Horst y González: Los “escaños reservados” de Libertad y Desarrollo en Comité de Expertos

El Congreso  finalmente aprobó la nómina de 24 personas que formará parte del Comité de Expertos, uno de los organismos claves del nuevo proceso constituyente.

En su mayoría, los partidos optaron por nombres de exautoridades de gobierno y abogados de bajo perfil, ligados a think tank y centros de estudios. Entre estos últimos destaca Libertad y Desarrollo (LyD), ligado a la UDI y que nuevamente logró tener influencia dentro de las instituciones de la República con dos representantes de su núcleo más duro.

Se trata de la actual directora ejecutiva de la institución, Bettina Horst, y la directora de contenidos, Natalia González, quienes fueron propuestas por senadores y diputados gremialistas respectivamente. 

Quiénes son Natalia González y Bettina Horst

Horst es la única ingeniera comercial del Comité de Expertos. Estudió en la Universidad Gabriela Mistral y tiene un Máster en Economía con mención en Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica. Cuenta con experiencia en el sector público, como jefa del área monetaria del Departamento de Estudios del Banco Central y miembro del Consejo Regional Metropolitano.

Ha tenido un largo recorrido dentro de LyD, siendo investigadora, gerente general, directora de Políticas Públicas y, desde junio de 2021, está en la cabeza de la institución. 

Por su parte, Natalia González es abogada de la Universidad Católica y Máster en Derecho (LLM) de la Universidad de Chicago. Su trabajo se ha enfocado en el área del derecho corporativo y financiero. 

Al igual que Horst, cuenta con experiencia en el sector público como asesora legislativa en los Ministerios de Hacienda, Planificación y Energía durante los primeros gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera. Actualmente, integra el Consejo para la Transparencia.

Ingresó a LyD el año 2012 como investigadora del programa legislativo del que pasó a ser directora en 2013. En 2014 entró como abogada a El Mercurio y se mantuvo ahí hasta el 2017. Al siguiente año, volvió al think tank como subdirectora, después como directora de asuntos jurídicos y finalmente como directora de programas. 

En paralelo a su actividad en el centro de estudios, González fue propuesta por Sebastián Piñera para integrar el Consejo para la Transparencia en reemplazo del miembro de la Fundación Jaime Guzmán, Jorge Jaraquemada. 

Natalia González es cercana a la exministra Marcela Cubillos y al exjefe de gabinete de Piñera, Cristián Larroulet. Además, ha sido la representante más habitual de LyD en los medios de comunicación. Es panelista de T13 Radio y tuvo pasos estables en Estado Nacional de TVN y A esta hora se improvisa en Canal 13. 

Las dudas que rodean al think tank

Libertad y Desarrollo nació en 1990 de la mano de tres exministros de Pinochet: Jaime Guzmán, Hernán Büchi y Carlos Cáceres, quienes fundaron la organización junto a Cristián Larroulet. 

Su objetivo es “colaborar para que las políticas públicas en Chile se orienten a defender la libertad individual, el libre funcionamiento de los mercados, el derecho de propiedad y el progreso e igualdad de oportunidades de sus habitantes”.

Desde sus inicios, la entidad fue muy influyente dentro del sector más duro de la derecha en el país ofreciendo asesorías legislativas a los congresistas y elaboración de proyectos de ley y políticas públicas. 

Según datos publicados por Interferencia, entre 1990 a 2019 LyD ha asistido al Congreso en más tres mil oportunidades, totalizando más de 350 exposiciones en comisiones de la Cámara de Diputados y el Senado. Además, ha reseñado cerca de cuatro mil proyectos de ley.

Sus redes eran tan profundas en la sede del legislativo que contaban desde 1990 con una oficina de 22 metros cuadrados en el primer piso del Senado. Luego de casi 30 años de funcionamiento, la instalación fue cerrada en el año 2020, hecho que no frenó la influencia de LyD en el Congreso. 

El secretismo sobre su financiamiento

Otro tema que ha sido debatido durante años es el manto de dudas que hay en torno a su financiamiento. El exdirector ejecutivo de LyD, Luis Larraín, dijo en el año 2020 que más de 800 personas aportan dinero al think thank, no obstante, estos nunca se han revelado. 

En su página web señalan que “como una forma de garantizar una real independencia, LyD no recibe fondos del gobierno, su política de financiamiento procura la diversificación de sus fuentes y los investigadores de LyD no se involucran en el manejo financiero de la institución”.

Dentro de sus memorias se encuentran algunos de los nombres de fundaciones que aportan al centro, entre ellos se encuentran The Tinker Foundation, Atlas Economic Research Foundation, Center for International Private Enterprise, Fundación Hans Seidel, entre otras. Sin embargo, no hay detalles de los montos.

Según una investigación de Ciper, entre los principales financistas que han salido a la luz está la compañía tabacalera British American Tobacco Chile que donó en varias ocasiones montos entre 5 y 6 millones de pesos a LyD. Todo esto en el contexto de la tramitación de la Ley del Tabaco en 2013. 

Una de las voces más criticas respecto a esta situación es el académico Hugo Herrera, quien ha cuestionado desde la derecha la presencia de LyD en el proceso constituyente.

Dado el problema de la legitimidad en Chile, así como la viabilidad de una Derecha democrática, es de frivolidad severa evadir el punto: la oscuridad del financiamiento coincidente con el partisanismo pro-empresarial de @LyDChile (Libertad y Desarrollo) y sus operador@s. https://t.co/dBJzhT2yPc

— Hugo Herrera (@HugoEHerrera) January 29, 2023

Buena intención. Pero la empaña la designación de @natigonzalez_b y @HorstBettina, carentes de trayectoria académica y de @LyDChile, centro radical, de escasas capacidades comprensivas, financiamiento oscuro y sospechoso de tráfico de influencias en favor de sus donantes. https://t.co/YEdUqAmyb2

— Hugo Herrera (@HugoEHerrera) January 26, 2023