Intervención de Francisco Papas Fritas termina con carabinero detenido
Por: Elisa Montesinos
| Publicado: 18.05.2020
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El teniente Mellado, escultura realizada por el artista Francisco Papas Fritas como parte de la instalación «Retórica del victimista», debía permanecer entre el viernes 15 y el domingo 18 de mayo colgando de un balcón frente al cerro Santa Lucía. Vestida con uniforme institucional, la obra no alcanzó a estar ni una hora montada. Personal de la Carabineros llegó al departamento y se llevó detenido al personaje, quien sigue hasta ahora en la comisaría.
Convocado por el curador brasileño Tiago de Abreu como parte de la muestra en balcones Al aire libre, Francisco Papas Fritas montó la suya en José Miguel de la Barra, en el balcón del librero y exgalerista Sergio Parra. La obra mostraba a un carabinero colgando del balcón a punto de dispararse un tiro en la boca. «Retórica del victimista es una intervención sencilla que por medio de una escultura muestra la retórica que utilizan las instituciones chilenas. No estamos viendo ahí a un carabinero en sí, sino a una institución capaz de hacer cualquier nefasto show, incluso aparentar un suicidio para hacer sentir culpable a una sociedad y así continuar usando la violencia y su poder para defender a la elite y la oligarquía chilena», relata quien se ha caracterizado por realizar intervenciones de arte polémicas que ponen en cuestionamiento la institucionalidad vigente.
La intervención no alcanzó a estar ni una hora en exhibición, causando de inmediato revuelo. A eso de las 17.30 horas del viernes llegó una patrulla con personal de Carabineros que procedió a desmontarla, llevándose a su alter ego detenido –bautizado teniente Mellado por el artista–, con lo que se impidió que la muestra se mantuviera todo el fin de semana como estaba presupuestado.
«Carabineros fue en búsqueda de él con el fin de verificar en comisaría si el vestuario era oficial o una réplica, lo cual es un modo audaz de quitar la obra de la vista pública en tiempos de COVID. De ese modo desmontaron y se lo llevaron detenido hasta que se demuestre si el traje es oficial, lo que podría constituir un delito. Es interesante que ese sea el «delito» ya que estemos hablando de un uniforme manchado, sin credibilidad ni respeto alguno. Es paradójico, parece justamente un devenir donde aplica la rétorica del victimista, y no sería raro que dentro de esta lógica quisieran querellarse, como lo hace el victimista para salvar su inevitable muerte. Este falso suicida teme a la muerte y es por ello su alarde para llamar la atención», dice Papas Fritas.
©José Miguel Araya
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