Este verano significa olas de calor, sobre en la zona central y la capital chilena. Esto provoca dificultades para dormir y problemas de insomnio en la mayoría de las personas que no tienen acceso a sistemas de refrigeración como aires acondicionados.
Los tips para dormir mejor incluyen algunos cambios en la rutina con anticipación para evitar problemas durante el día como irritabilidad o dificultades para concentrarse.
Para los que fueron «bendecidos» con un aire acondicionado esto no significa un problema, ya que solo deben prenderlo y nivelar la temperatura. Sin embargo para los que no tienen, ni el ventilador es suficiente para enfrentar las olas de calor que se extienden hasta las horas del descanso reparador.
Por este motivo, compartimos algunos consejos para dormir con altas temperaturas y dejar atrás el insomnio veraniego.
¿Por qué no puedo dormir?
La creencia popular indica que cuando dormimos, se apaga el sistema y el cuerpo se dedica solamente a descansar sin interrupción más que un ruido fuerte que podría poner en alerta al cerebro otra vez.
Sin embargo, actualmente se ha demostrado que no es así, ya que dormir es un proceso activo que depende de la luminosidad, sonidos o ruidos en el ambiente y la temperatura.
En qué afecta dormir mal
Existen tres dificultades que se pueden presentar durante el día cuando no se duerme bien. El primero y probablemente uno de los más sorprendentes, son los problemas gastrointestinales con sensación de llenura e hinchazón que también se presentan dificultades para ir al baño.
La siguiente son las alteraciones en las funciones cognitivas, es decir, problemas para concentrarse e incluso para generar recuerdos.
Por otro lado, los problemas emocionales también están presentes porque si se duerme mal, es muy probable que se genere irritabilidad que provocará tensión o periodos de desánimo. Y si el insomnio es muy prolongado, aparecen síntomas de ansiedad e incluso depresión.
¿Cómo dormir bien?
El aire acondicionado a 21° es la salida rápida. Pero para los que no cuentan con esa posibilidad, algunas soluciones son:
- Dejar las pantallas con unas dos horas de anticipación y optar por un libro. La luz de los dispositivos hace que el cerebro esté alerta incluso después de apagarlos, en cambio, el libro puede contribuir a la somnolencia.
- Abrir las ventanas desde temprano para evitar un ambiente sofocado y prender el ventilador un rato antes también ayuda a refrescar el ambiente.
- Al igual que con las pantallas, el ejercicio se debe hacer por lo menos con dos horas de anticipación para regular la temperatura corporal.
- Evitar bañarse con agua fría cerca de la hora de dormir, porque el cuerpo producirá más calor para regularse. En cambio, optar por agua tibia.
- La última comida del día debe ser máximo a las 20:00 horas y tiene que ser algo liviano, ya que el sistema digestivo sigue trabajando durante la noche y, por este motivo, las personas que cenan más tarde suelen sentirse más cansadas a pesar de haber dormido ocho horas.
- Usar ropa ligera y sábanas de tejido fresco, un buen ejemplo sería el algodón.
- Por último, tomar mucha agua durante el día nivelará la temperatura corporal. Lo recomendado son dos litros.