Museo del Estallido aclara que fondo obtenido de ninguna manera cubre su administración

Luego de que algunos artículos de prensa aseguraran que el Museo del Estallido Social (MES) recibió un monto de casi $20 millones provenientes del Estado, además de cuestionar su integración a la ruta considerada por la conmemoración del Día de los Patrimonios del último fin de semana, desde la entidad cultural emitieron un comunicado para aclarar algunos puntos al respecto.

«El museo del Estallido Social es un proyecto autogestionado que se sostiene únicamente por medio de la colaboración voluntaria de la comunidad de usuarios que conforma este refugio de memoria activa y resistencia. No tiene ninguna dependencia orgánica del Estado», se lee en el escrito difundido durante las últimas horas.

Paralelamente, este apunta al «negacionismo y populismo reaccionario de quienes han criticado que el museo figure en una ruta de interés patrimonial», que en opinión de los ideólogos del museo, «simplemente refleja lo que más odian: la organización popular y la autogestión colaborativa. Dos instancias que presuponen una amenaza para ellos».

«Son ellos quienes incitan a odiar»

«Hemos recibido cientos de amenazas de quienes consideran que este proyecto genera odiosidad y polarización. Lo paradojal es que son ellos quienes incitan a odiar un proyecto que nace del legítimo derecho de la ciudadanía a organizarse y construir su memoria activa contra hegemónica, que se disponga como un contrapunto a la ‘historia oficial’ que escriben los medios de comunicación que defienden los intereses de la oligarquía», agrega la administración del museo.

Respecto de su labor, plantean que se trata de «un espacio que reúne testimonios, piezas de valor simbólico, que generan un gran sentido de pertenencia para quienes dan una persistente lucha por la justicia y dignidad social, lo que presupone un valor patrimonial aunque les duela a muchos».

«El derecho a la autodeterminación y la soberanía de los pueblos expresada en creaciones artísticas, en su mayoría de origen colectivo, presupone un valor cultural y patrimonial evidente», recalca el comunicado.

Siguiendo con la defensa del lugar, recuerdan que «el patrimonio cultural se conforma a partir de un proceso social y cultural de atribución de valores, funciones y significados. Se trata del producto de un proceso social permanente, complejo y polémico, de construcción de significados y sentidos».

«La atribución del valor patrimonial no estriba en ser o estar declarados bajo un decreto que valida algo como patrimonio», advierte la administración del sitio de reconstrucción del histórico estallido del 2019.

Fondo abrió postulación en administración Piñera

Y en relación a los cuestionamientos alusivos a los fondos recibidos, los responsables de entidad cultural sinceran que «como proyecto autónomo y colectivo, accedemos a instancias públicas, privadas o colectivas que permitan y/o promuevan dicha autonomía y que puedan significar un impacto positivo en el proyecto y las voces involucradas. Sin considerarse aquello jamás dirección gubernamental, toda vez que las condiciones así lo determinen».

Específicamente, advierten que «es el caso de Fondo de Mejoramiento Integral de Museos 2022 (cuya postulación fue abierta durante el gobierno de (Sebastián) Piñera, bajo condiciones y ley de presupuesto determinadas por dicha administración), que estamos ejecutando en virtud de sus bases de convocatoria dirigida a ‘museos que no reciben financiamiento del Estado’. En total contraposición al relato que intentan instalar desde la vereda históricamente genocida, corrupta y que, paradójicamente, vive obscenamente a expensas del Estado y sus contribuyentes desde hace ya 50 años».

«Postulamos legítimamente

«Lo público no le pertenece al gobierno de turno ni a los candidatos, diputados y alcaldes que usufructúan de ello. Lo público pertenece al pueblo. No es algo tan difícil de deducir».

Por último, en diálogo con la redacción de El Desconcierto, la administración del Museo del Estallido Social (MES), releva que los fondos recibidos no constituyen «un financiamiento al museo ni una donación, es un fondo concursable, fondo integral de mejoramiento de museos que no dependen integralmente del Estado».

«Nosotros postulamos legítimamente y obtuvimos un fondo para el registro y la catalogación de la colección. Y eso era la mitad de los recursos que podíamos postular, no quiere decir que el gobierno nos aportó eso. Si fuese así, que no es así, ese dinero no alcanza para muchas cosas, el museo se financia íntegramente de aportes voluntarios que hacen las visitas y aportes de corporaciones que adhieren a los preceptos de la revuelta», recalca.

Finalmente, la administración vuelve a insistir en que el financiamiento real del sitio de reconstrucción histórica, tiene otra génesis y que los montos que se manejan para este propósito, no son analogables al fondo obtenido para un fin específico, que de ninguna manera tiene que ver con la mantención del lugar.

«Los fondos que obtuvimos, distan mucho de los costos operacionales del museo», concluyen al tiempo que relevan que detrás de él no hay una institución, sino una «organización autogestionada».