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¿Es feo el logo del proceso constitucional? Cuatro expertos analizan la imagen

Por: Camilo Espinoza | Publicado: 04.03.2023
¿Es feo el logo del proceso constitucional? Cuatro expertos analizan la imagen Logos del proceso constitucional | Fuente: Proceso Constitucional
Lo encuentran «desabrido», demasiado corporativo y hasta parecido a un boleto de micro. Definitivamente, el logo del nuevo proceso constitucional no convence. En El Desconcierto revisamos la imagen con cuatro profesionales del mundo del diseño, la publicidad y el marketing. Esto nos dijeron.

Oficialmente, el proceso constitucional comenzará el lunes 6 de marzo con la primera sesión de la Comisión Experta y el Comité Técnico de Admisibilidad. Sin embargo, desde la secretaría técnica ya trabajan para tener todo listo para ese día, incluida la estética.

Esta semana se habilitó la página web y se han publicado los primeros documentos oficiales, donde lo que más ha llamado la atención es el logo del proceso constitucional.

A partir del revuelo que ha generado en redes sociales, en El Desconcierto le preguntamos su opinión a cuatro expertos vinculados al mundo del diseño, la publicidad y el marketing. Esto fue lo que nos dijeron.

Falta de conexión

Ricardo Sierralta, publicista y académico de la Universidad Central, asegura que estamos ante un logo bien construido y diseñado, casi ingenieril o del ámbito de los negocios.

Sin embargo, adolece de mayor dinamismo y elocuencia en el sentido simbólico y comunicativo. Desde el punto de vista publicitario, no comunica el espíritu del proceso, que ligue emocionalmente a la ciudadanía con esta etapa.

Sierralta explica que los imagotipos se definen por lo valórico y lo emocional. Deben mezclar formas cercanas y reconocibles con tipografías que refuercen lo simbólico, como ocurre con el corazón en el logo de la ciudad de Nueva York o el símbolo gráfico de Nike.

Si me preguntas mi opinión, la verdad es que el logo del proceso constitucional me parece una solución que tiene serias limitaciones desde el punto de vista comunicacional, subraya.

Antonia Necochea, diseñadora de estrategia y académica de la Escuela de Diseño UDP, apunta que un logo no se debería calificar de fome, bonito o feo, porque eso significa que nos estamos quedando sólo con lo estético, sin analizar el contenido que hay de fondo.

Tanto un sistema de identidad visual como un logotipo, son signos que se componen de un concepto o idea que da paso a la forma. En ese sentido, el logotipo tiene que ser capaz de transmitir una idea que conecte con las personas, con sus valores y con lo que las mueve; tenemos que ser capaces de identificarnos y sentirnos parte de lo que está intentando transmitir”, recalca.

En esa línea, si un logo como el del proceso constitucional no fue bien recibido fue porque no logró conectar con las personas. Los códigos gráficos que se usaron transmiten una idea de algo corporativo, mientras que el proceso constitucional es algo esencialmente humano, por lo que ahí ya podemos ver que hay algo que no es coherente”.

¿Un logo corporativo?

En redes sociales abundan las comparaciones del logo. Algunos lo encuentran parecido a las imágenes corporativas de CorpBanca SalcoBrand e incluso del Colegio de Profesores.

Boris Berstel, diseñador gráfico y profesor del Campus Creativo UNAB, coincide con estas lecturas y, sin entrar a desmerecer el trabajo de los realizadores, asegura que no estamos ante una pieza memorable ni original. Al primer golpe de vista, lo asociaría rápidamente a una empresa constructora o a una mala compañía de inversiones de los años 90”.

Al desmenuzar el logo, el académico apunta a elementos escogidos por sus creadores, como su tipografía palo seco, isótopo muy geométrico y poco uso del color. Es una imagen rígida, monocromática y carente de vida, de libertad, no transmite ni permite conexión alguna con el receptor”.

¿Dónde están los colores patrios? ¿Dónde está la participación de la gente? Al parecer no hubo investigación de las grandes gráficas realizadas durante décadas en nuestro país. Espero que los involucrados puedan generar algo mucho mejor y tener un logo a la altura de este acontecimiento histórico del cual todos somos parte”, añade.

Luciano Castellucci, experto en marketing y profesor de la Escuela de Negocios UAI, también apunta a los rasgos del logo. A su juicio, el isotipo, que es el símbolo que antecede al texto, es muy complejo y atentará contra la recordación e involucramiento de las personas con la ‘marca’ proceso constitucional”.

El académico también señala que los creadores intentaron poner demasiada información en un solo logo: una P, una C, el hemiciclo y los colores, lo que lo termina rompiendo. Los mejores isotipos suelen ser los más simples como el ticket de Nike, la M de McDonald’s o el conejo de Playboy”, puntualiza.

Espero que no sea un déjà vu de lo que pasó la última vez con la Convención. En términos de logo, partimos con el pie izquierdo, y eso nunca es bueno”, concluye.

Las críticas en redes sociales

En redes sociales, el logo del proceso constitucional no pasó desapercibido. Aquí algunas de las reacciones.

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