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CRÍTICA| La «Epifanía» de Rivera Letelier: El antes y después de triunfar como escritor

Por: Pablo Rivas | Publicado: 25.11.2020
CRÍTICA| La «Epifanía» de Rivera Letelier: El antes y después de triunfar como escritor |
Con La Reina Isabel cantaba rancheras, Hernán Rivera venció a la cultura predominante del valle central chileno y a la élite. «Epifanía en el desierto» es la crónica de ese proceso.

Para la edición conmemorativa por los 25 años de La Reina Isabel cantaba rancheras –novela primigenia de Hernán Rivera Letelier  publicada en el año 1994– se incluiría un prólogo hecho por él, contando el contexto en que escribió su obra. El resultado fue más allá de lo comprometido: Epifanía en el desierto es el libro de crónicas de lo que antecedió y sucedió después de esa primera novela.

La providencia, en el sentido más sacrosanto del lenguaje, como suele usarlo el autor en sus obras –clara influencia de su familia evangélica– hizo que divisara solo una vez a la Reina Isabel, prostituta a la cual el prelado local le denegó su misa fúnebre por ser una mujer pública. Fue esta negación una clara injusticia para el autor, motivándolo a reivindicar este oficio, porque para él, tal labor “en el desierto más agrio del planeta, lindaba casi en lo heroico”, siendo esto un tema recurrente en sus obras.

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El comienzo de este libro es el pináculo de lo que se relata, en este caso, el que La Reina Isabel cantaba rancheras ganara el premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en su respectiva categoría. Tras ese momento, se vino la conversión del obrero minero pampino en el escritor hecho a sí mismo.

La palabra epifanía –que da nombre al título– entendida como una aparición repentina, inmaterial y alegre, ilustra momentos en que el autor sintió confianza en su proyecto. Destacable es la constancia y esfuerzo que dedicó a su trabajo, el que comenzó con un lápiz, siguió con una máquina de escribir y terminó en un computador. Todo fue oficio, pasión y cariño por lo que hacía.

Su victoria no fue meramente personal. Con el libro La Reina Isabel cantaba rancheras venció a la cultura predominante del valle central chileno y a la élite. Rivera Letelier reivindicó la pampa desde lo literario con calidad, pero casi no lo logra, ya que el día que vencía el plazo para la entrega de sus cinco copias al concurso llegó tarde.

Los antecedentes que se exponen en estas crónicas, dan la impresión que él siempre tuvo una inquietud de vivir cosas para escribirlas, o por lo menos, para recordarlas y contarlas. Lo valioso de sus novelas está en describir algo que él con ventaja conoce: la vida como minero en el desierto.

A sus 44 años de edad, Hernán Rivera Letelier se convirtió en escritor a pesar de no haber nacido ni crecido en un contexto docto que estimulara las ganas por las artes. El escritor llegó hasta sexto de preparatoria, terminó la educación básica en una escuela nocturna y la educación media en INACAP. No tenía una formación para escribir, fue El autodidacta del que habla en su novela anterior, y tras su conversión ha mantenido intacta su esencia, llevando una misma identidad como imagen personal.

Epifanía en el desierto

Hernán Rivera Letelier

Alfaguara

124 páginas

Precio de referencia $12.000

 

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