Flavio Salazar Onfray, académico de la Universidad de Chile, es el médico que lidera al equipo detrás de una vacuna terapéutica para personas que están en etapas avanzadas de melanoma que se probará en Brasil.
Se trata de una tecnología desarrollada en nuestro país por un equipo de investigadores que encabeza Salazar, quien además es asesor científico de Oncobiomed, empresa biotecnológica que desde su inicio se sumó al proyecto.
La terapia, denominada TAPCells, detalla un comunicado, iniciará estudios clínicos en Brasil bajo supervisión de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA), agencia pionera en regulación de productos medicinales a nivel regional.
Estudios preliminares
Estudios previos demostraron que esta fórmula incrementa la esperanza de vida entre tres a cuatro veces en el 60% de los pacientes que la reciben. Esta nueva etapa de pruebas, posible gracias al financiamiento entregado por Corfo, permitirá apuntar a un mercado potencial de 200 millones de personas.
De esta manera, el proyecto constituye una aventura para una innovación de base científica tecnológica generada por investigadores chilenos, patentada internacionalmente, y que ahora busca su validación en el país sudamericano, un paso fundamental para su transferencia global, ya que por temas regulatorios, hasta ahora, solo es posible su administración dentro del territorio nacional.
“En Brasil, la incidencia de melanoma se estima en 9.000 personas al año, de los cuales 46,7% están en las etapas III y IV. Esto significa que cerca de 4.500 pacientes tienen condiciones avanzadas de la enfermedad, con una tasa de mortalidad anual de 2.100 pacientes. Esta población puede beneficiarse del tratamiento con la tecnología chilena. Es por esta razón que el desarrollo de la tecnología TAPCells es de importancia estratégica para el Grupo São Lucas y para nuestro país, porque representa un gran avance científico en el tratamiento del melanoma, con potencial para beneficiar a quienes no responden a los tratamientos actuales”, plantea el doctor Eliseo Sekiya, director científico del Grupo São Lucas de Brasil.
Adelson Alves, médico fundador y presidente del Consejo de Administración del Grupo São Lucas, asegura que “TAPCells es una inmunoterapia autóloga que utiliza células monocíticas del propio sistema inmune del paciente, que después de convertirse en células presentadoras de antígeno, se inyectan nuevamente en la persona. En particular, la eficacia del tratamiento no se acompaña de efectos adversos medios o graves y su tasa de respuesta clínica es de alrededor del 60% de los tratados”.
El centro de investigación celular de Brasil San Lucas Cell Therapy Group es uno de los grupos oncológicos más importantes de la región especializado en oncología, hematología e investigación en cáncer. Abarca más de 10.000 consultas y aproximadamente 18.000 quimioterapias al mes.
“La tecnología es flexible, se puede adaptar a diferentes tipos de enfermedades», asegura Flavio Salazar- Imagen cedida
Alves, en tanto, releva el trabajo que demandó la fórmula farmacológica y sus resultados. “El equipo de Oncobiomed realizó con notable éxito los estudios preclínicos y clínicos de fase I y fase II, que incluyeron cerca de 120 pacientes en estadio IV, generando un aumento de hasta tres veces en la supervivencia del paciente. Posteriormente, fue avalado en cerca de 400 pacientes tratados. Estos resultados y el prestigio de los académicos de la Universidad de Chile fueron factores fundamentales para realizar esta alianza estratégica, la cual esperamos llegue a todo el continente”.
¿Cómo opera la vacuna?
Flavio Salazar detalla que TAPCells es un procedimiento clínico que pertenece a las inmunoterapias.Este tipo de tratamiento se basa en la regulación de la respuesta inmunológica de los pacientes. “Lo que hacemos es un tipo de vacunas contra el cáncer que consiste en extraer sangre a los pacientes, aislar los glóbulos blancos, manipularlos y educarlos en un laboratorio a través de la exposición con extractos tumorales del mismo tipo de cáncer que padece la persona”, asegura.
Después que se inyecta la vacuna, se despierta una respuesta inmunológica antitumoral, capaz de recorrer todo el organismo y destruir cualquier tipo de metástasis o crecimiento tumoral que se esté produciendo en los pacientes.
“La tecnología es flexible, por lo tanto, se puede adaptar a diferentes tipos de enfermedades. Tenemos buenas experiencias con cáncer de próstata, renal, de ovario, pulmonar y de mama. Creemos que en patologías con tumores sólidos el procedimiento puede en el futuro resultar de manera similar”, recalca Salazar.