Publicidad

Roser Bru, feminismo y política: Tres obras para recordarla

Publicado: 26.05.2021

Publicidad

Nacida en 1923 en Barcelona, la artista Roser Bru Llop llegó a Chile con sus padres, exiliados de la dictadura de Franco, a bordo del barco Winnipeg en 1939. En nuestro país Roser inició estudios en la Escuela de Bellas Artes en Santiago, a partir de entonces comenzó a desarrollar una vasta obra en grabado, pintura y dibujo. Fue parte del Taller 99 creado por Nemesio Antúnez, donde continuó especializándose en técnicas del grabado.

Compañera de generación de los otros grandes artistas y Premios Nacionales José Balmes, Gracia Barrios, Guillermo Núñez, durante la dictadura de Pinochet, su obra se volcó a temas sociales y políticos, dejando una impronta que también ha asumido temáticas feministas. Su obra actualmente se encuentra en importantes museos de Chile y el mundo, destacando el Museo Reina Sofía que cuenta con seis grabados de la artista.

El 2015 del Premio Nacional de Artes Plásticas.

Mujeres que aguantan

Roser Bru trabajó en torno a la vida de las mujeres en la sociedad patriarcal. Su serie Mujeres que aguantan (1988), expresa la dimensión simbólica de la violencia ejercida contra las mujeres.

 

 

Cal-cal viva 1978

Tras los hallazgos de restos de detenidos desaparecidos calcinados en los hornos de Lonquén en plena dictadura de Pinochet, Roser Bru se hace parte del impacto y dolor que el hecho provocó y lo vierte en una de sus series más políticas.

La letra con sangre entra (1986)

En este obra la artista catalana hace un homenaje a la Premio Nobel Gabriela Mistral y cuestiona la educación tradicional chilena, en la que Mistral se tuvo que abrir camino a punta de esfuerzo y autoformación. En una sociedad machista y clasista se le cerraron muchas veces las puertas de establecimientos educacionales y Bru rescata su lucha por abrirse camino y revolucionar la educación.

Chile, cuerpo calado, sandía (2016)

Las sandías pueblan la obra de Roser Bru, aludiendo al cuerpo femenino. “Trabajo con la sandía como cuerpo herido, cuerpo femenino de modificaciones: círculo, triángulo calado con un cuchillo. Dolor y vida. Antigua fertilidad del triángulo, siempre señalando a la mujer”, escribió la artista.

Publicidad
Contenido relacionado

Obra sobre palestinos y judíos: Vuelve El Círculo al escenario virtual de Matucana 100

Santiago en 100 palabras abre convocatoria nacional para concurso de ilustración

Publicidad