la justa demanda que compartimos, es parte de nuestro programa. Nosotros hemos dicho que ‘hay que fortalecer la educación pública’, queremos tener mejores edificios, más materiales educativos, etc. Todo lo que hemos pensado y nuestro trabajo tiene que ver con eso.

Hago un deslinde entre esa situación, que me parece adecuada, justa, y que puede incluso ser parte de las reivindicaciones que un grupo de estudiantes hacen frente a las autoridades. Otra cosa distinta es aquello que entendemos como violencia y que probablemente pasa afuera de los establecimientos.

Yo no tengo evidencia respecto a violencia o destrozos dentro de los establecimientos.

Eliminación de mecanismos de evaluación

– El exministro de Educación Raúl Figueroa dice que la Evaluación Docente es una herramienta útil y que su suspensión y pretensiones de eliminación corresponden más a presiones gremiales que a necesidades educativas. ¿Cuál es su opinión respecto a estas declaraciones?

En estos temas es prudente dejar las caricaturas de lado. Nosotros no estamos en contra de la evaluación de las y los docentes. El problema de fondo que tenemos hoy es que existe una doble evaluación para los docentes del sector municipal, lo que es redundante e ineficiente. Creemos que debe mantenerse un único sistema evaluativo, el sistema de reconocimiento de la Carrera Docente, que se aplica a todos los docentes de establecimientos que reciben financiamiento del Estado que se encuentran en la Carrera Docente, es decir, es más completo ya que la evaluación docente se aplica sólo a docentes de establecimientos públicos.

No existen argumentos razonables, ni técnicos ni políticos, para mantener esta diferencia entre municipales y el resto. Queremos, por lo tanto, terminar con esta discriminación y dejar de generar un gasto público innecesario.

 – ¿Y en el caso del SIMCE? 

Sin duda que las comunidades educativas necesitan información sobre el estado de los aprendizajes de sus estudiantes. Para eso, hoy cuentan con instrumentos como el Diagnóstico Integral de Aprendizajes, el cual proponemos fortalecer, y la evaluación permanente que realizan los mismos docentes. Estos instrumentos entregan información oportuna para la mejora de los procesos pedagógicos. Hay algo importante que aclarar en ese sentido: los resultados del SIMCE se entregan al año siguiente.

– ¿Qué se hará al respecto más allá de suspenderlo este año? Desde hace tiempo que esta prueba es criticada por diversos actores educativos que proponen su eliminación, señalando que ayuda a perpetrar la segregación social.

La evidencia muestra que el SIMCE genera efectos negativos como la estandarización en los métodos de enseñanza, la reducción o empobrecimiento de la malla curricular y la inhibición de la innovación pedagógica. Esta evaluación es compartida por diversos expertos. El SIMCE es una medida descontextualizada y desconectada de las necesidades actuales de los establecimientos educacionales, y que no ha demostrado contribuir al mejoramiento de la calidad educativa, y al contrario, existe suficiente evidencia sobre sus efectos negativos.

Iniciaremos una conversación país para avanzar hacia un Sistema de Acompañamiento para el Aprendizaje Integral que reemplace los mecanismos de evaluación estandarizada, que esté basado en la confianza y la formación integral, facilitando el desarrollo del aprendizaje en todas sus dimensiones.

CAE

– Primero, usted sale por la prensa diciendo que iba a condonar el CAE, luego sale el Presidente Boric afirmando que esta medida beneficiaría a quienes estuvieran más avanzados en sus pagos, después, el ministro de Hacienda dice que esto debe ser con gradualidad. ¿Cree que hubo una descoordinación del gobierno respecto a este tema?

No estoy de acuerdo con lo que señalas. Yo creo que todos hemos dicho exactamente lo mismo, de hecho al Presidente yo lo he secundado más bien, en decir, que hoy estamos fuertemente comprometidos como gobierno con esta salida para los deudores y deudoras. Pero eso tiene que ser el resultado de un trabajo serio, de una propuesta que suma de manera progresiva, gradual y justa la situación de la deuda.

– Le pregunto porque primero con sus declaraciones, y luego tras las del Presidente, diversos actores como la Confech salieron a decir que esto los tomó por sorpresa, y el director de Defensa Educación dijo que esto era una “traición”, sin mencionar el rechazo que hubo en redes sociales. 

No lo considero de esa forma, porque hemos estado trabajando juntos y repitiendo de distintas formas, que esto es una propuesta que tiene que ser bien trabajada en todos los términos. Tiene que ser una propuesta que al final sea ampliamente validada. Lo que sí hemos dicho, es que esta propuesta va a ser justa, y obviamente que tiene que ser muy gradual, porque significan muchos recursos, y cuando decimos progresiva es porque vamos a tener tramos, segmentos, etc.

– Entonces, ¿sigue en pie el compromiso de campaña del Presidente Boric de la condonación universal del CAE?

No sé si está bien usarlo como eslogan. Lo que sí quiero decir es que, para nosotros es muy importante, porque es un compromiso de gobierno que en ningún caso se va a abandonar, y lo hemos dicho desde el principio.

– ¿Qué significa gradualidad? ¿Podríamos ver condonadas todas las deudas del CAE para el fin del mandato del Presidente Gabriel Boric?

Para ser serio, reitero que estamos trabajando precisamente en esa propuesta. Esto lo lidera nuestra subsecretaria de educación superior, quien tiene reuniones con distintos actores donde se analizan diversos factores. Esto no es una cosa muy sencilla, especialmente porque estamos hablando de muchos recursos, y también porque estamos respondiendo a una mala política pública, que fue el CAE, que juega con la ilusión de la educación superior, y eso ha hecho mucho daño.

Cuando tengamos esta respuesta, que va a ser un proyecto de ley que va a pasar por el Parlamento, queremos que sea muy seria, muy sustentable, y que ojalá logre la mayor cantidad de acuerdos entre parlamentarios. Pero, a veces el buen trabajo se hace mucho más en silencio.

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