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Aunque alega motivos familiares, todo el mundo político está expectante al rol que jugará la exmandataria de cara al plebiscito de salida. Analistas e integrantes de su círculo más cercano aseguran a El Desconcierto que la figura de Bachelet tendrá un rol relevante e incluso podría mover la aguja del Apruebo.
«Mi país me necesita allí», dijo la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, en una conferencia donde reconoció que no repostulará en el cargo para retornar a Chile.
La noticia agitó la agenda política, ya que su anuncio se hará efectivo en agosto, a menos de un mes del plebiscito de salida de la nueva Constitución. «No me han pedido algo específico, pero quiero estar allí, porque creo que Chile está viviendo un momento muy importante en su historia, así que quiero estar cerca», añadió la exmandataria.
No son pocos quienes creen que la vuelta de la ex Presidenta en un período tan determinante jugará un rol decisivo, sobre todo inclinando hacia el Apruebo a sectores que podrían estar más indecisos. Así lo afirman a El Desconcierto rostros de su gobierno y también analistas políticos. Si bien los diagnósticos difieren en algunos puntos, todos concuerdan en algo: Bachelet no se va a quedar de brazos cruzados.
El primer comentario sobre esta noticia llegó temprano en la mañana de parte de la nueva presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, quien conversó con Cooperativa y afirmó que espera que la exmandataria asuma un «rol activo» en la campaña por el Apruebo.
La abogada aclara que, si bien cree que la vuelta de la Alta Comisionada al país se debe a motivos principalmente familiares, cree que es una gran referente para la izquierda chilena, y que por tanto está «esperanzada» con que su compañera de militancia juegue un papel importante de cara al plebiscito.
En una línea parecida, Paula Walker, ex directora de la Secom durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, comenta a El Desconcierto que ella «ha elegido regresar a Chile en un momento clave».
«Coincidentemente, su período termina antes del plebiscito del 4 de septiembre y pienso que ella trabajará por el Apruebo de un nuevo texto constitucional», manifiesta la periodista, agregando que la exgobernante sería «un gran aporte» a esa campaña, y que podría «generar un empujón final» para lograr que esta alternativa se imponga en las votaciones.
Por su parte, la diputada Helia Molina, quien fuera ministra de Salud el año 2014 en la segunda gestión de Bachelet, respondió ante este anuncio con una contundente expresión: «¡Ya estaba bueno!».
«Cuando ella habla de que Chile la necesita, creo que entiende que una persona con la credibilidad que tiene, con el prestigio bien ganado, puede ser un aporte a las discusiones ciudadanas», señala la parlamentaria del PPD, añadiendo que considera que será un «activo», tanto para el gobierno como para el Apruebo.
Por último, Pedro Güell, presidente del directorio de la Fundación Horizonte Ciudadano —vinculado al bacheletismo— establece que la exmandataria y fundadora de la organización «decidirá cómo y cuándo aportar, pero conocemos su línea invariable: la necesidad de unirnos en un proyecto común, elevar el nivel del dialogo político y asegurar institucional y democráticamente la dignidad y la igualdad de todos».
Si bien, de acuerdo a su sector, se espera que la ex Presidenta tenga un papel decisivo y activo, el analista político y sociólogo Axel Callís, no se la imagina como uno de los rostros del Apruebo. «No sé si Bachelet es un rostro de la franja. Creo que es más efectiva con gestos, como el tecito que se tomó con Boric en la segunda vuelta», subraya.
Además, el director de la consultora Tú Influyes explica que la exmandataria «le conversa a un sector moderado de la ex Concertación, que justamente está mirando el Rechazo como una posibilidad, que es el sector de las personas mayores de 50-55, y que son mujeres. El electorado que era de ella».
Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad de Talca, concuerda con esa mirada. A su juicio, «si uno mira el perfil de los indecisos, se parece muchísimo al perfil que tuvieron las bases electorales de la exmandataria: mujeres, personas sobre los 55 años y de sectores populares».
Sin embargo, Morales sí la imagina con una participación más activa que «mueva las agujas», debido a que el Apruebo «necesita de un liderazgo, que no sean los convencionales, con el fin de comandar esa alternativa. Y la ex Presidenta Bachelet es un nombre que es muy valorado por la ciudadanía».
«Presumiblemente, parte de esos grupos no van a leer necesariamente el texto constitucional, sí se van a basar en lo que se denomina como ‘atajos informacionales’. Es decir, que se fijen en liderazgos que sí están defendiendo el texto, y Bachelet es un gran nombre para comandar esa tarea», recalca.
Además, discrepa con la primera frase lanzada por la exmandataria. «Más que el país necesite a la ex Presidenta, es el Apruebo el que la necesita«, acota.
Finalmente, Javiera Arce Riffo, académica y magíster en Ciencia Política de la Universidad Católica, explica que hay «dos miradas» para analizar los motivos de la llegada de Michelle Bachelet a Chile: una más ligada a su despliegue político y otra relacionada a sus motivaciones personales.
«Me la juego por una mezcla de ambas. Que está cansada, como dijo en su conferencia, que está super agotada porque el costo familiar ha sido de años de estar alejada de su familia, y, por otro lado, están pasando cosas bien simpáticas en Chile también y hay que ponerse«, indica, añadiendo que «no se puede ser neutral» en un período como el que se vive en el país.
Incluso, Arce va un poco más allá, estableciendo que la figura de Bachelet es tan potente que «podría transformarse en la consejera de Boric y también revivir el bacheletismo, que a estas alturas es un partido entero que supera al PS».
