FOTO| Sebastián Runner y sus postales del puerto: «Valparaíso no agoniza; Valparaíso está de pie»

Me defino como fotógrafo documentalista pero también como fotógrafo local. Llevo en ejercicio activo casi 15 años, me formé en Arcos, en la sede de Santiago, en el antiguo edificio patrimonial que está en San Antonio con Santo Domingo. La recuerdo como una formación híbrida, entre la escuela clásica que se apoyaba en el químico y el cuarto oscuro, en competencia con la arremetida digital. Anteriormente tenía estudios en el área de comunicación social. Estudiar fotografía para mí, abrió un mundo que hasta el día de hoy es un escenario en constante descubrimiento.

Es en esta etapa donde exploro las aguas de las obras visuales. Adapté parte de mi portafolio a un formato de retablo fotográfico, en formato 1:1, en un tamaño promedio de 20×20 centímetros. Estas ventanas cuadradas de Valparaíso captaron mucho la atención de visitantes pero por sobre todo, de los porteños. Fueron ellos los que se vieron o se identificaron en mi registro que por cierto, se aleja de la visual más turística o colorida, sino que intenta mostrar un cotidiano, un momento inadvertido el cual plasmo a través de una obra visual. Este registro me llevó a instalarme en distintas galerías y circuitos artísticos de la ciudad Puerto.

Asumir una mirada de Valparaíso es también redefinir paradigmas, es un tema que convive de cerca con estilos de vida, con respeto a la historia pasada y contemporánea. Es un nuevo establecimiento de aprendizaje estético que refuerza a través de su personalidad cotidiana.

Es un lugar que no hay que juzgarlo en primeras impresiones. El puerto te exige sabiduría y observación, el puerto te exige oír y contemplar.

Entre asombros y reflexiones

El libro muestra gran parte de este registro que cobró vida a través de una obra y que hoy cuelga en alguna pared en el mundo como embajadora de la ciudad. Este registro abarca desde el año 2014 a la fecha, pero principalmente concentra los tres primeros años de mis andanzas como documentalista callejero de la ciudad.

Siento que es el primer paso de un registro que atestigua un punto de vista autoral, con respeto, gratitud e intentando salvaguardar su historia a través de mi lente. Más allá de lo que hoy se espera, tengo una pretensión de muy largo plazo: que sean parte de mis imágenes las que cuenten nuestra historia por las calles de la gran Joya del Pacifico en 150 años más.

Este portafolio no contiene imágenes del estallido social, el registro es una bitácora autoral que cuenta los inicios de un fotógrafo adoptado por Valparaíso. Todo lo referido al acontecer desde el 18 de octubre en adelante tengo pensado plasmarlo en un futuro libro. El estallido social no acaba, aún hay rabia e injusticias contenidas y las cámaras seguirán registrando, intentando ser testigos de los atropellos represivos.